viernes, 2 de diciembre de 2016

Misión en Tol Barad!

Octubre, 2016

Sabíamos a lo que íbamos, pero eso no quitó las sorpresas del encargo...



En cuanto llegamos al pueblo, fuimos recibidos por algo inusual...un bote, con la bandera de la compañía, o eso parecía a simple vista pues, en realidad se trataba de una burda imitación. Aunque me habría gustado quedarme tratando de averiguar algo, "El Cazador de Abominaciones" nos instó a avanzar.
No se porqué este hombre me crispó un poco desde que lo conocí...supongo que el hecho de que manejara la luz me condicionó algo, pero por ejemplo con "La Paladina" no me ocurre...sea como sea, lo importante era terminar con el trabajo, así que hicimos caso y avanzamos por el desolado pueblo.
Las chimeneas estaban encendidas, la comida del puesto intacta y con una olla en el fuego...era como si algo los hubiera obligado a abandonar sus hogares y trabajos de forma apresurada, aunque no habían signos de violencia.


Entramos en una de las casas, cuya puerta se encontraba abierta. En su interior, encontramos a un moribundo hombre tendido sobre una cama. Tenía una herida en el hombro, una especie de mordisco que se le había infectado. Nuestra sanadora trató de curarlo, pero...no fueron suficiente ni sus curaciones ni las de "La Paladina" y "El Cazador de Abominaciones", así que finalmente, murió.
Salimos al exterior, con sentimiento de derrota, aunque también intrigados, pues el hombre antes de exhalar su último aliento, había podido darnos algo de información...
Habló de un gran árbol en el bosque, y de "Doña Harapos", alguien que presuntamente podría ayudarnos.
Aún así, nuestros pensamientos no pudieron continuar su curso por mucho tiempo, pues empezamos a escuchar ruidos de la casa que habíamos abandonado hacía apenas unos segundos...


El enfermo que había perecido salió fuera...diría que ya no tan enfermo, pero por las pintas que traía, sano tampoco estaba.
Se había...alzado. Avanzó produciendo varios sonidos desagradables, y en cuanto vio al grupo, sus intenciones no podían ser más claras.
Conseguimos derribarlo sin muchas dificultades, pero lo importante es que eso podía darnos un indicio de lo que había pasado con el pueblo.
Tras deshacernos de su cadáver, enterrándolo por las prisas, nos dedicamos a comprobar cada casa del pueblo, mientras "El Cazador de Abominaciones" se encargaba de asegurarlas.
Decidimos dormir en el barco esa noche, y la siguiente, tras toda una tarde de estudio por parte de "El Cazador de Abominaciones", regresamos al pueblo para asegurarnos de que seguía tranquilo, y de paso, examinar mejor el cuerpo del alzado.


Justo cuando íbamos a enterrarlo de nuevo, al no encontrar nada relevante, un extraño ruido frente a la casa nos alertó...un ruido que no parecía humano.
Nos acercamos con cuidado, aunque el ser que encontramos no supuso riesgo alguno.
Se trataba de uno de esos murciélagos albinos gigantes (por absurdo que suene el nombre) de los que nos habían advertido la vez pasada, aunque éste, se encontraba herido...y lo que fuera que pudiera herir a un animal tan enorme, debía ser tomado en cuenta.
Le dimos un rápido final, y luego de pedirle al resto que fueran yendo a la barca, me encargué de cremarlo tanto a él como al cadáver del enfermo...recreándome un poco. Pensé que mi problema había disminuido un poco, pero...parece ser que la situación respecto a eso sigue igual.


Al día siguiente, nos dirigimos hacia la mansión. Recordar cómo nos habían engañado la vez pasada no me puso del humor ideal para el asunto, y eso sumado a ciertas cosas solo empeoró el tema...


Para empezar, el interior no estaba precisamente desierto. Varios alzados, como el primer enfermo que vimos, se hallaban en una especie de letargo, justo en la entrada a la mansión. Avanzamos intentando no despertarlos, y mientras nosotros continuábamos explorando el edificio, ordené a los marineros que nos habían acompañado que empezaran a cargar los baúles con los libros de Lacroix, después de todo, había acordado con él sacarlos de allí si dejaba que me quedara con una parte.


En el piso superior encontramos otra biblioteca, en la que resaltaba un viejo libro encuadernado con piel...y no una piel normal, ya que no parecía ser de animal.
Quise llevármelo, pero "El Cazador de Abominaciones" se mostró bastante en desacuerdo. Pensaba hacerlo luego, cuando regresara a por los libros de esa estancia...el problema es que no tuve la ocasión...
Encontramos un pasadizo que nos llevó a una zona inferior, en la que por fin, hallamos a la hermana de Lacroix.


Se encontraba durmiendo en el centro, sobre una especie de pedestal, rodeada por las raíces de lo que parecía ser un árbol y flanqueada por dos murciélagos como el que habíamos visto la noche pasada.
"El Cazador de Abominaciones" empezó con su trabajo...y nosotros con el nuestro, pues debíamos protegerlo de las bestias que intentaban impedir que purificara el alma de Gabrielle Lacroix.
Luego de un buen rato luchando, logramos abatir a los murciélagos, y finalmente el alma de la joven pareció encontrar la paz...entonces fue cuando escuché la voz por primera vez...
Al parecer, el ser que nos hablaba con una voz indefinida era el verdadero problema en esas tierras. no parecía que la pérdida de Gabrielle le hubiera afectado, pero no podíamos quedarnos mucho allí, pues en cuanto el día cayera los alzados de la entrada se despertarían, y eran demasiados...
Luego de ordenar por el transmisor la retirada de los marineros con los baúles que hubieran podido cargar, reseguimos tan rápido como pudimos el camino hacia la mansión...aunque antes, yo di con un pequeño librito que no dudé en guardar en mi bolsa, para examinar luego.
Logramos salir de allí, aunque por poco..."El Cazador de Abominaciones" dedicó varios días a investigar más, utilizando en gran parte los libros rescatados de la mansión.
Yo volví a ésta a la mañana siguiente, con un grupo de hombres, pero de los libros dejados allí ya no quedaba nada.
Cuando "El Cazador de Abominaciones" estuvo preparado, nos internamos en el bosque...



Encontramos una pequeña almenara y una casita, no muy lejos de una cerca que daba acceso al bosque...y que se encontraba destrozada por un lado, como si algo hubiera salido de dentro. Pero eso no fue lo más inquietante...
A un lado de la casa, una anciana con unos ojos que no parecían ver realmente nada, llamaba a sus gatitos. No es que fuera a fiarme de la señora solo por al edad, y verla ahí en medio de la nada tampoco potenciaba el asunto.
Tras una breve charla, descubrimos que era "Doña Harapos".
Nos invitó a entrar, y tras intentar interrogarla de forma discreta, terminó diciendo que yo portaba algo que nos daría las respuestas, algo que pertenecía a la familia Lacroix...se refería al libro que había encontrado en aquel pasadizo, un libro que parecía tener algún tipo de "cierre" que no me permitía ver su interior.
La mujer insinuó que habría que abrirlo de cierto modo, y yo intuí que sería con sangre...diciéndolo en voz alta. Supongo que no fue muy inteligente por mi parte, pero reconozco que en ese viaje en concreto no estaba demasiado...racional, a veces.
Traté de pasar por alto las miradas de curiosidad, desaprobación y desconfianza que me lanzaron algunos, y simplemente ordené poner rumbo al barco...sin llevarnos a la vieja, lo que al final resultó ser todo un acierto.
Cuando salimos, la vimos a un lado de la casa (ella había salido primero). Seguía llamando a sus gatitos...usé el espejo que me había regalado "El Pistolero" la noche anterior a mi partida, y miré a través de él enfocando a la vieja...el aura que se reflejaba era del más oscuro negro.
Justo en ese momento, escuchamos cómo decía que los había encontrado....a sus pies, se reunían varios gusanos bastante gruesos, blancos y con los bordes carmesí, que se arrastraban alrededor de ella.
La anciana dejó caer de su bolso lo que parecía ser carne molida, y yo apuré al grupo para que nos marcháramos en ese mismo momento.


Al llegar al barco, planeábamos abrir el diario. Fui a mi camarote, pues no podía pedirle a ninguno de mis hombres que usara su sangre para algo así, y tampoco iba a quitarme los guantes frente a nadie si podía evitarlo, sobre todo tras las miradas recibidas.
Corté mi mano y "alimenté" el diario...entonces fue cuando el mundo se desvaneció y los que estábamos en ese nivel del barco, cerca del diario, fuimos trasladados...aunque lo más correcto sería decir que una visión nos fue mostrada.
Vimos una lucha entre un ser de oscuridad, y uno de luz. Todo parecía indicar que la sombra sería derrotada, pero entonces, un antepasado de Alexander Lacroix apareció en escena, ayudándolo...haciendo un pacto que arrastrarían las generaciones venideras, brindándole a la sombra la oportunidad de vencer, y sellando así el destino de su descendencia.


Cuando la visión hubo terminado, fuimos devueltos al barco. Esa noche tuve el primer sueño...pero prefiero no hablar de nada de eso...es algo que espero enterrar en mi mente...tanto lo que vi como los sentimientos que me generó.


El día en el que finalmente acabó todo, podría decirse que no duró demasiado.
Nos internamos de nuevo en las profundidades del bosque, mientras la voz que ahora sabíamos pertenecía a la sombra, intentaba confundirnos.
Dimos con varios rehenes de los cuales solo pudimos salvar a algunos...encontramos a varios hombres que estaban infectados, y tras encerrarlos por su propia voluntad, en un edificio medio derruido, les permitimos escribir sus últimos deseos en papel, para hacérselos llegar a sus seres queridos...y finalmente, lo vimos, el árbol blanco...
Era simplemente demasiado enorme...y estaba rodeado por un verdadero ejército de alzados. Sabíamos que no podíamos ganar, era imposible...y encima en esa zona parecía haber algo que mermaba poco a poco nuestro poder.
Terminamos trasladándonos. Le pedí ayuda a "La Maltratada" y justo cuando creíamos que esos seres caerían sobre nosotros, logramos aparecer en el barco.


Pero no estábamos solos...junto al "Resguardo del Hogar" (nuestro bergantín), se encontraba el navío de Lacroix, quien pidió permiso para abordar.
Tras tomar las medidas oportunas se lo concedimos, y entonces...paladeamos el amargo sabor de una derrota acompañada de un sacrificio.
Alexander Lacroix estaba decidido a expiar los pecados de sus antepasados, entregarse a la sombra para poder destruirla de una vez por todas...y así lo hizo, pese a que nosotros intentamos detenerlo.
Pusimos rumbo a casa...el único consuelo tras semejante fracaso, era saber que no tardaríamos demasiado en volver a nuestro hogar...
Bueno, eso y que al final podríamos quedarnos con todos los libros...


viernes, 28 de octubre de 2016

Flores Asesinas!

Octubre, 2016

Apenas he podido escribir, pero...se debe sobre todo a que quiero pasar el mayor tiempo posible disfrutando de todo. Ya tendré tiempo para escribir más adelante...o eso espero...


Por lo general, cuando no hemos estado de viaje, pasamos el resto del tiempo en Ventormenta u Ocaso.
Hay mucho trabajo en el puerto, pues, pese a que nosotros solo viajamos en ciertas ocasiones, el resto de barcos deben estar activos para generar ingresos que paguen su mantenimiento.



La ciudad sigue como siempre...pasa de todo, literalmente, pero aún así es agradable acercarnos al banco del parque y sentarnos a charlar con el resto, luego de la jornada.
El asunto con "La Rubia" se ha normalizado, aclaramos todo y parece haberlo aceptado, también. Aún no me acostumbro demasiado a tener que rendirle cuentas de lo que hago a otras personas, pero...merece la pena.
Lo que si fue una sorpresa fue el viaje que hicimos a Baldíos...en parte por la demostración del poco control que tengo, y por otra, porque como siempre, no fue tan tranquilo como suponíamos.


Durante la travesía, "La Monje"hizo una especie de ritual en el que ayudó a dos de los pasajeros a lidiar con sus temores, pero cuando lo intentó con "La Paladina"...la cosa no fue nada bien. Tuvo que parar y luego se sintió bastante mal con el asunto...al menos parece ser algo que ya ha olvidado, y en el fondo, hay que pensar en que ayudó a dos de tres, lo que está bastante bien.


Llegamos a los baldíos y, mientras esperábamos por nuestras monturas, nos llegó el rumor de que alguien pagaba una suma cuantiosa por acabar con un dragón. Investigamos el asunto, porque claro, un extra en los viajes cuando dispones de tanta gente siempre viene bien...pero al final resultó ser un orco con una historia dramática poco fiable, y descartamos el asunto.
Pero aunque me gustaría decir que la historia del dragón terminó ahí, no fue así...


En pleno camino, encontramos a un no-muerto auto reparándose...de forma algo desagradable, aunque tristemente no es lo peor que he visto.
Nos habló de que su amigo elfo estaba en el oasis, el mismo donde el orco decía haber visto el dragón y los parroquianos de la taberna de Trinquete afirmaban que había un kodo.
Pretendía que lo ayudáramos, y lo habría hecho de haber ido sola...pero con  "El Busca Pleitos" queriendo separarle la cabeza de los hombros, los tripulantes a mi cargo y demás, preferí centrarme en el objetivo y por una vez, pasar del asunto.
La situación fue algo tensa, ya que el no-muerto se puso algo pesado, pero...al menos no corrió la sangre y pudimos seguir con nuestro camino.


Nos alejamos del oasis en cuestión y seguimos el sendero...que por culpa del cataclismo terminaba en una enorme falla. Por desgracia el mapa que llevaba no había sido actualizado, así que...no estaba previsto.
Intentamos rodearla, probando por el lado contrario al que llevaba al oasis...y  terminando en otro, aunque éste, estaba completamente vacío a excepción de algo que llamaba mucho la atención; Unas extrañas flores con forma de manzana llenaban toda la zona.
Nos quedamos mirándolas, con curiosidad...hasta que empezaron a aparecer blanquecinas esporas, de la nada. Las flores parecían engullirlas...si, esa es la palabra...y mientras nos llenábamos con esas cosas, decidimos galopar con las monturas y guarecernos en la cueva que se veía a lo lejos.



Nos sentíamos relativamente seguros dentro de la cueva...hasta que encontramos el cadáver.
Un esqueleto acompañado por su diario nos recibió al fondo de la cueva. En el escrito, parecía indicar que las flores le hablaban y...que se había dado al canibalismo, o esa fue la impresión que me dio lo que leímos. Sea como sea, decidimos que nadie saldría de la cueva hasta el mediodía, pues en el diario también decía que la luz debilitaba a las flores, o algo así.
Monté guardia mientras el resto dormía, y pese a la posible amenaza, la noche fue...agradable.



Lo que no fue agradable fue el día. Yo tuve que separarme del grupo para ir a por la caravana con el armamento a entregar, y al resto les pasó algo...desagradable. Al parecer, a "La Maltratada" se le había enganchado una de esas odiosas flores en el pecho, y presa del pánico había huido.,.justo hacia el oasis en el que nos decían que había un dragón.
Por lo visto, se encontraron con el elfo amigo del no-muerto, quien también tenía una flor en el pecho. "La Paladina" intentó quitársela con luz, y funcionó, el elfo le dio las gracias y todo...antes de explotar en plan bomba.
No me quiero ni imaginar la cara de la pobre...
El grupo se reunió conmigo luego de eso, y conseguimos extirparle la flor a "La Maltratada" con ayuda de los consejos del no-muerto, que se acercó a nosotros lo justo para decirnos eso.
Volvimos a separarnos una vez la curamos, pues no parecía poder seguir, y utilizamos el puente de cuerda doble que había estado improvisando con los marineros que vinieran con la carreta.
Pusimos rumbo al fuerte...y nos topamos con otro cadáver, aunque éste no hablaba.


Tenía una nota que parecía ser una amenaza. Era algo confusa, pero lo entendimos todo en cuanto llegamos al fuerte. Estaba bajo asedio de piratas.
Hablamos con el capitán, y tras explicarnos que los piratas habían secuestrado a su hija, y que nos pagaría una buena suma por ayudar, nos fuimos a descansar para lo que nos esperaría a la mañana siguiente.



Nos dirigimos a la hora prevista hacia el campamento de los piratas...encontrándonos por el camino con un gnomo al que "Busca Pleitos" pateó cual pelota, y que luego nos siguió.
Al llegar al sitio, el mismo pateador fue secuestrado...tuvimos que dividirnos nuevamente.
Los miembros de la compañía conseguimos salvar a un par de soldados que estaban a punto de ser ejecutados, y el resto del grupo se encargó del rescate.
Luego de la inevitable lucha, regresamos al fuerte, para encontrarnos con la verdad...


Tuvimos que enfrentarnos a explosiones para entrar a una de las torres, y una vez arriba, nos encontramos con el capitán...
Todo había sido una trampa, pues al volver al fuerte nos habíamos encontrado con todo derruido y tomado por ellos.


La batalla fue...complicada. Aunque me perdí la mitad, ya que acabé con un tiro y la herida de otro que me rozó.
"El Pistolero"...terminó cargándome en brazos y sacándome de allí...y...a ver...entiendo que estaba para el arrastre, porque yo misma me sentía por dentro como si solo quisiera dejarme caer y olvidarme de todo, pero...aún así...
Dioses...ni si quiera puedo escribirlo...me cuesta horrores ceder en ese sentido...
En fin...al final el asunto acabó "bien", o todo lo bien que se pueden acabar estas cosas.


Terminamos todos en el campamento de La Hojarasca, que era a donde nos íbamos a dirigir luego del fuerte...y "El Pistolero" se empeñó en curarme. No lo admitiré ante nadie más, pero...realmente fue un alivio. Reconozco que mis métodos no son los más...agradables.
Estuvimos algunos días más en el campamento, cumplimos con el resto del encargo, y luego...regresamos a casa...al fin.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Entre diversiones y discusiones!

Septiembre, 2016

Pasamos un rato agradable en Dun Morog, asistiendo al cumpleaños de la "Enana del Rifle", pero la cosa no duró demasiado...


Pacífica nos llamó pidiendo ayuda. Cuando nos trasladamos, encontramos a un grupo de tipos que parecían buscarla. Luego de varias preguntas, en teoría habían sido enviados por su hermano para protegerla, pero...no me fío de nadie de esa familia, la verdad.
"El Pistolero" fue quien sacó la información, ofreciéndole oro a uno de los rateros. Me molestó el gesto, aunque no dije nada...pero más me molestó saber luego que se trataba de oro falso.
No quiero que se gane enemigos...incluso la persona más inofensiva puede terminar convirtiéndose en un problema, como bien vi con el "ex-pirata"...



Al día siguiente, aparte de encontrarme con una antigua tripulante, salí por Elwynn a acompañar a un grupo que esperaba tener un momento de paz en comunión con la naturaleza, aunque al final, el asunto se torció un poco.
Luego de investigar la cuestión, "El Capitán" y yo regresamos a Ventormenta. Entrando ya en la ciudad, aproveché para darle el pésame por la hija de la elfa que había sido su pareja, pero...él no sabía que había muerto. Le afectó bastante...lamento haber tenido que ser yo la mensajera de tan malas noticias.


Tras despedirnos, regresé a la sede y me preparé para visitar la Fiesta de la Cerveza, como habíamos acordado hacer. La verdad es que...me dejé dormir luego de vestirme, y tuvieron que despertarme. Es algo que no me pasaba antes...supongo que la fecha límite que me ha impuesto para hallar una solución me tiene demasiado preocupada,
La noche fue bastante entretenida. Aunque no bebimos allí, si que pude probar algo de vino y comprar una botella. Hubo también una degustación de quesos y en general, fue un paseo interesante, pese a la brevedad del mismo.


Cuando nos separamos, paramos en Villa Oscura para comprar algo de cena, deliciosas patas de araña crujientes. Hacía mucho que no las probaba, además, así no tendría que volver a hacer la cena...estoy intentando mejorar con eso, para que la cosa no sea injusta.
Aunque llevé unas jarras para el vino, me explicó que éste se tomaba en copa porque el cristal no alteraba su sabor, como si hacían otros materiales...cada vez que se más cosas sobre esa bebida, entiendo más porque suele ser algo tomado por los nobles. No tiene nada de práctico, ni útil. Es simplemente algo en lo que deleitarse...y lo peor es que me gusta mucho.



A la tarde siguiente, habíamos acordado en ir juntos al río, ya que Pacífica se había quedado con las ganas de bañarse la vez pasada.
Cuando estábamos en el banco, esperando al resto, "El Pistolero" estaba buscando algo en su mochila, y entre sus pertenencias vi un pequeño espejo...aunque por lo que me explicó luego, tenía otro uso.
Ver ese pequeño trozo reflectante...se que es una tontería, pero aún hay cosas que no creo poder cambiar. Algo tan banal como preocuparse por el aspecto de uno mismo, mirarse en un espejo, intentar arreglarse y similares...me sigue resultando muy incómodo, y...no se, solo pensar en mirarme me hacía sentir algo...culpable, como si fuera a hacer algo malo.
Supongo que hay cosas que no van a cambiar nunca...


La noche en general fue bastante entretenida, y las vistas desde la cascada simplemente impresionantes...aún cuando al bajar de las rocas terminé resbalando de forma algo vergonzosa.
Pero no todo puede ser bueno...cuando volvimos a la sede y subí a las habitaciones para dejar las cosas, me topé con "La Rubia".


Sabía que él había estado en mi cuarto, pues había encontrado su "mensaje". La caja de música estaba colocada en el centro de la mesa cuando la vi, un eterno recordatorio de aquello que no debería haber olvidado...o eso se suponía, pero no esperaba que ella se hubiera topado con él, normalmente sabía pasar inadvertido.
La cosa se complicó bastante, porque me negué a contarle nada sin su promesa de que no interferiría en el asunto, y...digamos que eso no le sentó demasiado bien.
Estoy cansada de toda esta situación...una parte de mi está convencida de que lo mejor habría sido mantener todo en secreto, que nadie supiera nada del asunto.
Esa noche volví a Ocaso, con el ambiente algo tenso y aún pensando en mi conversación con "La Rubia". Bueno, hubo algo que me distrajo, pero...tampoco es que fuera el tema más cómodo para distraerse...


Al día siguiente, luego de pasar toda la tarde encerrada en esa biblioteca intentando encontrar un modo de terminar con todo aquello, regresé a Ventormenta y me senté en uno de los bancos del parque, tratando de leer un poco pese al cansancio...pero la verdad es que el sueño se me quitó enseguida, cuando "El Pistolero" trató de devolverme todas las veces en las que había conseguido pillarlo desprevenido y asustarlo...lo que sucede es que el pobre se tropezó al intentar saltar los setos y quedó enganchado a éstos, haciendo que por poco me diera un ataque de risa.
Lo ayudé a salir...pero no pude evitar seguir riéndome un buen rato...


Y encima más tarde, peleamos en plan "amistoso" con bastón, frente a Pacífica y Danael...y de nuevo, gané yo. No se qué me pasa, pero me pongo demasiado competitiva con él, y ganarle...me gusta demasiado.
Por desgracia, cuando la noche estaba bastante avanzada y yo regresé a Ocaso, tuve otra discusión con "La Rubia" por lo mismo...pero en ésta ocasión, luego de un momento dramático y una huida apresurada, finalmente pudimos arreglar el asunto.
Me ha prometido no meterse, yo le he contado lo justo y...aunque me arrepiento un poco de haber postergado el tema, ahora solo me queda concentrarme en alcanzar mi objetivo. Tengo lo que deseo al alcance de la mano, y me niego a perderlo...

sábado, 17 de septiembre de 2016

Cambios...!

Septiembre, 2017

Hacía mucho que no escribía aquí...pero claro, con los cambios que han acontecido, no estaba muy por la labor...


Mi paso por la guerra no terminó del mejor modo. Acabé con el cuerno de una de esas bestias atravesándome el abdomen, la pierna destrozada y diversos cortes....recuerdo los últimos minutos antes de perder la conciencia, pero es algo en lo que prefiero no pensar. Durante esos días me movía el sentimiento de que todo había acabado para mi, y ahora, intento guiarme por un sentimiento opuesto.


Gracias a que "La Niña", al parecer, no paró hasta que fueran a buscarme, fui trasladada y atendida de urgencia. No recuerdo demasiado, pues estuve inconsciente, pero si que recuerdo el despertar y los días posteriores...
Fueron días importantes, pero no por las heridas, el miedo por la guerra, ni el pánico reinante...durante esa época, pese a todo, sentía como si para mi lo peor ya hubiera pasado.


El regreso a la sede de la compañía fue algo tenso, pero...todos parecieron alegrarse de que ninguno estuviéramos muertos, aunque reconozco que me enfadé al enterarme de que "El Problemático" pensaba ir tras de mi. Eso solo le habría servido para terminar peor, si es que me encontraba...en esos momentos no era dueña de mi misma.


Intenté no perder el tiempo al regresar...aunque debía andar con muletas por el destrozo de la pierna y eso limitaba mi movimiento, pero...aún así, preparamos protocolos de emergencia en caso de que lo peor llegara a la ciudad, hicimos planes, arreglamos la sede como pudimos para que todos tuvieran a donde ir.
Aunque ningún plan pareció prepararnos para el día del parto...


Solo lo presenciamos "La Capitana", "El Médico" y yo...y en qué momento. La cosa se complicó y la sangre cobró protagonismo...nunca pensé que se pudieran meter los brazos en el estómago de alguien y que ese alguien siguiera vivo...
Al menos todo salió tan bien como pudo salir, aunque "La Rubia" sigue estando convaleciente, sobre todo porque parece resistirse a la idea de que ha perdido gran parte de su libertad.
Los día fueron pasando...la sede no estuvo demasiado llena, y aún ahora sigue algo vacía, ya que dada la situación actual, hemos decidido esperar a Octubre para reactivar el asunto.
Lo que al principio era incómodo y daba ganas de huir, de algún modo se fue convirtiendo en una rutina sin la que ahora no me imagino.
Contarle ciertas nuevas a "La Capitana" no fue fácil, pero...espero que con el tiempo lo entienda...y poder dejar de pensar que en algún momento la cosa va a descontrolarse de forma agresiva.


Cuando dejamos todo resuelto en la sede, los tripulantes parecían estar con sus más allegados, y no quedaba mucho por hacer, decidimos irnos durante unas dos semanas a la casa del "Mudo". "La Niña" iba a empezar el internado pronto, y sería la última oportunidad de pasar realmente tiempo con ella antes de que continuara con sus estudios, así que...con "La Capitana" y "La Rubia" al cargo, nos fuimos hacia el norte en el primer barco que zarpaba.
Pasé mucho tiempo con ambos y...fue de las mejores épocas, aunque en algunos momentos no podía evitar pensar de nuevo en todo lo que nos esperaba al regresar, pues la amenaza demoníaca no había desaparecido, solo...quisimos disfrutar de estar vivos y del tiempo que tuviéramos, fuera o no el último.
Pude hablar bastante con ella...me gusta cómo piensa y su curiosidad, pero...no creo que sea buena idea estar mucho a solas. No se cómo tratar con niños y metí la pata alguna que otra vez...aunque al final creo que pude arreglarlo. No se, tal vez es que pienso demasiado, pero no me gustaría estropearlo. Le he terminado...cogiendo afecto.


Cuando regresamos, luego de saludar a "La Capitana" y "La Rubia", decidimos ir a dar una vuelta a la feria, donde estuvimos hasta bastante tarde. La nueva madre ha hecho un sistema algo extraño con un pañuelo, para poder llevar al engen- al niño...que raro, siempre que voy a escribir su nombre suelo liarme...
En fin, lo pasamos bastante bien, pero de nuevo solo probé un juego. Tengo ganas de ir un día y poder probarlo todo, aunque tenga que pasar todo ese día allí.




No hemos visitado mucho la capital, no solo por el aviso que nos dieron sobre los posibles ataques en ella, sino porque con la Sede en el puerto, realmente no necesitamos salir mucho. Aún así, poco a poco hemos vuelto a frecuentar más zonas de Ventormenta y a encontrarnos con conocidos que nos han contado cómo les ha estado yendo todo en estos tiempos tan difíciles.
También hemos ayudado a...no quería hacer esto, pero creo que el mote ideal para ella es el de "La Maltratada", porque realmente creo que lo es aunque no parezca ser consciente de ello.
Su familia la envió a informarse sobre el estado de varias casas nobles tras los ataques...pero la atacada fue ella. Las cosas que dijeron sobre su familia...estoy segura de que ya sabían cómo iban a tratarla...y de premio le han dado un simple collar, algo que me extraña bastante tras todo lo visto.


Ahora, el ataque parece haberse concentrado en las Islas Abruptas, un lugar que no tengo la más mínima intención de visitar...aunque hay algunos que están allí ahora, y no creo que sea por los motivos que dicen...porque estoy segura de que ese hombre la ha engañado y las razones que lo han llevado hasta allí no son tan "simples" como la defensa de Gilneas.
De todos modos, ahora solo puedo recabar algo de información y poco más, pues tengo otros asuntos de los que ocuparme...


Volví a visitar el Laboratorio Número 4...aunque el ex-pirata ya estaba muerto...al menos pude sacar la suficiente información como para que ella me la proporcionara, y aunque estoy segura de que se hizo copias, procuro no darle vueltas. Lo importante es que todo parece haber terminado, aunque...ese goblin podría tener información sobre los padres de "La Capitana", pero...no se, creo que por ahora debería concentrarme en el problema mío...lo he pospuesto demasiado.


Fuimos a Crestagrana, para pasar el día y que "La Rubia" pudiera disfrutar de algo de tranquilidad...pero el viaje fue demasiado para ella, y cuando le pregunté se negó a enseñarme la herida...salimos de allí con ella bastante mal, siendo casi cargada por "El Pistolero" y "La Maltratada".
Esa noche...fue algo difícil. Cuando me informé de que su estado era estable, volví a casa...a la que pese a todo, siento que siempre será mi casa.
Tomé la cajita de música y me senté a observarla mientras su melodía no hacía mucho por calmar mi mente. Antes me ayudaba a despejar las ideas, aclaraba ciertos puntos, pero ahora...ahora todo parece ser un caos de dudas. Por un lado está todo en lo que siempre he creído, aquello que me ha ayudado a mantenerme fuerte y seguir adelante pese a todo, y en otro lado...todas aquellas cosas que he ido descubriendo a lo largo de estos meses, y que pese a hacerme débil, ansío como nada...
Mientras escuchaba la melodía, me dormí en algún punto. Otra muestra más de debilidad...antes eso nunca me pasaba, y ahora...me he acostumbrado a dormir tan profundamente que ni la mismísima "Cotilla" podría despertarme con sus gritos de histérica.
Entonces apareció "El Mago"...supongo que llevaba tiempo esperando que volviera sola. La conversación no fue agradable, y solo generó aún más dudas en mi.
Había estado evadiendo el problema, viviendo el momento como si nada más importara, pero...las cosas no se solucionan evitándolas.
Me dio hasta el treinta de este mes para decidir lo que voy a hacer...el tiempo límite no es que ayude a pensar con calma.


Al día siguiente de lidiar con otro tipo de dudas y "problemas", superándolos de modo bastante satisfactorio, hicimos una pequeña carrera por Elwynn y terminamos descansando junto a una fogata en el río...lo malo es que "La Paladina" y yo nos quedamos solas...yo estaba con la cabeza a punto de estallar. Había pasado todo el día dándole vueltas a lo mismo, sin saber qué demonios hacer, pensando si debería renunciar a todo y marcharme, aunque quisiera quedarme, si tenía que terminar con el asunto de una vez por todas...y creo que ella tenía también sus problemas.
Resumiendo, jugamos al dichoso juego de las bebidas con ron y...no se ella, pero yo lo vi como una salida para olvidarme de todo eso en lo que odiaba tanto tener que pensar...las palabras "caballos", "locas" y "caída" definen muy bien la situación que precedió al alba...al menos él no escuchó las de "abandono" y "Mal perdedor"...y es algo que hemos acordado no sacar ante nadie, ella y yo, así que...supongo que para el resto todo quedará en una simple caída del caballo.


El día siguiente lo pasé entre libros. Me da miedo empezar a obsesionarme de nuevo, pero tengo menos de quince días para hallar otro modo de solucionar ésto, o las posibilidades de que para Enero esté muerta van a ser demasiado altas.
Volvimos a salir, luego de que yo intentara calmar mis ojos de búho por las horas de lectura, para no asustar a nadie.
"La Paladina" y yo decidimos intentar encontrar nuestros caballos, que habían huido cuando rodamos colina abajo, pero terminamos encontrándonos con "El Pistolero" y "La Maltratada", que pescaban...bueno, el primero intentaba enseñarle a pescar a ella, pero la pobre terminó con alguna que otra herida...quién diría que la pesca era tan peligrosa.


Pasó algo...curioso. "La Paladina" usó la luz para curar a "La Maltratada". Normalmente lo puedo soportar mejor, pero tras la conversación con el elfo y todo lo que ha pasado últimamente, creo que necesito un tiempo para adecuarme y volver a lo de antes.
Aún así, yo creo que pude disimularlo bastante bien, pero...él pareció darse cuenta y me pidió que lo acompañara a por odre y manzanas a su caballo. Cuando me dijo que lo había hecho para darme un momento, me sentí...rara...pero en el buen sentido.
Creo...que casi merece la pena ser un poco débil por ciertas cosas...
Puede parecer una tontería, y seguramente lo sea, pero un gesto tan pequeño como ese, ayudó a que me aclarase.
Daba igual que fuera más débil, o que no llevara bien ciertas cosas...no quiero perderme nada de eso, me gusta cómo me siento...y voy a intentar mantenerlo.
Esa noche recuperamos al caballo de "La Paladina" y tras un buen rato, regresé a la sede.
Se había acabado el darle vueltas a todo. Envié una carta a "El Mago Gnomo" y ni siquiera esperé respuesta para decirle que iría a Forjaz al día siguiente, porque lo haría me contestara lo que me contestara...y en eso estoy.


Luego de encontrármelo y hablar un poco con él, sigo igual de segura que ayer.
Si, me importa ser débil...no creo que eso deje de importarme nunca, pero...ahora hay cosas que me importan más, y sin las que ya no quiero vivir.
Tengo dos opciones...o encuentro una solución a este problema y quizás pueda vivir como deseo...o sigo el plan inicial y termino con todo.
El problema es que la segunda opción ya no suena tan atractiva como antes...aunque a veces siga cansada, se que va a haber algo después, algo por lo que merece la pena ese cansancio...