domingo, 23 de agosto de 2020

Preparando la marcha

 Agosto, 2020

Llevo demasiado tiempo desconectada de todo, enfrascada en un drama tras otro, y creo que ya es hora de encauzar mi camino.

Me limité a seguir entrenando, estudiando, aprendiendo a ser más fuerte, pero meter bajo la alfombra todo lo que sentía por la matanza en la que me vi involucrada, fuera por las razones que fuera, no cambia el hecho de que aún no he pasado página de todo aquello, y quizás nunca lo haga.

"La Rubia" tiene razón, no puedo seguir los consejos de "El Elfo", o al menos no ahora mismo. No se qué es lo que busca para ayudarme, si es que realmente quiere eso, pero parece demasiado ansioso porque siga el camino que él cree mejor para mi. Y ni si quiera yo misma se qué camino es ese.

Siempre me he dictado por lo que me han dicho otros, por cómo otros me han dicho que debía vivir. Primero mi "Abuela", luego mi "Maestro"...e incluso cuando salí de Ocaso buscando un poco de vida por mi cuenta, puede que todo lo que hice fuera movido solo por aquellos que me habían guiado antes.

Así pues, he tomado la decisión de intentar encontrar mi propio camino, y he llegado a la conclusión de que para eso tengo que volver al principio. Al momento en que salí de Ocaso descuidada pero con ganas de vivir, vivir de verdad, fuera por el tiempo que fuera. Realicé mi primer viaje sola y sin apenas usar magia, llevando una ropa sencilla, provisiones en mi vieja mochila y un diario en el que ir anotando mis andanzas. Y eso es lo que pienso hacer ahora, intentar realizar el mismo viaje y ver los lugares que vi hace tanto, y quizás algunos nuevos.

Para empezar, ya he vuelto a Ventormenta. Ahora mismo me encuentro sentada frente a la puerta de mi primera parada, "El Cordero Degollado", donde espero a que me preparen las provisiones que llevaré mañana cuando salga. A mi derecha tengo un grupo conformado por dos humanos y una gnoma...muy extraña. A la humana la conozco, aunque no recuerdo de qué, y la gnoma ¡Es en parte mecánica!.

Retomo la página ahora sentada en el suelo frente a la chimenea de mi habitación en la posada. Al final la noche ha salido interesante, y puede que productiva...

Frente a la taberna encontré a un viejo conocido. Eh...no recuerdo cómo lo llamaba, pero lo renombraré con "El Coletas". Aunque me suena que el mote que le puse tenía algo que ver con todas las peleas en las que acababa metido siempre. Fue agradable ver una cara conocida, solo estuve unas horas por Ventormenta, pero apenas vi a nadie que me sonara.

Al final nos quedamos hablando con la gnoma, o bueno, la mecagnoma, nos habló de que hace unos meses encontraron su tierra, Mecandria. Al final acabé yendo con ella y hablando de muchas cosas. Según ella puede visitarse esa zona, así que tal vez la incluya en mi viaje. Aunque claro, quiero viajar por métodos tradicionales, por lo que no se cuánto tardaría en llegar.

Al final los temas derivaron, como suele ser, en la compañía. Puede que le encargue alguna cosa o dos para mejorarla.

La compañía...otra de las cosas que quiero enderezar. Pensé en abandonarla, muchas veces, pero me he dado cuenta de que realmente es algo que me gusta hacer, además, tengo que vivir de alguna cosa, y aunque ahora no da mucho, espero cambiar eso.

Para empezar tengo que ver qué hacer con la ruinosa sede que compramos hace tanto. El terreno es bueno pero el edificio se sigue cayendo a pedazos, y desde el ataque de la Legión hemos tenido que parar tanto las obras como el mantenimiento, y claro, eso se nota.

Según los últimos informes, porque hace mucho que no paso por allí, las humedades son incontrolables, la torre circular se ha desplomado casi en su totalidad y lo que habíamos dejado a medio reparar está peor que antes.

Mañana espero pasarme por allí y echar un vistazo a fondo antes de emprender mi viaje, el cual no se si deba retrasar un poco, porque sigo sin encontrar una montura adecuada.

En fin, no se lo que me depare todo esto que planeo hacer, pero espero que a finales de año tenga claro qué camino debo tomar, pero sobre todo, llegar a entender de verdad que es lo que yo, Acoremi, quiero hacer de verdad.

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