viernes, 3 de junio de 2016

Posada en Kharazan!

Junio, 2016

Hoy he caminado desde Bosque del Ocaso hasta Ventormenta, en compañía de "La Rubia". Deberíamos haber parado en el camino, pues con el niño se cansa bastante. Ella dijo de alquilar un caballo, mas en su estado no creo que sea seguro que se monte en nada...


Intentábamos encontrar a "La Capitana", a quien no hemos visto desde que se marchó a Bahía del Botín, pero tras comprobar en el Cordero Degollado, el Ermitaño Taciturno resultó no estar vacío, aunque sin rastro de nuestra compañera.
Nos quedamos allí un rato, bebiendo un poco y charlando con algunos conocidos que terminaron entrando. También aproveché para darle al "Pistolero" ese libro de chistes que tenía en casa, a ver si pilla práctica. Así estuvimos hasta que "Busca Pleitos" propuso ir a Forjaz por simplemente dar una vuelta...como no teníamos mucho que hacer en Ventormenta, aceptamos.
Aún así, yo le habría recomendado a "La Pelirroja" que se quedara descansando tras el accidente en chopper que había sufrido. No es que fuera nada grave, pero los golpes en la cabeza siempre son peligrosos...de todos modos he seguido en mi línea de no ponerme demasiado pesada, por lo que al final nos fuimos todos juntos hacia el tranvía subterráneo.


No tardamos demasiado en llegar a Forjaz, donde nos dirigimos a la biblioteca en primer lugar, ya que "El Señor Pecoso" quería ir allí. Traté de controlarme y no mirar demasiado, hasta que encontré un libro que podría interesar al "Pistolero" y lo llamé para que lo viera, pues sabía que le interesaba el tema que trataba. No se lo había leído, y tampoco parecía quería sacarlo de allí por miedo a que le ocurriera algo. Me gustaría poder comprárselo...no puedo evitarlo, si veo que a alguien le interesa la lectura, me dan ganas de animarlo a que siga. Como cuando le regalé todos esos libros sobre embarazos y partos al "Señor con Coleta"...bueno, aunque en su caso más que por gusto era una necesidad...era...


Allí estuvimos un buen rato, mirando los libros, que no eran pocos. Me gustaría regresar de nuevo por mi cuenta a mirarlos con más calma...recuerdo que hace meses, cuando visité  Forjaz con frecuencia, apenas tuve tiempo de estar en la biblioteca esa...me gustaría remediarlo, ahora que no estamos de viaje.


Intentando no engancharme demasiado con las estanterías, salí a las salas exteriores, donde se exhiben algunos objetos, como por ejemplo un enorme astrolabio Altonato. Realmente era algo digno de verse, sobre todo por lo antiguo que parecía.
"El Pistolero" se acercó cuando estaba mirándolo, y me comentó algo sobre cierto mapa. Como no tenía ni idea a lo que se refería, lo seguí hasta la entrada de la sala...donde vi el mayor mapa que he visto nunca.


No fue hasta que me lo dijo que me fijé de los fallos; Pandaria, Rasganorte o incluso Exodar, no aparecían allí reflejados. Pero...seguramente se trate de un mapa con bastantes años, por lo que es comprensible que no esté actualizado. Aún así, mantengo lo que dije, deberían colocar cerca de allí un mapa actual, para que los visitantes puedan compararlos.


Tras observar el curioso fresco, nos dirigimos hacia Kharanos, ya que planeábamos pasar la noche allí. Intenté disimularlo pero...no tenía la ropa adecuada y me estaba congelando, literalmente. Me alegré más de ver la posada que de llegar a casa cuando era niña.
Allí nos sentamos junto al fuego, para entrar en calor...aunque sin capa y con esos pantaloncitos, el frío piso hacía poco para ayudar a relajarme. 
Pedí varias jarras de cacao con leche, y algunas galletas, pues sabía que a "La Rubia" le encantaría ese menú...y efectivamente, solo por ver como se le iluminaron los ojos, mereció la pena.

Canción escrita por "El Pistolero"
Otro que parecía incómodo era el niño, pues comenzó a darle hipo, molestando un poco a la embarazada. Le sugerí al "Pistolero" que le cantara algo, como la noche pasada, a ver si se calmaba...y de nuevo lo hizo. Me alegra que se esté soltando un poco, y más con la voz que tiene, realmente creo que podría llegar a ser un buen bardo si se lo propusiera. Fue agradable escuchar la dulce melodía mientras observaba el crepitar del fuego...

Cuentan los bardos la historia de un amor,
donde un príncipe, de una muchacha se enamoró
Él se llamaba Duncan, a ella Jenny su padre la llamó,
ambos bailaban en los bosques, el príncipe y su perdido amor

Oh, Jenny, ahora vaga llorando por su amor, 
Oh, Jenny, ya no volverás a sentir su abrazo

Duncan desafió a su padre, el gran y poderoso rey
Jenny le contó a su madre, que le dijo que lo olvidara
El reino sangró, la guerra la tierra cubrió...
Y Duncan y Jenny, se juraron eterno amor

Pero el fuego y la magia de aquellos seres que el amor no soportan,
atacaron el castillo donde su padre mejores tiempos añora,
Duncan a su padre no logró salvar,
y Jenny, con sus lágrimas, el fuego no logró apagar

El tiempo ha pasado, los reinos se han caído, 
la tierra ha cubierto las ruinas...
Pero las estrellas recuerdan, y allí, en salones de reyes ya olvidados,
la pobre Jenny baila con sus fantasmas,
recordando un amor, que a este mundo la ata


Tal y como dije, siempre me ha parecido curioso que la mayoría de historias o canciones tristes siempre tengan que ver con el amor.
Al poco "La Rubia" se fue a dormir, cansada, y yo me quedé sola con "El Pistolero". Claro, que primero ella me dio un beso en la mejilla, antes de irse, y...no es algo que pueda controlar, simplemente me sonrojé. Y mi compañero de fogata no hizo mucho por mejorar el asunto al señalarlo tanto...cuando estás colorada y te dicen que lo estás, lo normal es que te pongas aún más roja, y pese al frío, no me agradó sentir ese calor en las mejillas mientras él se seguía riendo.
Hablamos de varias cosas...antes había sacado el tema de jugar en la nieve, experiencia que viví por primera vez en Rasganorte, y él había comentado sus juegos de niño, con bolas de nieve y amigos, de un modo que sonaba muy feliz. Terminó diciendo que cuando se es niño nada ni nadie puede hacerte daño, al parecer...no voy a negar que eso me deprimió un poco, pues aunque siempre eché en falta ciertas cosas, no ha sido sino hasta que salí de Ocaso, que he podido ponerles nombre con mucha más claridad...
A parte de eso, me enseñó un libro que tomó "prestado" de la biblioteca...uno al que le pude echar un buen vistazo y que me gustaría leerme por completo, aunque sea por curiosidad.
También...me explicó lo que era su anillo, o al menos una parte, pero justo entonces llegó un grupo de viajeros a la taberna.


Se unieron a nosotros, contando alguna anécdota, pues afirmaban ser viajeros. Sin embargo, había muchas cosas que yo necesitaba preguntarle al que podría haber sido mi asesino, así que al verlo bajar a su cuarto, no pude evitar seguirlo, llamando a la puerta, por si realmente se fuera a acostar.
Me invitó a pasar y...bueno, lo cierto es que me respondió a bastantes cosas, aunque se notaba que le costó mucho hacerlo...tal vez aprecio más la información por eso mismo.
Tras un rato de charla y preguntas varias, terminamos haciendo un trato del que espero seriamente no arrepentirme nunca...él me contaría su historia, si yo le contaba la mía, eso si, dentro de tres días. He terminado aceptando por que...no puedo evitarlo, me da mucha curiosidad saber cómo terminó siendo lo que es, y a parte creo que eso podría ayudarme a formarme una imagen más exacta de su persona.
De todos modos...¿Qué es lo peor que podría pasar? Si le contara lo que yo le diga a otros...no considero que esté mal negarlo, pues él habría faltado a su palabra. Y de todos modos, si lo que pretende es sacar información...sobre lo que voy a hablarle...realmente eso no le sirve para nada, y si su verdadero objetivo es él...pues adelante, aunque sería un suicidio.
Realmente espero no arrepentirme de este trato...lo que si tengo claro es que no voy a perjudicar a nadie más, si la única solución es terminar con todo...pues que así sea.

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