martes, 5 de julio de 2016

Recuerdos de un mes extraño!

Julio, 2016

Mucho ha pasado durante el anterior mes, aunque no creo estar de ánimos como para relatar cada pequeño detalle...


Bastante ha cambiado en tan corto período de tiempo, mas en la superficie la dinámica de los días sigue siendo la misma; encargarme de los asuntos de la compañía, visitar el puerto, leer, practicar...
Pero de alguna forma todo se siente distinto...en fin, supongo que llevo una temporada extraña.
Conseguí la armadura que me había ayudado a obtener "El Pistolero". El semi-elfo se contentó con cierta información, junto con ciertos viales que sacó de todo el desastroso asunto.


Llevo un tiempo ya con ella, pero sigo sin adaptarme. Jamás he utilizado una armadura, aunque sea de cuero, y llevarla bajo la toga me resulta sumamente incómodo. Espero poder acostumbrarme a ella antes de que llegue el momento de ir. Por lo pronto, entreno cada día con ella puesta, salvo durante los viajes.
También recuerdo una agradable visita a la feria...bueno, agradable hasta cierto punto...


Disfrutamos de los fuegos, alguna atracción, los animales...aunque esta última parte no me gustó demasiado. Eso de tener animales encerrados solo para que cuatro tontos los vean...
"La Capitana" quería liberar algunos, pero no por pena, sino por ese gusto que tiene por el caos. Me da miedo que algún día cometa una locura sin que "La Rubia" y yo estemos delante...me da casi tanto miedo como lo que estaría dispuesta a hacer por sacarla del aprieto.



Pero sin ninguna duda, lo más destacable de ese día ocurrió cuando "La Capitana", "El Pistolero" y yo nos quedamos solos...no recuerdo a quién se le ocurrió la feliz idea de hacer una carrera en el recorrido que allí se encuentra, apostando que el ganador pediría lo que quisiera...pero desde luego no fue la mejor idea.


Ganó "La Capitana" y...lo que pidió no fue nada agradable. Hizo que "El Pistolero" se paseara sin pantalones por toda la feria mientras gritaba "Solo la gente no guay usa pantalones, yo no uso pantalones porque soy guay" y yo tuve que ir detrás, gritando "¿Alguien ha visto sus pantalones mágicos?". Ese paseo de la vergüenza no es de las mejores experiencias que he tenido...


Cuando llegamos al otro lado de la feria, me ofrecí encantada para ir a por su ropa, la cual "La Capitana" había dejado abandonada al otro lado. Se la devolví, y pude volver a mirarlo en cuanto estuvo tapado. Lo malo, es que "El Pistolero" consiguió la revancha; repetimos carrera y fue él quien ganó, ordenándole a "La Capitana" que se pusiera un mono azul y bailara en plena plaza de la catedral, cantando y lanzando besos a quienes pasaran...mientras él y yo bebíamos vino.
Digamos que eso no le sentó demasiado bien...pero tras mucho convencerla, terminó accediendo, y al día siguiente se presentó para cumplir con su parte.


Tuvo más público del esperado, y aprovechó para inventarse una cancioncita poco agradable sobre "El Pistolero" y yo, acusándome a mi de tener algo con un goblin y a él de...no lo recuerdo bien, pero nada bueno, eso seguro.
Terminó el espectáculo y decidió marcharse...aunque cantara en plan broma, me parece que su orgullo terminó herido. la entiendo, pero...ella nos hizo hacer también el ridículo en plena feria.
Al final no probé el vino mientras cantaba, sino que fuimos luego a una zona desde la que se veía el lago, para degustar la botella que habíamos comprado el día anterior...en esa tienda a la que no se si volveré, al menos acompañada...



Tengo que reconocer que el vino me ha terminado encantando. No soy muy dada a tomar alcohol, de hecho apenas he probado el ron y...creo que solo el ron. Pero el vino tiene un sabor tan...único, que temo hacerme adicta. Hice todo lo que me dijo, de saborearlo en serio, y realmente pude apreciar varios matices. Eso si, debo ir con cuidado, después de todo sigue siendo una bebida alcohólica, y con el tema de la magia prefiero ser precavida.
Tras tomar las copas de vino fuimos a su casa y...me terminó de contar lo acordado, del mismo modo que hice yo. Aún recuerdo cómo me sentí cuando me lo dijo, y las ganas que tuve de ayudar...lo curioso es que si hubiera sido sincero desde el principio, también lo habría ayudado...


Tras eso regresamos al lago para terminar la botella y acabé algo achispada. Al menos pude irme sin hacer nada demasiado ridículo...aunque creo recordar que me arrastré un poco saltando el muro.
Al día siguiente, también estuve bastante con "El pistolero", pues parece tener un horario similar al mío. Hizo algo que no me esperaba, aunque supongo que fue lo correcto, y luego intenté enseñarle algo de combate con bastón...aprende rápido, la primera vez gané yo, pero la segunda consiguió vencerme.



En la primera pelea, intenté que me prometiera algo...pero no quiso hacerlo, cosa que me parece bastante mal, pues una apuesta es una apuesta, te guste o no el resultado, si la haces debes aceptarlo...pero tras ganar de nuevo al proponerle yo un "todo o nada", fue él quien consiguió sacarme una promesa...así que en teoría, debo esperar hasta el primer día del próximo año...pero no se si seré capaz de cumplirlo, y menos ahora...
Luego fuimos a su casa, y me lo dio. Me siento más tranquila con ello, y reconozco que pese a los recuerdos, estoy durmiendo mucho mejor desde que lo tengo.
La tarde siguiente la pasé con "El pistolero" y "La Pelirroja", en su mayor parte.



Volvimos a ir a la feria, aunque él no se presentó. Supuse que estaría en casa, tal vez leyendo el libro que le regalé, pareció gustarle, por suerte.
Pero...mis pensamientos y el del resto cambiaron cuando al llegar nos topamos con un hombre que nos aseguró saber dónde se encontraba "El Pistolero"...retenido contra su voluntad.


Nos adentramos en el bosque, siguiendo al tipo que parecía ser todo menos confiable. Allí tuve que darle el brazalete que me había dado a una no-muerta, para que nos ayudara a encontrar su paradero...luego de intentar abusar por medio de un acuerdo de varios miembros del grupo...la soledad del bosque, ya se sabe...



Cuando llegamos a una parte de la zona, en la que supuestamente se encontraba él, descubrimos el engaño; el hombre dejó de fingir y confesó que "El Pistolero" estaría en cualquier sitio, pero que nadie lo había atrapado. Luchamos contra él, quien insistía en que el resto del grupo me matara. Nadie cedió a su chantaje, y de un modo u otro terminamos con él...solo para darnos cuenta de que estaba utilizando un cuerpo, valiéndose de magia para ocultarse...teníamos tres días para que el resto me mataran o regresaría.


Fuimos a la catedral, para que atendieran a los heridos, pues muchos se habían visto afectados en la pelea, sobre todo por una especie de explosión final. Por suerte todos se curaron bien, y no tuvimos que lamentar nada más.


Yo fui a contarle lo sucedido al "Pistolero", y tras darme un ungüento para una de las quemaduras que tenía en la cara, acordamos encontrarnos junto a los grifos...íbamos a ir a ver a "Mamá"...

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