domingo, 1 de abril de 2018

Relatos del pasado!

Marzo, 2018

A veces las ganas de huir agobian más que los propios problemas...


Tras ir a la playa en busca de soledad, "La Rubia" fue a mi encuentro, intentando que volviera con ella.
Intenté ser amable, pero me sentía demasiado agotada mentalmente como para corresponder a sus sonrisas, aunque se que debería haberlo hecho.
Una vez de vuelta en el pueblo, no se cómo, pero terminé volviendo a caer...supongo que a estas alturas debería estar acostumbrada...



Al día siguiente, decidimos que era momento de emprender la marcha. Salimos al exterior y...la voz de nuestro Timonel, el mismo que había desaparecido, nos sorprendió. Pero no salía del mismo hombre que una vez conocimos, sino del interior de una bestia alada que parecía ser capaz de emular las voces de sus presas para atraer a nuevas víctimas.
Logramos inmovilizarlo, aunque por alguna razón "La Periodista" y "El Paladín Joven" querían mantenerlo con vida. tras un bocado a este último, la bestia encontró su fin.
Nos fuimos de allí tan rápido como pudimos, luego de curar a los heridos, pero en nuestro camino nos topamos con un puente derruido por el que no podíamos pasar.
Cuando empezábamos a plantearnos ideas poco ortodoxas para cruzar, una encapuchada nos pidió que la siguiéramos.
Se hacía llamar Ari, una semielfa que nos llevó hasta su refugio, y de allí a la casa de un no muerto conocido como "Ortiga", quien nos relató parte de la historia de la isla.


Parece ser que los hijos del "Salvador", el líder del lugar, se pelearon entre si, creando una guerra que duró mucho tiempo y acabó con muchas vidas.
Nos habló de su grupo, con el que servía a una maga que a su vez estaba bajo las órdenes del líder.



En una gran batalla, todo su grupo murió a manos de uno de los hijos del salvador, el cual creó a la primera criatura alada (como la que habíamos encontrado) a partir de uno de sus compañeros.
A nuestro narrador, lo  maldijo haciendo que la carne se desprendiera de sus huesos pero sin dejar que muriera. Y a la gnoma que lo acompañaba la convirtió en el primer Cuervo, seres creados para servir al líder.


Tras contarnos el relato, y luego de explicarnos que debíamos destruir las tres torres, una por cada hijo, si queríamos salir de la isla, Ari nos llevó al pueblo abandonado que estaba cerca de allí, para que pudiéramos  descansar hasta el día siguiente.

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