jueves, 31 de marzo de 2016

Llegando a la Cima Kun-Lai!

Marzo, 2016

No pude dormir una sola hora mientras permanecimos en Bahía del Botín. Cuando no estaba con "La Capitana", pasaba el tiempo vigilando la entrada de la taberna, por si nos hubieran encontrado...


Hemos abandonado el Espectro Carmesí II. Ahora, tenemos una pequeña tartana que manejaremos entre las dos, llamada...Mariposa Mortal; dioses, incluso escribirlo me causa algo de...en fin, el tema es que ahora vamos por libre.
Decidimos aprovechar la oportunidad, así pues, aceptamos el trabajo que nos ofreciera la noble para ir a adquirir varias telas a Pandaria, y tras comentar el asunto con algunos allegados, pusimos rumbo al continente.


Por suerte para nosotros, habíamos conseguido a una guía procedente de la zona en la que atracaríamos, así que no estuvimos solos en nuestro viaje.
Dejamos el barco entre Bosque de Jade y la Cima Kun-Lai, comenzando nuestro trayecto en este último sitio. Debo decir que lo que más me sorprendió del lugar fue el frío; los paisajes eran sublimes, pero cuando lo único que te ronda por la cabeza es un fuego acogedor y una mantita, cuesta un poco concentrarse en la belleza de la zona.
Aún así, cuando tuvimos que atravesar las entrañas de la tierra, creo que mi expresión de asombro fue evidente ante la majestuosidad de las edificaciones que se elevaban ante nuestros ojos.


En el interior, un aire solemne impregnaba cada rincón. Me habría gustado quedarme un poco más, pero tras el largo viaje debíamos continuar hasta el pueblo de nuestra guía, quien amablemente se había ofrecido a hacer las veces de anfitriona.



Cuando salimos al otro lado de las montañas, me sorprendió el paisaje que se extendía ante nosotros. En cierto modo, me recordaba a Páramos de Poniente, por el color que predominaba, pero definitivamente bastaban dos pasos en esa tierra para palpar la diferencia.
No solo las salpicaduras de nieve que coronaban algunas colinas eran las que marcaban la distinción, sino...todo; el gélido viento que azotaba el rostro, la majestuosidad de las estructuras colindantes, la curiosa vegetación...en cuanto a esto último, lo que más me sorprendió fueron una serie de árboles que se adivinaban en lo que, según nuestra guía, era un templo. Tanta profusión de vida, tanto colorido, en una tierra que parecía tener que ser yerma, era sin duda un auténtico regalo para la vista.



Cuando llegamos al poblado, deseé que el frió no me afectara tanto, para poder así contemplar a placer la curiosa arquitectura local. Me recordó bastante a la kaldorei, aunque algo más ruda. Supongo que lo estilizado de las edificaciones élficas no es algo fácil de encontrar en otras culturas.
Nada más llegar, se nos ofrecieron deliciosos alimentos...ahora entiendo la constitución pandaren, si yo viviera en estas tierras, seguramente no habría cabido por la puerta. No solo la sopa de carpa estaba deliciosa, sino que el Té de Jengibre me gustó casi tanto como el zumo de melón, y eso es mucho decir. Aunque puede también que el hecho de que estuviera hirviendo cuando yo me sentía un témpano de hielo afectara un poco a mi juicio.



Y aquí me encuentro ahora, sentada en mi jergón escribiendo, mientras los demás duermen. Si, me gustaría seguir su ejemplo, pero estoy intranquila. No creo que escapar de todo ese horror haya sido tan fácil, y de cualquier forma, tengo demasiadas preocupaciones en la cabeza como para poder si quiera echar una cabezadita...necesitamos recuperarla...aunque "La Capitana" parece haberla dado por muerta, yo se que permanece en algún lugar, y no pienso abandonarla. Estoy pensando seriamente en dejar a mi compañera con la noble, con quien parece haber hecho muy buenas migas, e irme yo sola a buscarla.
Claro que, tras lo que vi, la sola idea de separarme de ella me aterra...¿Y si la encuentran? ¿Y si se la llevan? No podría vivir conmigo misma si algo así llegara a pasar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario