jueves, 17 de marzo de 2016

Viajando por Gilneas!

Marzo, 2016

Tras algunos eventos acontecidos en la capital e inmediaciones, "El Cazador" nos dijo que tendría que viajar pronto a Gilneas. Así pues, decidimos que sería interesante hacer el viaje a nivel de tripulación...


No fue nada fácil organizarlo todo, pues ese territorio no es lo que se dice "seguro", pero tras aprovisionarnos e investigar la zona cuanto pudimos, nos embarcamos rumbo a la ciudad que otrora fuera hogar de los huargens.
Llegamos antes de los esperado, atracando tras el faro y utilizando las barcas para llegar hasta este último; el objetivo era tener una vista preliminar de la zona, pues aunque hubiera leído mucho sobre el tema, tanto noticias actuales como pasadas, no podríamos estar seguros de lo que íbamos a encontrar.



Aunque en el barco procuro llevar pantalones por seguridad (no me gustaría pasar por un naufragio con falda) creo que ya me he terminado de acostumbrar a las túnicas, y una vez en tierra eché en falta unos minutos para poder cambiarme.
Subimos el faro y oteamos la zona, divisando a lo lejos, junto al enorme muro, algunas de las máquinas que tienen los renegados apostadas allí.


Desde ese momento, supe que no me iba a sentir demasiado bien durante el viaje. Una cosa es oír hablar de estas tierras, de lo que pasó...y otra muy distinta es ver el territorio invadido por la Horda, contaminado por el añublo y con sus impresionantes construcciones en ruinas...


Tras unos instantes, decidimos seguir con el camino. Nuestra primera parada sería en Puerto Quilla, una zona que parecía haber salido mejor parada que el resto. Cuándo bajamos del faro, tomamos las barcas y nos dirigimos hacia allí.



Lo acontecido aquí no voy a relatarlo al pie de la letra, pues ahora mismo continuo en Gilneas, y no dispongo de todo el tiempo que quisiera para poder entretenerme en los detalles...
Digamos que nada más llegar, nos pusimos a rebuscar en busca de algo de valor, pero que en un momento dado sufrimos el ataque de la Horda. Por suerte, no fue algo demasiado grave. Un jinete pasó volando sobre nosotros...en realidad, sobre el resto del grupo, pues yo me encontraba contemplando una casa que llamó mucho mi atención...
Pero centrándonos en el ataque, tras pasar de largo, nos encontramos con un renegado que estaba por la zona. No parecía querer atacarnos, sino informar de nuestra posición, por lo que desafortunadamente se le dio muerte allí mismo. Entonces surgió el debate...
Algunos queríamos quedarnos, otros marcharse...y para ser sincera, no pude saber muy bien cuál fue el resultado, pues yo misma al ver tanta indecisión, terminé por estresarme un poco y ofrecerme a llevar las monturas alquiladas que habíamos transportado en el barco, de vuelta a la nave.
Permanecí allí durante bastante rato...la razón es simple, no quería inmiscuirme en esa decisión. Bastantes problemas tenía ya "La Capitana" tratando de decidir, como para tenerme a mi por un lado repitiendo que deberíamos ceñirnos al plan inicial por seguridad, y que lo más sensato sería ocultarnos, pero sin continuar con el camino en plena noche.


Sin embargo, pasado un tiempo, recibí un mensaje por el transmisor. Al parecer, un extraño individuo me estaba buscando...
Hacía unos días, en la taberna El Cerdo Borracho, me había encontrado con una extraña carta...Reese no sabía quién la había dejado, pero su contenido me intrigó. Hablaba sobre un paquete entregado a alguien, utilizando iniciales que terminaban por marear un poco. No le di mayor importancia, pero cuando pasados unos días nos encontramos a una elfa, en el puerto de Ventormenta, metida en una caja...dejé una nota en la taberna, para que la persona que hubiera enviado el paquete, si era la misma, me contactara.
A la elfa la habían enviado en un cajón, desde muy lejos, y el mensajero tenía orden de entregárselo a un elfo de la noche si no encontraba al destinatario...o eso entendí yo.
¿Y qué relación tiene todo esto con el extraño individuo de Gilneas? Muy simple, fue él quien recibió mi nota, pues el paquete había sido enviado por su persona.
Me enteré mejor del asunto cuando regresé junto al resto...a parte de averiguar que el grupo se había dividido. Encontrando unos túneles subterráneos, la mitad habían pasado, mientras que "La Capitana", "La Rubia" y otros más se habían quedado.


Una vez allí tuve la oportunidad de hablar a fondo con el desconocido. Según él, la elfa pertenecía a un extraño grupo de Feralas. Toda su gente había sido asesinada por los suyos, pero él se había visto incapaz de matarla. Permanecieron juntos por un tiempo, y finalmente, con el fin de protegerla, la metió en esa caja y la mandó a Ventormenta, esperando que la destinataria amiga suya la recibiera y cuidara por él, hasta que pudieran reencontrarse.
Seré sincera, no me termino de creer ese cuento. Nombró el bastón que portaba la elfa, diciendo que era suyo, lo que me lleva a pensar que tal vez sea ese objeto lo que quiere.
De todos modos, le he dicho que a su "amiga" la enviamos con una sanadora, y en cuanto podamos hablar con ella y corroborar su historia, me pondré en contacto con él para que vaya a buscarla.
Pienso cumplir con mi palabra, por supuesto, aunque sigo pensando que todo esto es demasiado extraño...¿En serio no había otro modo de sacarla de Kalimdor que metiéndola en una caja, de ese modo?


Tras nuestra charla, compartimos nuestras provisiones con él, aceptando tras un largo debate, su propuesta de llevarnos a la vieja mansión del rey, según él un lugar más cómodo y seguro.
Y allí pasamos la noche, con tranquilidad...algo que no abundó al día siguiente...

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