martes, 22 de marzo de 2016

Regreso apresurado!

Marzo, 2016

No permanecimos mucho en la fortaleza, pero no puedo entristecerme por eso, pues el mago no dio nunca muestras de querernos allí. Tampoco es que vaya a culparlo, se declaró neutral y varios miembros de mi grupo claramente no lo son...


El momento de partir llegó junto a un soldado perteneciente a la Séptima Legión; estaba con otros en busca del "Capitán", quien no había obtenido el permiso para aventurarse en el viaje con nosotros.
Me preocupó el posible castigo que recibiera, pero como parecían tener información sobre su paradero, no tuvimos más remedio que colaborar con ellos.
Lo que me sorprendió de ese hombre es que pretendía que lo siguiéramos ciegamente sin hacer ningún tipo de pregunta...definitivamente, jamás podría pertenecer al ejército.


Salimos de allí y avanzamos por Argénteos, siempre con el máximo cuidado y por abandonados caminos que no nos acercaran a la Horda. Llegamos hasta el lugar donde se encontraba "El Capitán", y me alegra decir que pudimos volver a reunirnos con él de un modo satisfactorio.
Cuando la noche estaba en su plenitud, nuestro rumbo cambió...no quisimos irnos antes de cumplir con nuestro primer cometido, por lo que regresamos a Gilneas.


Por suerte la casa se encontraba al norte, y utilizando la magia y la fuerza bruta, alcanzamos la cúspide del muro, subiendo por las montañas; supongo que con el paso del tiempo y la eterna lluvia, esa zona se ha hecho menos abrupta...
Llegamos la vivienda sin ningún contratiempo, y mientras "El Cazador" dejaba un colmillo sobre la tumba que se situaba en frente, creo que todos comenzamos a entender la relevancia de aquel viaje. No importa si muchos no lo entienden, pero los sentimientos son algo complicado, y a veces necesitas realizar alguna acción insignificante e innecesaria para otros con el fin de cerrar una herida profunda.
Desgraciadamente, el momento intenso fue roto por un extraño pandaren que no dominaba del todo nuestro idioma, y que según él, se dedicaba a viajar por todo el mundo en busca de historias que contar...con su cría...si, vaya irresponsable...


Nos guarecimos en la casa, pues la lluvia se tornaba realmente intensa. Aproveché para cambiarme, haciéndome invisible a los demás, claro, y aunque seguía empapada por el agua que caía con tanta fuerza, la sensación de la toga seca fue indescriptiblemente placentera.
De todos modos, no estuve mucho dentro, pues al rato, "La ex-pirata" me pidió que habláramos a solas junto a su pareja...por lo que nos tocó salir, y aunque permanecimos a cubierto, el frío se notaba bastante.


El capitán al que ella creía muerto no lo estaba, es más, había enviado a su compañero para que se la entregara viva o muerta. Ante un problema tal, terminamos decidiendo que lo mejor sería ir cuanto antes al lugar indicado...el Pantano de las Penas. Y allí fuimos...aunque no ese día.
Para agilizar nuestra marcha, nos valimos de un portal hasta Ventormenta, dejando el barco detrás. Pero volveremos a por él...le dejé una nota al mago cerca de su fortaleza, pidiéndole que se trasladara a la capital y que al avisarlo nosotros no hiciera un portal de regreso a su hogar, cerca de nuestro barco.
No he sabido nada de él, pero espero que acceda, o los gastos de este viaje van a dispararse...
Cuando llegamos a la ciudad, yo decidí ir hasta Bahía del Botín, para comprarle a "La Capitana" el sombrero que le había prometido; ya que estaba por la zona,  me pareció buena idea ir hasta la isla...pero ahora no se si arrepentirme o alegrarme de haberlo hecho...

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