miércoles, 25 de mayo de 2016

Cría ambigua!

Mayo, 2016

Hoy el viaje ha sido mucho más tranquilo que nuestra llegada, al menos en el sentido de catástrofes imprevistas...


Tardamos un poco en ponernos en marcha, aunque no solo por la nueva integrante del grupo, una joven pelirroja que nos ha pagado para que la acompañemos a Fiordo Aquilonal, sino por "El Señor Pecoso". No quería montarse, algo incomprensible para mi teniendo en cuenta que sabía a lo que venía...¿O acaso espera cruzar todo el continente a pie?. Finalmente "La Bardo", quien me cae cada vez mejor, lo montó en plan fardo y pudimos emprender el camino.


Me dio algo de pena dejar atrás las comodidades de la fortaleza, aunque miraba hacia delante con el mismo entusiasmo que me atrapa siempre que estamos de viaje...o casi siempre.
Por desgracia parece ser que cuanto más planeo la ruta peor sale todo. Deberíamos haber parado en la pista de aterrizaje, quería comprobar si realmente podríamos manejar el asunto de los mamuts, pues de ser así ahorraríamos bastante. Estos animales son mejores para afrontar la nieve, y podrían cargar más peso, por no hablar de que algunos están preparados para transportar a tres personas a la vez...pero todos mis planes se fueron al garete cuando al acercarnos escuchamos sonidos de pelea...y no una pequeña.


Terminamos dándonos la vuelta al suponer que se trataba de algún tipo de reyerta que había alcanzado niveles desproporcionados...siendo goblins, tampoco me extrañaría tanto.
Así pues, tomamos el camino que nos llevaría directos hasta Cuenca de Scholazar, un lugar en el que esperaba pasar calor gracias a su supuesto clima selvático...¡Ja!



En cuanto entramos en el verde territorio, fuimos recibidos por viento, frío y una débil nevada que no hacía nada por mejorar la situación. Seguimos los caminos hasta alcanzar el campamento en el que me entregarían el frasco, teniendo que cruzar para ello un puente bastante rústico. Procuré no mirar hacia abajo, pues las bestias fluviales son algo que prefiero ver de lejos, o no ver en absoluto.


Allí conseguí el pedido y pudimos descansar dos horitas antes de continuar con el camino...claro que primero tuvimos un problemita con "El Señor Pecoso". Se negaba a superar su trauma con los caballos, dado que había recibido una coz con anterioridad. A ver, si yo entiendo las fobias...pero no puedo entender que vayas hasta Rasganorte con un grupo de gente y supuestamente a trabajar, y te niegues a montar en caballo o carnero...porque también le pedí con toda la amabilidad del mundo que simplemente se acercara al carnero y no hubo forma.
Finalmente terminé diciéndole que lo dejaríamos en Denuedo si se iba a comportar como un niño...y se comportó como uno al largarse sin previo aviso y solo.




Monté en el caballo y fui tras él y "El Señor del Parche en el ojo", que lo había seguido. Aceptó montar el carnero, tras otra charla en la que me dieron de nuevo ganas de amarrarlo a un caballo y mandarlo a galopar por en medio de la selva. Yo regresé con el grupo, y tras esperar a que la pareja volviera, nos preparamos para partir...eso si, antes tuve el placer de conocer a un cazador con la lengua demasiado suelta...me dijo que si volvía a llamarlo de "usted" le pegaría un par de tiros al caballo...y yo le dije que si volvía a amenazarme lo dejaría colgando boca abajo del puente...se rió...tal vez se pensaba que estaba de broma...


Nos pusimos en marcha, dejando a ese prepotente atrás, y alcanzamos Corazón de Río, donde tomamos un par de vuelos que nos dejaron en el poblado Unu'pe; desde allí zarparemos en un barco tortuga rumbo a Cementerio de Dragones. 
Sobrevolamos la pista de aterrizaje, y aunque la zona parecía tranquila, se podía divisar algo de movimiento...



Aterrizamos sin contratiempos y nos dividimos, algunos se fueron a la posada, mientras que uno de los hombres del "Señor del Parche en el ojo", la mujer nueva y yo, nos fuimos a reconocer el terreno...y en qué momento...


A lo lejos nos pareció ver un poblado, presumiblemente horda dada la similitud que tenían sus estructuras con las edificaciones tauren. Nos acercamos, para ver mejor el asunto, y vimos a una especie de cría tauren en el agua, con un cubo...y a un adulto que no era tauren, sino taunka.
Malinterpretamos la situación, intuyo, y al pensar que la cría corría peligro lancé un orbe arcano contra un cúmulo de rocas para llamar la atención del peludo bípedo de casi tres metros de altura. Funcionó, solo que no como creía...esa mole tomó a la cría y huyó con ella hacia el poblado, mandando una pequeña patrulla de reconocimiento en busca de lo que había generado ese ruido.


Poco antes se nos había unido "El Pistolero", que había seguido nuestro rastro hasta dar con nosotros...pero a partir del momento en que el grupito de taunkas salió en nuestra busca, todo fue un ir y venir de roca en roca, distraerlos con algo para escaparnos y finalmente llegar hasta las inmediaciones de Unu'pe solo para darnos cuenta de que habíamos dejado huellas en el tramo de nieve que daba a nuestro escondite.


Puesto que el orbe delator había sido cosa mía, acepté la responsabilidad y tras desvanecerme, corrí cerca del taunka que estaba a punto de divisar nuestras huellas, creando un nuevo rastro todo lo confuso que pude y llamando nuevamente su atención al aparecer tras él, alejada y reventando otra vez un cúmulo de rocas...tanto él como su amigo fueron hasta allí.


Me oculté entre algunas de las estructuras líticas y esperé a que estuvieran de espaldas para volver a largarme, esta vez dando un rodeo que los llevara hasta el hielo, donde les sería mucho más difícil seguirme el rastro. Agradecí enormemente que la capa no fuera fina mientras corría y resbalaba en dirección al poblado...al nuestro, claro.
Pude llegar, jadeante, seguramente colorada y despeinada, pero tras una jarra de hirviente té junto al fuego, no tardé mucho en recuperarme de la carrera. Eso si, debo seguir de nuevo con el entrenamiento físico, pues tras ese primer mes que siguió a la muerte de mi Abuela me abandoné por completo y con mi estancia en Ventormenta la cosa no mejoró...al menos con los viajes estoy volviendo a como estaba antes.



Charlamos distraídamente los que quedábamos en pie...en un momento dado "El Señor del Parche en el ojo" pareció interesado por "El Mudo", aunque supongo que solo quería desviar la atención de su persona, de todos modos la conversación no duró mucho por ese camino...
Poco a poco el grupo fue durmiéndose, hasta que finalmente solo quedamos "El Pistolero" y yo. No se cómo, pero de algún modo terminamos haciendo ese jueguecito de las preguntas, solo que sin bebida. Intenté hacerle aquellas que me dejaran ver si es peligroso para el grupo, si se trata de alguien que disfrute causando dolor, si podría llegar a sentir lealtad por alguien, si se dejaría comprar por cualquiera...desgraciadamente no pudimos hablar mucho y las que quería hacerle sobre robos, avaricia y demás han tenido que quedarse pendientes.
Se que puede mentirme, pero quiero hacerme una idea al menos de la imagen que pretende mostrar, sea o no la verdadera no es que vaya a confiar más o menos en él, simplemente me gusta tener claras ciertas cosas...
Antes de salir de la tienda mientras él se acomodaba me dijo que debía descansar también...espero que se acostumbre pronto al hecho de que yo nunca duermo cuento lo hacen los demás...ni en el mismo lugar, pues preferiría no tener que contestar a más preguntas...

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