martes, 31 de mayo de 2016

Adiós, Rasganorte!

Mayo, 2016

Hoy ha sido una de esas extrañas veces en las que he dejado que me inviten a una bebida...pero mi orgullo no me lo permite, así que seguramente le diga al "Mudo" que añada un pequeño extra de mi parte al pago del "Club de Blanco"...


Tuvimos que esperar a que el supuesto bardo llegara de a saber dónde, por lo que pude disfrutar de una jarra de té junto al "Médico", con quien estuve hablando un rato. A parte de concretar que en Ventormenta hablaríamos más a fondo sobre ese negocio, me contó que nunca había estado en Pandaria o Rasganorte, y que pasó un tiempo en Kalimdor por sus estudios de medicina.
También he podido averiguar que tenemos en común la pasión por ver mundo, es agradable charlar con alguien que no parece querer ir simplemente de un punto a otro sin tener en cuenta el sitio en si.
Le comenté que solo llevaba dedicándome al comercio de forma fija unos dos meses, pues cuando estaba en el espectro apenas hacíamos encargos...realmente no recuerdo ninguno, tal vez el viaje al sur de Kalimdor y los pasajes, pero poco más.
También alabó mi profesionalidad teniendo con el poco tiempo que llevo en el comercio...no voy a negar que el cumplido me gustó bastante, pues aunque no lo parezca, me he esforzado lo mío por mejorar con todo esto.


Realmente  tengo muchas ganas de poder concertar una cita con él en la capital y tratar a fondo el tema de los recursos clínicos para los viajes. "La Pandaren Sanadora" parece ser más experta en curar con su extraña niebla que en los métodos tradicionales, y dado mi interés en poder curarme siempre yo misma o incluso atender heridas no muy graves a otros, teniendo en cuenta que todo lo que he aprendido ha sido a través de libros, creo que podré sacar mucho partido del esa charla. Espero que pueda ayudarme con el tema de los botiquines para los viajes, la sanidad en el barco y demás.


Cuando el supuesto bardo apareció finalmente,  fuimos hacia nuestras monturas y nos pusimos en marcha...claro que primero tuvimos nuevamente una charlita con "El Señor Pecoso", quien sigue empecinado en no acercarse a un caballo, esta vez usando la pobre excusa de su lesión en la espalda...como si caminar durante horas no le fuera a hacer daño...
Finalmente cedimos, y lo dejamos que fuera detrás, a pie.


Atravesamos los amplios bosques, sin encontrar peligro alguno, aunque eso no significa que no hubiera fauna. Los colmipalas abundaban, y debo reconocer que me parecen unos bichos la mar de perturbadores, sobre todo por sus caras.
No tardamos en divisar el extraño artilugio que nos llevaría hasta Komawa, por el aire.


Nos dividimos en dos grupos, para que no se resintiera la madera, y nos preparamos para probarlo. Esperé al último grupo, como siempre...se que puede parecer raro, pero siento la necesidad de esperar hasta que no quede nadie, por si ocurriera algo al irme...no es que vaya a salvar el día yo sola, pero prefiero estar presente en caso de problemas.


Desmonté, acaricié el hocico del caballo para tranquilizarlo, me subí en el extraño vehículo...y disfruté como pocas veces. El aparato iba mucho más rápido de lo que me esperaba, y mientras sentía el viento en la cara, revolviendo mi pelo, miraba como el suelo se acercaba tan rápido hacia nosotros con el increíble movimiento del transporte...simplemente me dieron ganas de quedarme un par de horas yendo y viniendo en eso. Y lo habría hecho, de haber ido sola...pero no quería retrasar al grupo, así que me aguanté y terminé bajando. De todos modos no fui la única que lo disfrutó tanto, "El Médico" y "La Bardo" parecieron pillarle tanto gusto como yo...lástima que no todos se sintieran así.


Nos dispersamos una vez llegamos al poblado y yo aproveché para buscarlo. Finalmente, lo vi haciéndome señas tras unos árboles; me entregó una carta con la información sobre el norte, y de paso me dio el paquete que debería haber recogido yo misma allí. Lo he comprobado, y está perfecto...supongo que si que sabe ser amable, después de todo...
También pude tener una charlita con el supuesto bardo, quien parecía menos alegre que de costumbre. No había tenido suerte encontrando sus objetos, y seguramente vuelva a pagarnos otro viaje para seguir con la búsqueda. No ha querido contarme todo el asunto, y no se qué hacer para averiguarlo...siento que me doy contra un muro, y si no quiere que sepa algo, le basta con mentirme si me pongo muy pesada.


No nos quedamos demasiado en el poblado, y cuando me quise dar cuenta ya estábamos nuevamente en ese divertido transporte. "El Médico" dijo medio en broma que si quería darme otra vuelta...y realmente estuve muy, pero que muy tentada de hacerlo, pues se que tardaré en tener nuevamente la oportunidad...pero el trabajo es lo primero, y aunque no se hubiera quejado, se que la clienta que pagó por acompañarnos hasta Valgarde tenía muchas ganas de reunirse con su grupo. Así pues, dejé a un lado mis ganas de pasarme el día dando vueltas en eso, y enfilé rumbo a nuestro destino. 



Allí cruzamos por un puente en mucho mejor estado que el del día anterior, pero al llegar a la zona nuestra clienta se encontró con que su grupo ya había partido, dejándole una carta en la posada. Al final ha pagado un pasaje y ha venido con nosotros de camino a Ventormenta. 
Cuando tomó esa decisión, "El Señor del Parche en el Ojo" llegaba con un trineo que había conseguido para  "El Señor Pecoso". El pobre no parecía tener muchas ganas de montarse pero finalmente cedió...lo amarramos por su seguridad y galopamos de vuelta a la zona anterior, pues el elevador que nos dejaría en la costa se encontraba cerca.


No fue tan divertido como el anterior. pero nos dejó abajo con bastante rapidez. Ya había avisado al barco por el transmisor, que fondeó cerca de la costa al regresar de la Fortaleza Denuedo, donde recogió a los marineros sobrevivientes del naufragio junto a los restos que habían recuperado y otros cargamentos previamente acordados, por lo que en la orilla nos esperaban varios botes que nos llevaron hasta el navío.
El viaje está siendo muy tranquilo, al menos en cuanto a la travesía en si.



Sin embargo no ha estado exento de entretenimiento. "El Señor del Parche en el Ojo" gastó una bromita a "La Pelirroja" y al "Señor Pecoso"; le dio un papelito a la chica, supuestamente de parte de este último, y era...algo subido de tono. Ninguno de los dos pareció compartir el humor del tuerto, y entre ofensas, un intento de lanzarlo por la borda y la amenaza de un tiro, terminaron por hacer las paces...creo.
A parte de eso "La Bardo" volvió a tocar, y el tuerto bailó con "La Pandaren Sanadora"y...con quien debía hacerlo. Estaba en el camarote, pero al sonido del instrumento terminé por asomarme y gozar del espectáculo...si, sin duda el viaje ha estado interesante...


En algún momento, tanto la pandaren como "El Señor del Parche en el Ojo" se fueron del comedor, supongo que a hablar del marido de la primera...sigo sin entender que la gente se case, en mi opinión, solo trae problemas. Yo me quedé con "El Señor Pecoso", charlando del asunto y compartiendo opiniones, distintas, pero de forma amistosa.
Ahora me encuentro sentada en la mesa de la esquina, tras haber terminado de revisar los contratos que me faltaban. A la vista no tenemos mucho pendiente, salvo lo de "La Dama de la Muerte" y el posible viaje con el bardo.
¡Ah! Y mientras íbamos hacia Valgarde, "El Médico", "La Pelirroja" y yo terminamos conversando sobre la posibilidad de hacer algún viaje solo por placer...algo que parece ya un hecho. Seguramente lo hagamos durante el festival de verano, y todo apunta que será en Tuercespina. Hablamos de quedarnos en Bahía del Botín, pero tras escuchar hablar de una islita (que nada tiene que ver con la de los cadáveres) creo que yo permaneceré allí, yendo a Bahía solo para visitar la taberna o comprar algo. No me apetece mucho quedarme en el Grumete Frito o cerca de Grizzly...claro que la parte buena sería la posibilidad de encontrarme con Tonto-Hermoso y hacerle pagar la humillación...lo malo es que no soy rencorosa con cosas así, y creo que mi sed de venganza se está calmando...

No hay comentarios:

Publicar un comentario