domingo, 29 de mayo de 2016

Seguridad insegura!

Mayo, 2016

Tras ver como "El Señor del Parche en el Ojo" despertaba a su amigo de un tortazo en toda la oreja, me alegra aún más no dormir con el resto del grupo...


Como siempre, salimos con algo de retraso, pero dada la naturaleza de nuestros encargos no es algo que afecte mucho...eso si, el día que tengamos que trabajar con una fecha límite, no se lo que vamos a hacer.



El viaje en barco tortuga fue tranquilo y estable, más de lo que me esperaba teniendo en cuenta al bicho. Eso si, me ha dado algo de pena...lo dirigen de un modo bastante cruel, tentando a la tortuguita sin darle lo que quiere, solo para que nosotros nos aprovechemos de ella...si bien es cierto que el trayecto fue agradable, me alegró bajarme y no participar más en el asunto.


Al arribar, no estuvimos demasiado tiempo en el otro poblado, solo lo justo para entrar en calor y acomodar a "La Criomante", quien debió quedarse junto a "La Bardo" a causa de un...tirón muscular, creo recordar...¿o un desgarro?. El caso es que no debía moverse demasiado. Me sorprendió que cediera, pues estaba claro que la situación no le gustaba nada.


Aproveché el parón para tratarme las heriditas de los pies...no son la gran cosa, pero cuando no dejas de caminar pueden llegar a ser molestas, y curarlas con el frío fue...desagradable, dejémoslo así.
Estaba precisamente con eso cuando el supuesto bardo se me acercó.


De algún modo la conversación derivó hacia sus manos desnudas y conseguí convencerlo para que me dejara revisarlas, quería ver qué demonios era ese brillo verdusco que había visto otras veces. Por desgracia, no logré ver realmente nada salvo un par de vendas en la muñeca izquierda...
No tardamos mucho en partir de allí hacia el Templo del Reposo del Dragón, donde debían entregarme otro de los pedidos. Seguimos hacia el norte, pero intentando atajar, no fuimos por el camino sino campo a través...y casualmente nos topamos con un precipicio que intentamos sortear valiéndonos de cuerda y en mi caso, también de magia.
No voy a extenderme pero...digamos que "El Señor Pecoso" se preparó como un verdadero profesional, afianzó la cuerda, se enrrolló en ella a conciencia...y terminó cayéndose precipicio abajo, dándose un espaldazo que me dolió hasta a mi...y eso que estaba demasiado lejos como para oír bien el golpe.


Diría que su tortura terminó con esa caída, pero al pobre lo amarramos por los tobillos en plan conejo, con el objetivo de bajarlo hasta el seguro fondo del precipicio...y la cuerda se rompió, por lo que terminó rodando aún más. No creo que haga falta decir que el tipo terminó en la miseria...
Cuando todos estuvimos abajo, fui junto al "Señor del Parche en el ojo" tan rápido como pudimos hacia el templo, donde esperábamos encontrar ayuda.


La ayuda fue una camilla, pero como menos es nada, la cargamos y regresamos con el grupo, dispuestos a trasladar al joven tan rápido como pudiéramos.
Así pues, salimos de ese mortal sitio y nos encaminamos hacia la seguridad del templo, donde atendieron al "Señor Pecoso" y...pude averiguar algo.



Seguí al supuesto bardo, que se había alejado del grupo, y harta de tanta intriga terminé enfrentándolo. Acabó enseñándome la muñeca, aunque me costó convencerlo...se trataba de un brazalete con varias gemas de color verde que resplandecían bastante...magia. Confesó que los objetos no aparecían de modo tan fortuito ni milagroso como había afirmado...lo que hace que desconfíe mil veces más de este extraño tipo. Solo espero que no haga nada raro, pues al viaje no le queda demasiado.


Dejamos atrás el templo y nos dirigimos, sin monturas, hasta el campamento que se encuentra al borde de un inquietante desfiladero. Algunos no parecían de acuerdo con seguir, y más con el herido pero, si íbamos a hacerle un portal al día siguiente para que regresara y lo curasen, bien podríamos aprovechar la noche y avanzar un poco.



Todo ha estado bastante tranquilo; he aprovechado para escribir una carta a las chicas, en lo que monto guardia, aunque no se muy bien cómo hacer que les llegue. Ahora me dispongo a regresar, para ver que todo esté en orden...nunca me ha gustado demasiado hacer guardia, pero es una excusa perfecta para tener privacidad y encontrar donde dormir, además, no me gusta dejar mi seguridad en manos de otros mientras estoy inconsciente.
Ojalá tuviera mi cámara, pero se perdió durante el naufragio...realmente me gustaría inmortalizar las vistas desde el lugar que he escogido para vigilar...

2 comentarios:

  1. Por favor... sigue!!! Me encanta como describes los hechos ^^ espero con ganas la nueva entrada del diario!

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    1. Ya lo actualicé del todo! Me alegra que te esté gustando ^^ Y gracias por comentar!!

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