lunes, 28 de diciembre de 2015

La Situación en Páramos de Poniente!

XX-12-15

Hoy es mi tercer día en "Páramos de Poniente". La situación es peor de lo que imaginaba: gente sin hogar, bandidos, piratas, enfermedad...no parece haber descanso para esta gente.

Tras salir del "Cuartel Arroyeste", tomé el camino que lleva directo a estas tierras.



Es notable el cambio drástico al dejar el Bosque de Elwynn...y no solo por el árido terreno, sino porque la desgracia está en la mismísima puerta de los páramos.



La primera imagen que obtienes de esta tierra, es de angustia. Los caminos están plagados de indigentes o malhechores, la mayoría de granjas lucen abandonadas, y criaturas salvajes de todo tipo campan a sus anchas por do quier.
Aún así, pese a las duras condiciones de vida que tienen los habitantes de estas tierras, no todos parecen haber perdido la ilusión. Me emocioné bastante al ver que en estas fechas tan señaladas, habían panameños que intentaban encontrar el lado bueno de la vida, y festejaban...como buenamente podían.

Así pues, decidí quedarme en esa zona dos días enteros, no dejando ese lugar hasta este mismo mediodía.
He ayudado en lo que he podido. Sobre todo en la eliminación de ciertos animales salvajes, que hacían peligrar la vida de los allí presentes, y de paso, aportando un poco de comida para tantas bocas hambrientas.



Anoche compartimos una cena agradable, y los ánimos de los habitantes mejoraron considerablemente. Me gustaría pensar que tras mi paso por allí, las cosas han mejorado aun que sea un poco.
Pero no me engaño, si Ventormenta no envía la ayuda necesaria a estas tierras, no me cabe la menor duda de que las cosas irán solo a peor. Aún así, espero poder volver pronto, y ayudar en la medida de lo posible.
Me han dejado pernoctar allí estos dos días, e incluso he disfrutado de la intimidad de un pequeño baño donde cambiarme. Tan solo he podido limpiarme un poco, así que mi siguiente parada será el "Arroyo de la luna". No quise hacer preguntas sobre el sitio, para no cambiar el ambiente esperanzador que reinaba cuando partí, pero por el nombre es de suponer que haya por lo menos un pequeño riachuelo en el que asearme un poco.
Ahora me encuentro en una especie de granero abandonado, donde espero pasar la noche y descansar. Llegué aquí por la tarde, pero mientras me alimentaba y preparaba un jergón, la noche se me ha echado encima.
Espero dormir hasta el alba, pues estoy completamente exhausta.





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