jueves, 14 de abril de 2016

Aldea Floralba!

Abril, 2016

Cuando desperté llevé como pude al "Señor Bengala" hasta el poblado. Intenté que no me viera nadie, pero uno de los pescadores alcanzó a encontrarme. Por suerte pude tirar al semi-robot tras una barca antes de que se acercara, y contándole una historia sobre que me habían atacado y no quería preocupar a mis amigos; conseguí que me dejase quedar en su cabaña de aparejos, descansando cuanto hiciera falta...


Tras dejar al tipo en el lugar, fui al sitio en el que había dejado a "La Rubia" y "La Capitana", llevándolas hasta la pequeña cabaña. Sin embargo pensé que a ellas sería mejor dejarlas con los demás, para que no vieran al "Señor Bengala" así que enrollé a éste último en unas mantas que habían, por si acaso, y trasladé a "La Capitana" hasta la otra casa. Por desgracia para mi seguía horriblemente cansada, pues no había estado inconsciente sino un par de horas...cuando volvía para llevarme a "La Rubia" me senté unos segundos a recuperar el aliento...no me desperté hasta por la tarde.
Aunque eso no significa que descansara...algunas de mis pesadillas volvieron, no solo las referentes a la luz, sino también las otras, incluso aquellas que había logrado superar.


Lo primero que hice fue salir a hurtadillas con mi bolsa, sin ser vista, y bañarme tras la cabaña, oculta del resto. Cuando estuve presentable fui a encontrarme con los demás.
A quienes primero vi fue a "La Capitana" y al "Capitán"; la primera parecía no recordar absolutamente nada, y el segundo...bueno, seguía algo distante, pero tras lo sucedido el día anterior y sus posibles implicaciones...francamente, no tenía la mente para tratar algo así del modo correcto.
Cuando estuve a solas con mi compañera le conté algunas cosas, pero no que había recuperado a Samanta...de todos modos debíamos irnos, pues acordamos presenciar el Festival del Errante y lo mejor sería aparentar normalidad.
Tras asegurarme de que "La Rubia" estaba bien y que no vería al sujeto, le prometí a "La Capitana" explicarle mejor las cosas luego, yéndonos a la celebración.


Estuve la mayor parte del tiempo ausente, la verdad, pues mi mente no podía dejar la paranoia. Ese individuo nos observaba, y no estaría nada contento tras lo sucedido...debíamos actuar con rapidez.
Alejándonos del resto, mi compañera y yo pudimos hablar mejor de todo. Pareció alterada cuando le dije que Samanta era un espectro, yo pensaba que eso ya lo sabía...
Pero no quiero explayarme en todo esto, prefiero simplemente contarlo por encima.
Tras darle la caja "La Capitana" se empeñó en sacarla de su cautiverio, adentrándose en la espesura y toqueteando los botones...milagrosamente lo consiguió. Y allí estaba de nuevo Samanta...esa niña fantasmal con el cuello marcado por la decapitación que acabó con su vida, los cuernos injertados y las garras afiladas, tan similares a las de mi compañera.
"La Noble" nos encontró de algún modo, y la dejé con ella. Yo debía asegurarme que los demás no se acercaran y con la confianza que han ido desarrollando creo que fue una mejor compañía.


Pasó mucho tiempo hasta que finalmente pudimos poner rumbo hacia el Bosque de Jade, guiados por "La Dama de la Muerte". Intenté distraerme con el paisaje, pero pese a la belleza que me rodeaba parecía incapaz de no ver ojos vigilantes en cualquier animal.


Llegamos hasta un lugar llamado Floralba, una encantadora aldea donde descansar y relajarse...cosa que me era imposible hacer.
Me separé del resto y fui a la taberna, aunque "La Dama de la Muerte" ya se me había adelantado reservando camas para todos y entregando los mariscos que había conseguido en Krasarang para que nos preparasen la cena.


Subí para cambiarme y de paso conocer la terraza que había más arriba. Me acerqué a la barandilla que daba a la entrada de la taberna y miré hacia abajo, a mis compañeros de grupo.
Que extraño se sentía todo...últimamente no hago sino pensar en el pasado. Antes sería impensable viajar con tantas personas...la vida cambia demasiado, y todo lo sucedido me ha ayudado a darme cuenta de lo peligroso que es sentir afecto por otros...


Intenté no darle más vueltas al asunto; en el pasado siempre deseaba algo así, y ahora que lo tengo no hago sino pensar en alejarme...en fin, pudimos disfrutar de una maravillosa cena y de otra canción entonada por "La Enana Paladina".


Tras la misma nos dispersamos; algunos subieron a la planta alta y tanto la enana como "El Capitán" optaron por seguir con las enseñanzas de la primera en cuanto a la luz se refiere. Y yo, francamente, tras lo sucedido el día anterior, lo mal que había dormido, mi cuerpo amoratado y mi paranoia general no me sentía capaz de enfrentarme a mi problemita con la Luz Sagrada. Se que estoy retrocediendo en el asunto, pues antes podía ver cómo usaban la luz para herir a otros e incluso curarlos sin apenas denotar nada, pero en ese momento...simplemente estaba demasiado estresada como parar querer verla si quiera. Por ejemplificarlo...es como el claustrofóbico que se obliga a permanecer encerrado durante una hora en un cuarto pequeño, solo para mejorar en su problema, y que con el tiempo puede hacerlo porque se ha hecho más fuerte, sin mostrar apenas reacción exterior aunque por dentro parezca estarse anestesiando mentalmente para no pensar en su situación...si a ese claustrofóbico lo hubieran encerrado en un armario durante 3 días, sometiéndolo luego a varias situaciones de estrés, lo normal es que tarde un poco en volver a estar en esa habitación pequeña...


Decidí dar una vuelta para asegurarme de que no había nada raro y de paso probar un poco más ese extraño experimento que le compré al gnomo, el que saca "fotos"...entonces fue cuando sucedió algo que habría preferido vivir en otro momento...


No lo escuché llegar hasta que habló a mis espaldas, me giré y comenzó la charla...
Prefiero no explayarme con esto, pues ya forma parte del pasado, pero simplemente diré que "El Capitán" ha perdido mi confianza...y ésta no es algo que yo entregue a la ligera.
Lo pasé algo mal esa noche, pues con todo lo sucedido no estaba para más cosas desagradables; pero al día siguiente, tras haber podido dormir al fin cuatro horas tranquila, vi las cosas con perspectiva.
Ya no confiaba en él, eso era un hecho, así que solo se trataba de un simple conocido más con el que viajo. No tengo ningún problema con él, aunque si puedo evitarlo lo prefiero, pues no voy a negar que me ha dolido dejar de pensar en él como mi amigo...se que ha pasado por una racha complicada con la elfa pero...en fin, yo también he tenido bastantes problemas. 
Tuve oportunidad de decírselo en persona, cuando se despidió antes de regresar a Ventormenta junto a la enana, que lo siguió. 



Ahora solo espero que entienda que jamás podremos volver a estar como antes, y que ambos podamos seguir con nuestro propio camino por separado.
Nunca he sido muy defensora de mi maestro, pero no puedo negar la sabiduría de sus palabras...

"El perdón no se le niega a nadie, pero la confianza nunca se recupera"

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