No se qué ocurrió mientras yo permanecía en el suelo, intentando no pensar en lo horrible de la situación...pero cuando me desperté, "El Ninja" estaba amarrado y sin pantalones...
Ignoré un poco al tipo. Seguía cansada, pues apenas había podido dormitar un poco, y mi desconfianza hacia él no hacía sino aumentar. Nos había estado espiando...una de las cosas que más valoro es mi privacidad, y ese tipo...simplemente no me fiaba nada de él.
Pasamos un día tranquilo, y por la tarde nos dedicamos a tomar algo de té mientras la enana paladina nos obsequiaba con una hermosa canción. "El Capitán" también cantó, aunque estaba reticente...es curioso, pero desde hace un tiempo siento que ha cambiado mucho. No sabría explicarlo pero, es como si un enorme muro de hielo se hubiera levantado entre nosotros.
Parecían no haberse percatado del "Ninja" pero, al hacerlo, les resumimos nuestras sospechas. La enana propuso utilizar luz con él, y tras decirle que lo hiciera me apresuré a desaparecer de allí. Es horrible, pero creo que he retrocedido mucho en cuanto a mi problema...se que puede sonar estúpido, pero cuando veo la Luz Sagrada...si la siento sobre mi...es como si me trasladara a aquel oscuro lugar, volviendo a ser una niña indefensa, alguien débil, que no puede protegerse...alguien que no puede hacer más que llorar, gritar y suplicar que pare su suplicio...
No soporto esa sensación, y se que puede sonar absurdo pero...no decidimos nuestros sentimientos, y así es como yo me siento con la Luz Sagrada...
Del interrogatorio al parecer, solo sacaron que el tipo no nos espiaba, pero sigo sin creérmelo. Ese hombre es demasiado sospechoso, y está empezando a agobiarme su seguimiento...
Decidimos que había llegado la hora de seguir, por lo que recogimos nuestras pertenencias y fuimos con nuestras monturas hacia el Valle de los Cuatro Vientos.
El cambio fue impresionante, casi tan increíble como el que se puede ver al salir de Bosque del Ocaso y entrar en Tuercespina.
Vimos una charca a lo lejos y nos acercamos para asearnos un poco...pero el lugar estaba lleno de tortugas, algunas un pelín territoriales, y nos tocó buscar otra fuente de agua.
Por suerte para nosotros, había una especie de aldea cerca con bastantes lugares donde bañarse. Fuimos hacia allí, eso si, parando de vez en cuando para observar las maravillas de Pandaria.
Cuando llegamos a nuestro objetivo no nos detuvimos hasta alcanzar una zona apartada, junto a una cascada, ideal para asearnos con tranquilidad. Algunos pandaren nos miraban de reojo al pasar, aunque a esa hora no es que hubiesen muchos, pero se nota que ya se han acostumbrado a las visitas, por lo que ninguno de ellos nos llegó a parar.
Estuvimos un buen rato allí, disfrutando del agua y de la belleza que nos rodeaba...la cascada era impresionante, pequeña pero increíble. A la luz de la luna sus aguas parecían brillar casi tanto como las hermosas alas de Shei...Shei...lo extraño mucho...
Salí del agua para secarme, permaneciendo apoyada en el árbol mientras veía como "La Capitana" y "La Rubia" seguían divirtiéndose. Me habría gustado quedarme con ellas, pero estaba horriblemente cansada por la falta de sueño, y temí acabar flotando boca abajo...
Sin embargo ocurrió algo extraño..."La Capitana" parecía estar mirando algo, y cuando ambas salieron del agua, fue corriendo hacia la otra orilla con una excusa horriblemente mala. "La Rubia" fue tras ella y yo, viendo las intenciones del "Ninja" me quedé allí intentando hablar con él, para retenerlo.
Entonces fue cuando me confesó algo que me dejó estupefacta.
Según él, nos había estado siguiendo por todo el continente única y exclusivamente por el color de nuestra bandera. Cualquiera que haya visto la bandera de "Mariposa Mortal" sabría ver lo absurdo de tal afirmación. Decía que era de color negro, y que solo por eso ya pensaba que éramos piratas. Si es cierto que la bandera es oscura, pero no es negra como el carbón, y desde luego está muy lejos de parecer una bandera pirata.
Seguía empecinado en lo mismo, dijese lo que dijese...definitivamente, lo de este hombre no es normal. Primero nos aborda en Darnassus para pedirnos que vayamos con él a Pandaria a ayudarlos a combatir algunos males, diciendo que nos han investigado tanto él como su organización, y que necesita nuestra ayuda...y luego nos acusa de piratería, ahora que ni siquiera estamos en el mismo barco y somos apenas cuatro personas, y se dedica a perseguirnos durante todo el viaje por algo como nuestra bandera...nuestra bandera, que es lo menos pirata que hay en el mundo...
Perdí un poco los nervios, aunque menos que la noche anterior. Una cosa es segura, como esto siga así una de dos...o lo mato, o lo denuncio. Espero que sea lo segundo...
Cuando "La Rubia" y "La Capitana" regresaron, nos pusimos en marcha. Por suerte para mis nervios "El Ninja" se quedó atrás, por lo que pudimos llegar al Alcor sin que a mi me dieran ganas de asesinar a nadie...
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