Amanecí en la cama, con un lado de la colcha quemada y la venda del hombro izquierdo cambiada...la herida se me ha abierto...
Sin embargo, tras preguntarle a "La Rubia" parece ser que lo sucedido fue que terminé tan bebida que tuvo que llevarme hasta la cama. La pobre, encima de como está y teniendo que cargar conmigo...
Nos encontramos en la torre, mientras hablaba con "El Señor con Pañuelo". Sigo sin saber muy bien qué pensar de este hombre...es como si en el fondo confiara en él, y eso mismo es lo que aumenta mi desconfianza. No se si me explico...de forma natural parece que no siento ningún tipo de rechazo, pero mentalmente hablando sus comentarios terminan dándome mala espina.
En ese momento, por ejemplo...habló de robar una de las banderas moradas que habían colgadas, y luego dijo que era para regalármela. No se si quiere congeniarse conmigo para tener vía libre con ese extraño hombre de la arena o porque nota mi desconfianza.
Regresamos a la posada para comer algo y a "La Rubia" se le ocurrió una idea para poder repetir el juego de la noche pasada sin que hubiera alcohol de por medio. Planeaba hacer algún tipo de bebida desagradable que sustituyera al ron; acepté encantada por distraerme un poco con algo así y juntas fuimos al bosque a por ingredientes.
Le conté mis dudas acerca del nuevo recluta y tras encontrar varias setas se nos unió "Busca Pleitos", a quien debía hacerle un portal más tarde para que regresara a Ventormenta a tiempo de tomar su barco a Kalimdor.
Juntos terminamos de recoger los ingredientes necesarios y lo acompañamos hacia un aserradero cercano, donde compró un poco de madera para tallar...no sabía que supiera tratar la madera.
Al parecer necesitaba algo más, pero "La Rubia" decidió no adentrarse con nosotros en el bosque y regresó por su cuenta hacia la Vega del Amparo, claro que la acompañamos hasta la entrada,
Por el camino le pregunté por su matrimonio...sinceramente, no creo que yo fuera capaz nunca de hacer algo así. Eso de unirte a otra persona para siempre...creo que el amor hace a la gente débil...no se si a todos, pero a mi estoy segura de que me ablandaría, cosa que espero no suceda nunca.
Seguimos avanzando por el bosque hasta que de pronto escuchamos un grito. Tratamos de seguirlo y nos llevó hasta una casa desde la que salían voces pidiendo auxilio.
Un no-muerto sujetaba a una mujer, manteniéndola inmovilizada. Conseguí incrustarle un orbe de magia arcana entre ceja y ceja, dejándolo inerte, pero la cosa no era tan simple.
La señora, bastante alterada, nos contó que varios no-muertos estaban atacando la zona, conduciéndonos hasta el granero en que se ocultaban la mayoría de pueblerinos del lugar.
Mujeres y niños lloraban, mientras que hombres jóvenes portaban armas rudimentarias y los más curtidos llevaban rifles. Lo que no entendí es porqué las mujeres jóvenes estaban sentadas con los niños, en lugar de empuñar un arma...pero los golpes en la puerta me impidieron decir algo.
Estaban intentando entrar...
La lucha fue bastante dura, mas los aldeanos se portaron como verdaderos soldados. Ocultos por una barricada y dirigidos por "Busca Pleitos" logramos aniquilar a todos los no-muertos que entraron en el granero sin apenas pérdidas.
Pero cuando el fragor de la lucha había sido sustituido por los gritos de victoria, no tardó en instalarse un tenso silencio al escuchar unas fuertes pisadas seguidas de un arrastrar metálico que provenían del exterior.
Uno de los hombres se acercó a la puerta...y un gigantesco gancho lo atravesó, sacándolo del granero tras un reguero de sangre.
"Busca Pleitos" y yo nos miramos con alarma evidente, cuando una cara sonriente perteneciente a una abominación asomó por la gran puerta...tendríamos que enfrentarnos a esa cosa grotesca...
Me preparé para luchar, sabiendo que aún estaba demasiado débil por los cuatro tiros recibidos y de pronto...la caballería llegó. Caballeros argenta que luchaban contra esa cosa valientemente...debíamos ayudarlos.
Salimos al exterior e intentamos colaborar en lo que pudimos, consiguiendo al fin dar muerte a la bestia...pero mi compañero salió herido...
Por suerte los caballeros argenta estaban ahí, y valiéndonos de sus monturas pudimos llevarlo hasta la Vega del Amparo.
Lo colocaron sobre una mesa y curaron de forma experta. Tuve que quitarle la armadura y le trillé el hombro al pobre, pero a parte de eso la curación fue bastante bien. Se le había clavado un trozo de madera, pues la mole lo había lanzado por los aires, y tendría que usar bastón durante un tiempo si quería andar. A parte, le ofrecí el elixir que me quedaba de uno de los frascos de Grizzly, eso ayudaría en algo.
Descansó y comió un poco, pero no tardó en marcharse a través de un portal que le abrí. No sin antes ser el protagonista de una escena curiosa...la recluta bardo, que parecía haberle tomado mucho afecto, se despidió de él y salió corriendo como alma que lleva el viento, pero antes de cruzar el portal "Busca Pleitos" dejó un cuchillo para que se lo diese.
Curioso, me pregunto si será algo en plan "maestro-aprendiz" o diferente...
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