Al día siguiente tuvimos la suerte de encontrarnos con una dama de la muerte que se acercó a la playa al vernos allí. Decidió unirse a nuestro viaje, al menos un tramo, ofreciéndose incluso a guiarnos por la espesura hasta nuestro siguiente destino...
De camino al poblado de pescadores donde esperábamos poder quedarnos visitamos un templo bastante impresionante, aunque no permanecimos mucho tiempo allí.
Una vez en el lugar acordado, nos encontramos con un enorme pez que mantenían cautivo. Nos acercamos inocentemente, admirando al animal hasta que...un pandaren dijo que lo estaban engordando para comérselo luego. A ver, yo como carne pero...no se, eso de cebar al bicho para luego zampárselo me hizo sentir un poco mal.
Tras preguntar por la zona, un pandaren se ofreció a dejar que nos quedásemos en la casa de su primo; al parecer era pescador, y se encontraba en esos momentos en alta mar, sin regresar en unos días.
Allí tuve la oportunidad de hablar con "La Noble" sobre "La Capitana" y con "La Dama de la Muerte". Esta última compró un pasaje hasta Ventormenta por treinta doradas. He pensado ya en unos precios fijos y espero poder consultarlo pronto con las otras dos capitanas. Es mejor tener las cosas claras...
El día lo terminamos junto a la playa, bajo un extraño árbol y disfrutando de la brisa nocturna mientras hablábamos de todo y nada...fue un cambio muy agradable...
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