jueves, 14 de abril de 2016

Laboratorio de Tortura!

Abril, 2016


Me desperté tras conseguir dormir un par de horas y salí fuera a dar una vuelta. Francamente, me sentía peor que si no hubiera dormido en absoluto.
Intenté encontrar al resto y decidí seguir la playa, pero un sonido me detuvo...una serpiente, aunque no como las demás...en su rostro podía divisarse una cámara, sin embargo si no se le prestara atención pasaría por un simple animal.
La ataqué, pero el bicho se resistía a dejar este mundo y tras sostenerla en mis manos vi que señalaba hacia la selva. Sabía que podía ser una trampa, pero a esas alturas el estrés simplemente había hecho mella en mi...tenía ganas de enfrentar lo que fuera, aunque sea para dejar de sentirme tan impotente.


Seguí las indicaciones del robótico animal hasta una zona apartada en la Espesura Krasarang, y ahí estaba de nuevo el pobre grúmel manipulado. Pero eso no fue lo peor...mientras hablábamos, cuatro de sus secuaces, seguramente también manipulados, salieron de entre las sombras con rehenes..."La Capitana" y "La Rubia". Sentí que el corazón se me paraba en cuanto las vi, ambas con cuchillos apretados de forma amenazadora en sus descubiertos cuellos.
El grúmel tenía la sartén por el mango, y lo sabía...mis siguientes palabras deberían ser escogidas con sumo cuidado, pero yo seguía sin saber qué hacer. No quería entregar al "Señor Bengala", sin embargo mis amigas corrían peligro...entonces fue cuando llegó "El Ninja".
Ese maldito...ese hombre se presentó en el peor momento posible, cambiando todos mis planes y precipitando mis acciones pues, al no fiarme de él, no podía seguir hablando con el grúmel.
Ataqué a los que retenían a las chicas y de algún modo conseguí sacarlas de allí, aprovechando que el "Señor Bengala" había aparecido y el grúmel estaba entretenido noqueándolo y prestando atención al "Ninja".
Escondí a ambas en un lugar que pensé seguro y tras escuchar una explosión decidí volver...sin embargo, antes de llegar al lugar en si, encontré una cosa de lo más extraña; una especie de cajita con la que averigué podía usar el mapa. Lo conecté y así fue como encontré el lugar...una escotilla remota parecida a la de Tuercespina. La abrí y descendí por la oxidada escalera hasta llegar a una zona de aspecto abandonado. Seguí los pasillos, nerviosa al dejar a mis compañeras solas, pero sin poder evitar tirar del hilo que había encontrado...y mi curiosidad se vio recompensada, ya que al poco descubrí una extraña máquina.


Investigando el aparatejo terminé dándole a un botón y siendo teletransportada a...no tengo ni idea dónde, pero desde luego ese nuevo sitio no estaba para nada abandonado.
Se escuchaban muchas máquinas de fondo, mas a causa de la oscuridad reinante apenas podía ver algo.
Seguí avanzando como pude hasta que se hizo la luz...eso ya me puso sobre aviso, pero teniendo en cuenta el control que ese individuo era capaz de ejercer sobre todo un continente, tampoco fue tan raro pensar que ya sabía que me encontraba en su laboratorio.


Escuché unos pasos y traté de esconderme, pero fue inútil. El pequeño robot me encontró, aunque no me llegaba ni a la rodilla. Me identificó como "El Sujeto 15467" y dijo algo sobre que estaba fuera de mi lugar, entonces se ofreció a llevarme de vuelta. Acepté, pues me pareció la mejor opción para encontrar algo de interés.
Llegamos a un punto del pasillo en el que habían dos caminos, uno que giraba a la izquierda y a donde me quería llevar el robot y otro que seguía en línea recta hacia abajo...y del que me llegaban varios gritos.
Le dije a mi guía provisional que quería seguir ese, a lo que me respondió que era la cámara del amo y que mi lugar estaba en el otro camino. Tuve que poner fin a su vida...mientras terminaba de apagarse me dijo "Dile a TC-14 que la quiero". Eso me hizo dudar por unos segundos...tal vez fuera una persona antaño...pero no tenía tiempo para nada de eso, por lo que continué hacia delante.


No me resultó difícil entrar...seguramente porque me dejaron. Aunque accedí sin dejarme ver, de algún modo sabía que estaba ahí...dejé de ocultarme.
Delante de mi se extendía un gran trono en el que un enorme gnomo miraba complaciente a su víctima mientras unos extraños rayos parecían estar absorbiendo su vida. Sentía la magia en la sala, y de algún modo sabía que se trataba de...magia vil.
Delante de todo esto se encontraban dos guardias que no sabría describir bien; o eran máquinas acabadas con restos de ignotos o ignotos con restos de máquinas, la cuestión es que se trataba de dos aberraciones que no parecían dejar de vigilar el lugar.
Detrás del trono se podía distinguir un enorme amasijo de carne y metal...la visión de eso era simplemente horrible, y para rematar el ambiente, al rededor de toda la sala habían unas sombras agachadas; no las veía, pero podía escuchar sus siseos...parecían estar rezando...


Recuerdo la conversación como si estuviera escuchándola ahora mismo...

- Fildimac: Si...¡Si! ¡Nos volvemos a encontrar!. ¿No querías un cara a cara? Bien, aquí estamos.
- Acoremi: Muy bonito el sitio -lo miraba abiertamente, trasladando luego la vista hacia el amasijo de carne- Y la decoración.
- Fildimac: Si ¿Verdad? Es precioso...un momento...- hizo un gesto y el amasijo de carne y metal se movió un poco grotescamente, haciendo que una consola apareciera, conectada a él, y se quedara delante del gnomo-.

Tras teclear en la consola, varios rayos salieron de la monstruosidad, claramente de naturaleza vil e impactando en quien estaba siendo torturado..."El Señor Bengala", o como lo conocían allí "El Sujeto Número 3". Intenté no dejar que me afectaran los alaridos de dolor que salían de su garganta.

- Fildimac: ¿Qué decías?
- Acoremi: Veo que estás disfrutando con tu nuevo juguete...
- Fildimac: Disfrutar...eso es poco en comparación con este juguete...roto - se rió, y de la abominación de carne salió una ráfaga de fuego en dirección al torturado...el olor era asqueroso-.
- Acoremi: Vaya, no pensé que te cansarías tan rápido de él...-intenté por todos los medios mantener una expresión neutra-
- Fildimac: No te preocupes querida, no lo hago.

Entonces detuvo el fuego y pude ver al "Sujeto Número 3" como realmente era, un ser prácticamente formado por partes robóticas y con muy pocas humanas.

-Acoremi: ¿Lo creaste tu?
- Fildimac: ¿Quién si no crearía al sujeto? ¿Los dioses antiguos? ¿Los titanes? ¿Algún ente cósmico?
- Acoremi: Así que el perro muerde la mano que lo alimenta...¿Eso es lo que piensas?
- Fildimac: Por supuesto, él podría haber sido alguien grande, tenía potencial pero también tenía...falta de miras...
- Acoremi: O quizás se cansó de ser tu juguete.
- Fildimac: En mi juguete se transformó cuando dejó de seguirme

Seguimos hablando durante un rato, hasta que le pregunté por sus planes y se confirmó la idea que tenía de él...

- Fildimac: ¿Mis planes? Mejorar el propio mundo ¡Moldearlo tal como en mi mente!
- Acoremi: ¿O imponer tu propio orden?
- Fildimac: ¿Acaso no lo entiendes? Mira a tu alrededor allí fuera y dime lo que ves.
- Acoremi: Ya veo, así que así empezó todo esto, creías que podías mejorar el mundo...

La conversación siguió por esos derroteros, con el gnomo gritando a los cuatro vientos que mejoraba a los sujetos y que hacía del mundo un lugar mejor, así como su absurda idea de convertirse en un dios... hasta que finalmente, se cansó de mis respuestas y mandó a sus guardias a por mi...

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