domingo, 21 de febrero de 2016

Charla con el Fantasma!

Febrero, 2016

Estaba revisando algunas facturas, concernientes a los encargos que había aprobado "La Capitana", cuando "El Fantasma" se apareció justo frente a mi...


Sinceramente, este espécimen me tiene ya harta. Intenté ignorarlo, pero su cara atravesó el libro en el que estaba escribiendo, convirtiendo la tarea en un imposible.
Sabe demasiadas cosas...conocía incluso mi intensión de dejar la tripulación. No se si puede leer las mentes, aunque todo apunta en esa dirección, pero por si acaso, no pienso volver a llevar mi diario al barco.
Aún así, dudo que sea capaz de soportar sus insinuaciones y sus comentarios mal intencionados por mucho tiempo. Lo único bueno que tuvo esa desagradable charla, fue que pude averiguar algunas cosas sobre él. Oculta algo...se que es sobre su pasado, y quizás también tenga relación con su muerte, además, parece anclado al barco de forma permanente, sin poder salir. Pero lo que me preocupa, es que dijera que el conocer su historia y su final serían la puerta para que dejara de estar en el barco ¿Será algún tipo de maldición?¿O cometió un acto tan atroz, que de saberlo, haríamos hasta lo imposible con tal de sacarlo del navío?. Comentó que tenía que huir del final, que en el barco estaba seguro...¿Acaso teme encontrarse con alguien si abandona este plano?.
Lo peor no fue la charla, después de todo, ya que tras decirle que un fantasma era inútil en la tripulación, se empeñó en demostrar lo contrario...con demasiado ahínco...


Lo seguí hasta la cubierta, pensando que se pondría a fregarla o algo así, pero lo que hizo fue mucho más grabe. Las velas se hincharon, empujadas por un extraño viento. La cadena del ancla comenzó a sonar, y al acercarme al borde, la vi alzándose. Cuando el navío comenzó a moverse, sentí verdadero pánico, pues no tengo ni idea de como controlar semejante nave. Le grité que si era útil, pero que parara, y al instante todo volvió a la normalidad.
El muy descarado quería sustituir a los marineros que contratara "La Capitana". Que a ver, no es que a mi me gusten, todo lo contrario, pero tenía mis dudas con respecto a su fiabilidad. 
Según él, solo pediría una cosa...y al decirme que no sería dinero, mis avariciosa mente comenzó a especular con el oro y molestias que nos ahorraríamos si aceptábamos.
Dijo querer que el barco siguiera de una pieza, de ahí su interés, y solo tenía dos condiciones...que no indagáramos en su pasado y que le proporcionáramos alguien a quien asustar de vez en cuando.


Demasiado tentadora era su oferta, pues claramente saldríamos ganando. De todos modos, es "La Capitana" quien tiene que aceptarlo, por lo que tan solo pude escucharlo, informándome para comunicárselo luego.
Pasé un momento algo incómodo, cuando el muy miserable nombró a mi Abuela, pero aparte de un grito de advertencia, me supe controlar. No me gusta nada que sepa tanto sobre mi...pero me siento algo más segura, tras lo que ocurrió antes de que se fuera.


Le puse un par de normas...tanto si "La Capitana" lo acepta como si no, ese fantasma burlón va a tener que acatarlas si no quiere que haga lo imposible para torturarlo...
Norma Nº1: No hablará de mi con nadie
Norma Nº2: Si le gusta a una de las tripulantes, excesivamente cariñosa, y tiene su aprobación, que la acose a ella.
Norma Nº3: El camarote es solo para "La Capitana", él no puede entrar
Norma Nº4: No se espía a las personas que se están cambiando
Norma Nº5: No se puede transformar en ningún tripulante
Norma Nº6: Nunca seremos amigos ni nada parecido
Son un poco absurdas, pero es que se las fui diciendo sobre la marcha, según iba haciendo de las suyas...sobre todo con la quinta norma lo pasé bastante mal...
Averigüé también que se llama Jack, y que es vanidoso, pues al decirle si se veía tan feo como para estar transformándose todo el rato en cosas pareció realmente ofendido por vez primera. Y se le escapó que su supuesto atractivo fue lo que desencadenara su final. Lo primero que pensé fue que se trataba de un crimen pasional, pero luego cambié de opinión.


Parece que le toqué la fibra, cuando ante una acción suya, le dije que en vez de ser un amante ajusticiado, tal vez era un enamorado destrozado. Así pues, creo que su amor por alguna mujer lo llevó a la situación actual. Lo bueno, es que pareció tan molesto por que hablara de él, que podría decirse que estamos a mano. Yo no cuento su vida (o lo que supongo de ella) y el no habla de lo que sabe con nadie.
No tardó mucho en marcharse, pero de todos modos preferí no quedarme en el barco...tenía ganas de poner mi diario a salvo, lejos de sus fantasmales manos...

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