Aunque hoy la taberna parecía tranquila, la cosa no tardó en animarse...
Estaba sentada con "El Capitán", luego de haber estado hablando con un enano sobre el estado actual de la ciudad, cuando varios gnomos con una clara obsesión por el rosa entraron y le echaron el ojo a mi acompañante.
No pensé que levantara tantas pasiones, pero tengo que confesar que los gnomos terminaron desatados, persiguiéndolo y tratando de ganarse su corazón...a su manera, claro.
El pobre hombre terminó incluso subiéndose a una mesa para tratar de escapar de sus acosadores, que estaban cada vez más...ansiosos, por conquistarlo.
Reconozco que me reí bastante con la escena, pero cuando intentaron pasar a mayores tuve que intervenir...una cosa es que me parezca gracioso ver como le tiran los trastos con su evidente incomodidad, y otra muy distinta es permitir que abusen de él...que vamos, si no llega a defenderse como lo hizo no me extrañaría que hubiera pasado eso mismo.
Conseguimos hacer entender a sus acosadores que no estaba interesado en ellos, y aunque continuamos un rato más en la taberna, no tardamos en marcharnos de allí...yo creo que "El Capitán" temía que volvieran a intentar algo, sobre todo porque al salir propuso subir a algún tejado bien alto para ver las estrellas, pero yo creo que lo único que quería era mantenerse alejado de los gnomos.
Disfrutamos de la paz de la noche, pero tras charlar un rato optamos por ir al Cerdo Borracho. Allí nos encontramos con dos amigos de "El Capitán", a los cuales invitamos a acompañarnos...aunque lo raro fue el comportamiento de "El Limonero", un extraño individuo al que he visto un par de veces vendiendo limones por la ciudad y durante el torneo en Darnassus. El hombre entró disfrazado de marinero y se sentó con nosotros, hablando de un modo algo extraño...y cuando lo reconocí, se marchó solo para regresar unos minutos después vestido de otro modo.
Es una pena que no nos quedáramos más tiempo, me parece que el hombre estaba practicando para hacer algún tipo de audición teatral y lo podríamos haber ayudado.
Aún así, los elfos con los que estábamos tenían que tomar un barco a Darnassus, y si no querían perderlo debíamos apresurarnos...aunque no sirvió de mucho, justo cuando llegamos al puerto vimos el navío zarpar, alejándose de la costa.
Dimos la vuelta, regresando a los canales junto al enano que nos habíamos encontrado, el mismo de la taberna, solo para toparnos con un rastro de sangre que salía desde el río internándose en un lugar oculto a la vista.
La pared estaba cubierta de sangre, y por la dirección que tomaba resultaba bastante obvio que habían herido a alguien allí, arrastrándolo después hasta el río...teniendo en cuenta que al enano le habíamos visto un cuchillo ensangrentado y que no parecía tener muchas ganas de hablar sobre ello, me parece normal que mi opinión sobre él haya cambiado un poquito.
Seguimos el curso del río, llegando hasta el lago y tratando de localizar el cuerpo o lo que quiera que fuera...pero no me quedé para ver el desenlace del asunto, pues tanto "El Capitán" como el enano desaparecieron, y cuando pudimos encontrarlos, parecían haberse olvidado por completo del resto. Así pues, me marché al barco con "La Rubia", dejándolos a ellos con lo suyo.
Estuvimos hablando durante mucho tiempo, de varias cosas...entre ellas, "La Capitana". Acordamos viajar pronto a Bahía del Botín para interrogar al goblin desagradable de la vez pasada...estoy segura de que sabe mucho más de lo que aparenta, y si vamos a pasar largas horas en alta mar con "La Capitana", creo que cuanto más sepamos, mejor.
Ella terminó marchándose a dormir, y yo hice lo propio tras revisar algunos documentos más, concernientes al barco...es increíble la de cosas que se deben controlar en un navío.
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