En el día de hoy, no he hecho gran cosa. Fui al Cerdo Borracho, y tras pasar unos minutos leyendo un tomo sobre la escuela de ilusión, se me acercó un hombre con ganas de charla...
Fue una conversación algo extraña, hablando de varias cosas y saltando de un tema a otro, pero aún así, interesante. Me ofreció dar un paseo hasta el lago, y acepté. Si soy sincera...pensaba que tramaba algo en mi contra. Tantas preguntas y luego sacarme de la taberna me hicieron dudar, pero no, continuamos la extraña charla en el lago, hasta que ambos tuvimos que marcharnos.
Yo regresé al barco, y pasé el resto del día allí, haciendo inventario y elaborando una lista de tareas pendientes y necesidades que cubrir. Ordené a un marinero que comprara toallas, y dado que puse el dinero de mi bolsillo, no creo que "La Capitana" se moleste...hemos saltado tantas veces de ese barco, que me pareció una buena idea tenerlas allí.
Al anochecer, regresé a la taberna, encontrándome esta vez con "El Ex-Capitán" y con "La Vidente Casposa".
Intentaba embaucar al pobre hombre, aunque éste no parecía interesado. Según ella, sabe hacer trucos de magia, mas no se a qué se refería...sinceramente, dudo que esta anciana sepa si quiera generar una chispa.
Pero la presencia de la mujer se hizo increíblemente agradable cuando vi acercarse a "Busca Pleitos". Lo animé a que dejara a "La Vidente Casposa" leerle el futuro, y al final no pudo resistirse. Le pago dos oros y esperó el vaticinio. La señora, como era de esperar, enseguida empezó a soltar que veía desgracias...pero cuando nombró al hijo de "Busca Pleitos", que no existe, este se levantó indignado, tachándola de estafadora y exigiendo su dinero. La mujer, cómo no, se las dio de ofendida, y cual urraca se negó a devolverle nada, pero la pobre se ve que no sabía con quien estaba tratando, pues el hombre le metió la mano entre sus pechos, rebuscando sus monedas de oro. Todos los presentes contuvimos una mueca de asco, imaginando la textura que tendrían esas dos pasas caídas...pero al final, vimos relucir el brillo de las dos monedas, mientras "Busca Pleitos" se iba a la barra refunfuñando, pero con su dinero de vuelta.
El siguiente afortunado de la noche fue "El Señor del Marche en el Ojo". Por desgracia, no tenía dinero encima (o eso decía él), así que estuvo un buen rato haciendo un trato absurdo con la anciana. Finalmente, pareció dispuesta a leerle la mano. El hombre la extendió, esperando, pero ella decía que no la veía, que la acercara...se la puso a un palmo de su cara, y la vieja seguía con lo mismo...al final le estampó la mano en su arrugado rostro, mientras la mujer decía, agradecida, que así si que veía...sinceramente, no sabía si reírme o...no, si que lo sabía, de echo solté una carcajada sin poder contenerme.
Solo llegué a escuchar como le decía que era un hombre afortunado, con mucha suerte en el juego, pues había quedado con un comerciante dispuesto a venderme un barril de zumo a un precio bastante bueno. Cuando estemos en alta mar, el mantenimiento de zumos sería impensable, al menos desde un punto de vista lógico, pero mientras el barco esté atracado creo que reponerlos no costará tanto...de todos modos, serán barriles pequeñitos, nada importante. Espero que a "La Capitana" no le moleste, pero de todos modos, pretendo elaborar una lista detallada y pedir su aprobación en cuanto la vea.
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