lunes, 15 de febrero de 2016

Pelea naval y cabreo monumental!

Febrero, 2016

Me encontraba en la taberna, conversando con una amiga, cuando "La Capitana" cruzó la puerta de entrada, dando así comienzo a una noche muy singular...


Al parecer, el encargo de "Busca Pleitos" no había sido descartado, y esa noche esperábamos conseguir nuestra venganza con los piratas, y nuestro oro por parte del hombre.
Avanzamos en dirección al barco, para ver si el resto de tripulantes se encontraban allí (obviamente, excluyo a esos holgazanes que "La Capitana" contrató en Tuercespina), pero nos llevamos una sorpresa...por el agujero del camarote, se había colado un gnomo que estaba durmiendo a la bartola como si esa fuera su casa.
Obviamente, el ambiente empezó a crisparse, y tras insinuar que éramos fulanas solo por ser muchas mujeres, decidí alejarme del bicho antes de volver a perder los papeles. Por suerte, "La Chica con Problemas" estaba allí, y me llamó para hablar en privado, una excusa estupenda para alejarme de un posible homicidio...



Me dijo que la huargen que nos había presentado al llegar al barco se quería unir a la tripulación. A este ritmo, tendremos que robar un barco mayor. Le dije que seguramente sería aceptada, y al volver con el resto "La Capitana" me ordenó indicar al timonel el lugar hacia cual nos dirigíamos, el mismo que visitáramos la vez pasada con tan nefastas consecuencias.
Estábamos ya llegando a nuestro objetivo, tras la larga travesía, cuando pude presentarle oficialmente a "La Capitana" los nuevos grumetes. Como esperaba, los aceptó a todos. Pero el momento se vio interrumpido por una densa niebla que comenzó a cubrirnos...los barcos piratas ya estaban a nuestra vista, y "Busca Pleitos" ordenó colocar el navío a estribor de uno de ellos; ahí comencé a mosquearme...¿Para qué contratas a una tripulación con capitán si luego pretendes dar tu ese tipo de órdenes? Para eso alquila un barco, hazte con unos cuantos marineros y embárcate tu solo...


Nos preparamos para el abordaje, y cuando el momento fue el adecuado, alcanzamos uno de los barcos enemigos, disponiéndonos a luchar contra todos los piratas que allí se encontraban.
La batalla fue bastante estresante, "La Capitana" terminó frustrada por no poder asestar varios golpes a uno de los individuos, "Pelo Bonito" le amputó la pierna a otro, y de pronto, como si llegara de la nada, un druida en su forma de oso empezó a repartir cariño con sus colmillos...por suerte, parecía estar de nuestro lado.
El mayor problema consistió en un pirata, apostado junto a las escaleras que llevaban al timón del barco, y que parecía ser indestructible.


Al final, conseguimos darle muerte y acceder hasta el mismísimo capitán, dando fin a su vida de un modo desagradable...se cayó al agua, convirtiéndose en la cena de varios tiburones atraídos por la sangre...
Rápidamente, bajamos por las escaleras hasta llegar a la zona de los cañones, encontrando una verdadera matanza a nuestro alrededor, pues varios cuerpos se apiñaban junto a nosotros, cubriendo de sangre el lugar.


En ese momento, fue cuando comencé a sentirme como una verdadera marinera, haciendo levitar las balas para cargar los cañones y disparándolos a la orden. Conseguimos impactar varias veces en el barco enemigo, el que quedaba plagado de piratas y que a su vez nos bombardeaba, dando su navío por perdido. Entonces fue cuando "La Capitana" me dio una orden que marcaría el final de la noche...tenía que trasladarme, con mi magia, a nuestro propio barco para dar así comienzo al ataque. Debía hacer disparar los cañones en dirección al barco que estaba intentando hundir a mis compañeros...fui todo lo rápido que pude y les hice entender a los holgazanes, que se habían quedado en la retaguardia, que debían disparar los cañones sin errar tiro alguno, hasta destruir el barco enemigo.
Y así lo hice...


Pero tras salir a cubierta, escuchando los gritos de una familiar voz, me encontré a "Busca Pleitos" en el agua, pidiendo que lo subiera antes de ser devorado por algún tiburón. Busqué cuan rápido pude una cuerda, y tras atarla del mástil de un modo algo torpe, tomando nota mental de que cualquier marinero que se precie debe saber hacer un par de nudos, ayudé a subir al hombre.
Me gritó que mandara botes en pos del resto de tripulantes, y lo hice al instante...pero en cuanto todos estuvimos relativamente a salvo, la situación pareció estallar con aún más fuerza que los propios cañones...


Perdí completamente los papeles con el hombre, comportándome como una energúmena delante de toda la tripulación, para mi eterna vergüenza. Pero sigo pensando que la culpa fue suya, se que yo no estaba en ese barco al momento de saltar, pero ¿Cómo se le ocurrió abordar el barco que "La Capitana" había ordenado bombardear? En ese instante solo podía pensar en que había ignorado una orden, una orden del alto mando de ese grupo, porque aunque fuera él quien nos contratara, "La Capitana" es la que manda, si lo que quería era hacer lo que le diera la gana tendría que haberse buscado a un par de marineros que fueran por libre y contratarlos a ellos. Se supone que al adquirir los servicios de un capitán de barco, lo haces porque esa persona sabe manejarse mejor en el mar, y hacer que se acaten sus órdenes con eficacia...sino, ¿Qué pintaba "La Capitana" ahí? ¿Simple adorno?.
La furia que sentí durante esa discusión simplemente fue superior a mi...me sentía frustrada, y no solo porque ese hombre no parecía entender lo grabe de desobedecer una orden directa de la persona al mando, sino por que la misma capitana que tendría que estar defendiendo su autoridad, parecía más preocupada por encontrar vivo al capitán pirata y poder vengarse personalmente...
Cuando "Busca Pleitos" se marchó, entré en el interior del barco, esperando calmarme...pero de la nada salió la maleducada de su noviecita soltando pestes similares a las de su pareja.


Reconozco que ella no se estaba metiendo directamente conmigo, pero si que criticaba los métodos y eficacia de la tripulación, que para el caso, es lo mismo. Me desquicié también con ella, y tras llamarme "ramera" me terminó de explotar la vena de la frente...la insulté usando un lenguaje nada propio de mi, siguiéndola incluso hasta el muelle...pensándolo ahora, fríamente, no quiero ni pensar en las pintas que tenía, en plan murlock salvaje corriendo tras ella y soltando improperios.
Regresé al barco, lanzando mi bastón y clavándolo en la pared, con ayuda de un poquito de magia, claro, y gritando a pleno pulmón el nombre de "La Capitana".
El elfo que se nos había acoplado estaba allí, y sus comentarios malintencionados no ayudaron a que me calmara...temiendo estallar del todo y hacer algo que odiaría luego, recogí mi bastón y me fui de allí, caminando sin rumbo fijo. "La Capitana" iba detrás, intentando hablar conmigo, pero conseguí hacerle comprender que en esos momentos no tenía paciencia para nada...


Me alejé de allí, llegando hasta un lugar apartado en el cual repetí el mismo ritual de la vez pasada, en el callejón de la taberna, solo que en esta ocasión la cosa fue peor...la esfera era una mezcla tormentosa de poderes, combinados y entrelazados que se convertían en un constante derroche de magia...me sentía calmada y eufórica, como la vez anterior...pero esta vez me costó más parar, salir del influjo en el que me vi envuelta...una bestia fluvial rugió frente a mi, haciéndome abrir unos ojos que no sabía cerrados...simplemente miré al animal, y cuando me quise dar cuenta, una explosión arcana lo estaba sacando de este mundo. Eso me hizo abrir los ojos de golpe...regresé a Ventormenta en cuanto me creí capaz, y de allí no demoré en volver a mi casa, en Bosque del Ocaso, donde hice algo que nunca antes había hecho...tomar una pócima que obligara a mi cuerpo a permanecer dormido hasta el alba...

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