Hoy he vuelto a Dalaran, aunque para variar, todos los que me acompañaban, menos "Pelo Bonito", eran magos...
Me encontré con el grupito frente a la taberna, por la noche. Iban a comprar algunos materiales para el joven mago que conociera la vez pasada. Estuvimos en varios lugares, conociendo mejor la ciudad y acompañando al pupilo en sus compras.
De todos modos, yo estaba algo ausente, pues aproveché que estaban ocupados para hacer algunas preguntas, aunque desgraciadamente no conseguí información alguna.
No tardé en regresar al barco, algo cansada por el día que había tenido, dejándolos a ellos disfrutar de sus compras. Pero en el barco, no encontré la tranquilidad que buscaba...
Aunque queríamos hallar un modo de deshacernos del fantasma odioso, tras rechazar "La Capitana" la propuesta que me ofreciera esa misma mañana, terminamos en Bahía del Botín, trabajando codo con codo con el mismo pirata al que le robáramos el barco.
El premio si las cosas salían bien, era bastante jugoso, por lo que nos aguantamos la incomodidad y seguimos adelante. Pero nada salió como esperábamos, ni durante el camino, ni mucho menos al final de nuestra corta pero intensa aventura.
No me extenderé, pero digamos que al final no conseguimos nada, y "La Capitana" terminó siendo rociada por sus propios somníferos, y de manos de "La Rubia", quien tuvo un momento de torpeza.
Arrastramos el cuerpo desmayado como pudimos, e indecisos, pues los enemigos estaban a punto de llegar hasta nuestra posición, terminamos concluyendo que debía hacer un portal hasta Ventormenta.
Ha sido uno de los portales más difíciles que he creado nunca...pude concentrarme, gracias a mi pequeño truco y a la práctica, pero ese día ya estaba exhausta, así que cuando el último de ellos cruzó y yo misma me encontraba ya en la capital, solo conseguí arrastrarme como pude hasta la salida.
Jamás sabré cómo demonios me encontró, pero el caso es que al poco, Shei estaba junto a mi en lo alto de la torre, mirándome con esos ojitos confiados e inteligentes que tiene, Muchos se dejan engañar por su monería, incapaces de ver la increíble inteligencia que se oculta en él.
Me agarré como pude a sus riendas, impulsándome cuanto podía mientras temía que el suelo de la torre se hundiera por el peso del dragón. Cuando mi nublada mente creyó que no me caería, solo pude decirle "Shei...Casa...". Pero él pareció comprender tanto mi estado como la necesidad de volver a Bosque del Ocaso, pues emprendió el vuelo del modo más suave posible, manteniéndose siempre tan cerca como podía del suelo...evadiendo los caminos, claro.
No se si yo misma bajé de encima suyo, o si fue él quien me dejara caer, pero el caso es que esta noche me he levantado en el granero, en la misma zona que estuviera limpiando cuando me visitara "El Capitán". He dormido más de un día...y teniendo en cuenta donde lo hice, casi me sorprende que solo me duelan el cuello y la espalda.
Hacía mucho tiempo que no me forzaba a utilizar más magia de la que puedo manejar en un solo día, por lo que el cansancio fue mayor. No debería haber hecho eso por la tarde...realizar tanta magia de golpe nunca es aconsejable...
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