sábado, 27 de febrero de 2016

Estafando un poquito!

Febrero, 2016

Al final la excusa perfecta se me presentó..."La Capitana" necesitaba su dosis, y aceptó que fuera yo misma a buscársela a Bahía...


Eso si, me llevé el barco, pues me pidió que le dejara a Shei para que hiciera migas con Sam. No se si van a encontrarse mucho, puesto que no tengo planes de llevarlo en el barco, pero creo que es buena idea que se relacione con otros animales...
Cuando llegamos me encontré con un conocido, el mismo con el que había ido a charlar al lago hacía unos días. Se quedó esperando por fuera, y pude entrar a hablar sola con el goblin.


Me contó algunas cosas más sobre "La Capitana", aunque mucho menos de lo que esperaba...de todos modos, teniendo en cuenta que mientras hablábamos estaba torturando a un tipo, digamos que mis habilidades para interrogar no estaban en su máximo esplendor.
La charla se vio interrumpida por un grito que llegaba desde el exterior. Salí tan rápido como pude, pues conocía esa voz.


Al cruzar la puerta me topé con "La Rubia", en el suelo y con una flecha clavada en el tobillo...el hombre del arco que conociera hace días en la posada le había disparado. Según él, el goblin le había pedido custodiar la entrada, y se lo tomó demasiado en serio. Lo alejé con un orbe arcano, no muy fuerte, solo para golpearlo, y atendí a la mujer llevándola luego a la habitación. Continuamos averiguando cuanto pudimos, y al final acordamos ir a la taberna para descansar antes del regreso.
Tuve que deshacerme del torturado del goblin, que resultó ser un esclavista...lo dejé tirado, tal cual estaba, en medio del puerto, apresurándome en regresar con los demás.
Una vez en la taberna, "La Capitana" se nos unió, y tras hacer un trato la mar de beneficioso (para nosotros, claro), accedimos a llevar a un hombre a Ventormenta y partimos enseguida,



Tras estafarle 150 oros, llegamos a la capital, y como gesto de buena voluntad lo acompañé hasta la taberna, para que supiera donde estaba, pues era la primera vez que iba. Nos separamos al llegar a la puerta, y le aseguré que recibiría noticias mías, ya que a parte de sacarle los cuartos le habíamos hecho prometer que colaboraría con nosotros en algunos asuntos. Diría que me siento mal...pero mientras sopeso las monedas que contiene la bolsa que me entregó...no, "arrepentimiento" es la última palabra que se me viene a la mente...

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