lunes, 29 de febrero de 2016

Puñalada en el callejón!

Febrero, 2016

Tras dar una vuelta con Shei por las afueras de la ciudad, me dirigí a la taberna para descansar un poco...pero tranquilidad fue lo último que encontré...


Tomé un delicioso zumo de melón y salí con la idea de volver al barco, cuando del callejón que está al lado de la posada me llegaron unos gritos. Estaban atracando a un hombre, o eso parecía, y aunque lo más sensato hubiera sido llamar a la guardia, mi primer impulso fue el de entrometerme en el asunto.


No fue una pelea demasiado larga, pero por culpa de un descuido por mi parte, uno de ellos consiguió apuñalarme en el hombro izquierdo. El agredido pareció reponerse del susto, y valiéndose de sus puños me ayudó a deshacernos de los rateros. Cuando ya estaban ambos en el piso, se nos acercó un gnomo atraído por el barullo que habíamos montado. Me estaba desangrando, y no es que tuviera una sensación muy agradable en el hombro por lo que los insté a acompañarme al barco, donde podría curarme.


Tuve que insistir al hombre para que entrara, estaba muy renuente a hacerlo. Les dije que podían tomar lo que quisieran de la mesa y fui a ocuparme del hombro. La dichosa herida me dolía horrores, pero conseguí limpiarla sin gritar, mordiendo un trapo. Lo hice todo lo bien que pude, vendando luego mi hombro y poniéndome encima la muda que tenía. Al salir, los dos individuos no parecían haberse hecho amigos en mi ausencia, supongo que sobre todo por la timidez del humano.
No tardó mucho en marcharse, dejándome sola con el gnomo hasta que "Pelo Bonito" llegó, claro que antes de irse averigüé que había nacido en Villa Oscura y que me conocía de vista...a mi y a mi Abuela, a la que le había comprado algunos remedios.



Por el barco, a lo largo de la tarde, pasaron "El Mago Rojo" y "El Capitán", entre otros...incluido el supuesto suplente de uno de los tripulantes que no conozco. Llegó al navío, borracho como una cuba y dejando un bonito regalo en la pasarela...
Le ofrecí algo con lo que limpiarse, aunque su evidente sexismo solo me provocaba lanzarlo por la borda...cuando llegó, "La Capitana" tuvo también que hacerse respetar, pues ante la incredibilidad del marino por ver a una fémina al mando no le quedó otro remedio.
Pasado un rato regresó "El Mago Rojo", junto con "El Mago Azul"...no es culpa mía que ambos vayan siempre con los mismos colores...


El que iba de azul, aunque no habló demasiado, lo poco que lo hizo me recordó la razón por la que no me llevo con muchos magos...me dijo que todo mago debía llevar túnica y bastón...y aunque últimamente he tratado de hacerlo cuando estoy en la ciudad, ante eso me dieron ganas de no volver a usar una toga en lo que me queda de vida. Pero así funcionan la mayoría...con las apariencias, y asociando el poder del mago con el atuendo que luzca...
Pasamos el resto de la noche en el barco, disfrutando de la compañía...y de la promesa de más oro, pues "El Mago Rojo" esperaba conseguir el dinero necesario para viajar con nosotros a Kalimdor; aunque tuve que hacerle precio, de todos modos es justificable...podríamos decir que se trata de un viaje facultativo y que por eso le hicimos una oferta...de todos modos ya tengo más contratos preparados, dejando un espacio en blanco para el precio, el nombre y algunos añadidos.



Salí un momento para buscar algo que calmara el dolor que sentía en el hombro. Me había pasado todo el día intentando ignorarlo, aguantando las ganas de gritar y quejarme...por suerte lo conseguí, pero cuando regresé al barco empezó a hacer demasiado efecto, y temiendo quedarme grogui en la cubierta, opté por regresar a Bosque del Ocaso a lomos de Shei.

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