sábado, 6 de febrero de 2016

Pseudo-Mendigo!

Febrero, 2016

Hoy el "Señor del Puzzle" ha decidido hablarme acerca de su juguetito...dioses, eso sonaba mejor en mi mente...


Aunque debo admitir que le costó bastante, y no porque no quisiera sincerarse...sino por que un supuesto mendigo nos interrumpió en varias ocasiones, llegando incluso a sentarse con nosotros y a tratar de obligarnos a escuchar sus supuestas penas, lo que en mi opinión era una simple estrategia para inspirar lástima. Conmigo no funcionó...me crié en Bosque del Ocaso, donde la muerte y el miedo eran el pan de cada día, y tras mi paso por Páramos de Poniente...en fin, digamos que para mi la categoría de pobreza a adquirido un nuevo significado.


Una enana que estaba por allí trató de quitárnoslo de encima, invitándolo a una copa...pero tras aprovecharse de su generosidad, el individuo subió de nuevo, sentándose con nosotros. No pude más, y susurrándole a mi compañero que lo esperaba en la otra posada del barrio de los Magos me marché. Estoy bastante segura de que ese individuo no era un mendigo...llevaba el cabello perfectamente peinado, cortado sin un solo mechón disparejo, y el bigote estaba pulcramente recortado. Claro que si, "Hola, soy el mendigo del bastón, no tengo para una habitación en la posada, pero eso si, todas las mañanas me afeito sin crearme un solo corte y me engomino el pelo que me queda". Si ese era un mendigo, entonces las cosas en Ventormenta no están tan mal como me yo pensaba.



Cuando el "Señor del Puzzle" se reunió conmigo, propuso trasladarnos a un lugar más privado, y así hicimos. Allí me contó todo lo que pensaba acerca del puzzle, las voces que escuchaba, el lugar en el que lo había encontrado...lamentablemente, no pude estar de acuerdo con él. Espero que encuentre respuestas pronto, si por desgracia está en lo cierto, será mejor prepararse...
Antes de despedirnos, tras un buen rato de charla, me comunicó que había encontrado al segador de la noche pasada, el mismo que llegara de improviso al pequeño riachuelo de Bosque del ocaso, con ambas piernas partidas, regalo del "Señor del Parche en el Ojo" si no recuerdo mal.
Parece estar relacionado con ese tipo, de algún modo en plan "maestro-discípulo" o algo así...no se, el caso es que ofreció nombrarlo mi guardaespaldas. Bueno, más que ofrecer, me lo impuso; de todos modos, rechacé su ofrecimiento con amabilidad, aunque me costó convencerlo. Lo hice, no solo porque aún desconfíe de él (pese a haberse sincerado) sino porque en estos momentos de mi vida, lo que más necesito es intimidad para resolver mis asuntos...y más con el viaje que me espera...

No hay comentarios:

Publicar un comentario