miércoles, 10 de febrero de 2016

El círculo de los dragones!

Febrero, 2016

No tenía sentido posponer la subida, la hora se acercaba y debía estar en la cima antes de que ocurriera...


Comencé a subir, concentrándome en cada paso que daba, temiendo resbalar en cualquier momento. Con esfuerzo, logré llegar por mi cuenta hasta una zona bastante alejada, pero no me engañaba, a partir de allí, sería mejor utilizar la daga.



Clavándola en la tierra con firmeza, fue un soporte importante a la hora de subir la escarpada montaña, casi tan importante como mi magia. Busqué tramos propicios para mi objetivo, evitando al máximo los que se acercaban peligrosamente a la verticalidad. Varias veces tuve que apoyar la mayor parte de mi peso en la mano que sujetaba la daga clavada, y estoy segura que de haber sido un arma normal, la tierra habría terminado por ceder, precipitándome al vació.
Encontré un pequeño tramo más o menos horizontal, y descansé allí por unos minutos. No tanto como quisiera, pues el tiempo apremiaba, y debía coronar la montaña en el momento previsto.
Finalmente, mis manos tocaron la cumbre de tan elevado terreno, y con un gruñido por el esfuerzo, arrastré mi cuerpo hasta la horizontal superficie.


Al fin estaba allí, en el lago...bajé como pude desde mi posición hasta las orillas del mismo; no parecía que fuera tarde, y aunque no quería arriesgarme, me tomé unos momentos para recuperar las fuerzas y beber un poco de agua acompañada del último trago de poción que me quedaba. Sentí mis fuerzas renovadas, y guardando mi toga en la mochila, me preparé para el inevitable baño...aunque después de subir esa montaña, no me parecía una idea tan mala, el único fallo eran las imágenes que mi mente convocaba, imágenes de un ser que emergía de las profundidades y me engullía...o al menos lo intentaba.



Llegué a la otra orilla; tras escurrirme el pelo, quitarme las ropas mojadas y cubrirme con la toga, busqué un lugar en el que descansar y comer algo. Aún tenía tiempo.



Me encontraba dando buena cuenta de la comida que me quedaba e intentando evitar que una desagradable rata me robara algo, cuando observé un comportamiento extraño en los animales. No es que los bichos de esa zona sean muy normales de por si, pero lo que hacían parecía ser aún más extraño. Me apresuré en terminar el pan que me quedaba y recogiendo nuevamente la mochila, me dispuse a seguir a un grupo de putrefactos ciervos que se dirigían, como hipnotizados, a algún destino común.
Entonces fue cuando lo escuché...


Los sonidos se acrecentaban, y los animales parecían acudir en tropel hasta su origen. Me escondí entre un grupo de árboles, y aprovechando la frondosidad de un arbusto cercano, me oculté, dispuesta a observar la escena.
Era algo...místico...mágico...simplemente increíble. Un grupo de dragones feéricos se reunieron en torno a un círculo de setas o champiñones, no se muy bien lo que eran. Las luces comenzaron a surgir, y la energía que desprendían se palpaba en el ambiente. Era hipnotizante...en ese momento entendía a los animales, pues estaba tan atontada viendo el espectáculo que apenas recordaba mis verdaderos propósitos.


Perdí un poco el equilibrio, por un momento, y eso fue lo que me permitió salir del trance. Me senté con ambas piernas dobladas bajo el peso de mi cuerpo y observé los alrededores, buscando. De cuando en cuando lanzaba breves miradas al claro, aún tentada de perderme en la magia que entretejían los seres que allí se encontraban. Los dragones feéricos, claro...los ciervos putrefactos, magia, lo que se dice magia...poca.
No vi a nadie, y al notar un leve cambio en el ambiente, centré mi mirada nuevamente en el círculo. Los sonidos parecían perder fuerza, las luces luminosidad, y tan pronto como había comenzado, el hermoso espectáculo terminó.
Mi objetivo, no tardó en hacer acto de presencia...
Cuando clavé mis ojos en su cuerpo sentí esa desagradable sensación que te ataca al abrirlos demasiado, como si se fueran a salir de sus cuencas. No me moví, no me preparé como pensaba que haría, solo...observé. Al principio me costó identificar la inesperada forma que se erguía frente a mi, pero tras unos momentos, lo pude hacer. Mi cabeza era un torbellino caótico de pensamientos; si la conversación con el elfo me había dejado en shock, carente de reacciones, en esos momentos sentía todo lo contrario. Tenía tantas reacciones luchando por hacerse con el primer puesto, que solo pude quedarme mirando, con ojos de loca, a la figura que se colocaba en el centro del ahora vacío círculo. Se agachó un instante, cerrando los ojos, y colocando una palma de su mano sobre la tierra pareció concentrarse. Luego se levantó y juraría que su rostro esbozó una mueca de fastidio, y al igual que el elfo, desapareció en la nada...su energía ya no estaba allí conmigo.
Tardé mucho tiempo en salir de mi escondite, intentando controlar mis emociones. Cuando me sentí preparada, y pude dejar de temer que reapareciera, me acerqué al círculo abandonado.


No sentí absolutamente nada, y aunque permanecí un rato examinando la zona, terminé aceptando que de allí no sacaría nada en claro. Me alejé del lugar, buscando con la mirada un sitio en el que pasar el resto del día y dormir cuando el sol cayera. Mientras caminaba por ese extraño bosque, desierto, mi cabeza le daba vueltas a demasiadas cosas. Mis preguntas iban en aumento a una velocidad vertiginosa, cada vez que creía dar respuesta a una surgía otra. Y las dudas...o, las dudas...tenía tantas que creía volverme loca. Ya no recuerdo lo que es vivir sabiendo que tu mundo es simplemente lo que es, tener alguna duda superficial, pero nada parecido a esto.
He pasado toda la tarde sentada tras un tronco lo suficientemente grande como para ocultarme. No me cabe duda de que no recibiré más visitas por hoy...él me dijo que en cuanto se fuera, no volvería, y dado que hasta ahora he comprobado que sus palabras eran ciertas ¿Por qué no creerle también en esto?. Me juró que se pondría en contacto conmigo cuando lo creyera oportuno, pero ¿Cuándo será eso? ¿Cuánto tiempo más tendré que esperar hasta saber toda la historia?¿Cómo seguir adelante con mi vida, con mis planes de viaje, con todas estas dudas corroyéndome el alma?
He decidido prescindir de la cena, aunque teniendo en cuenta que ya no me queda comida, es algo bueno. Intentaré dormir, pero sinceramente, dudo que sea capaz de descansar la mente un segundo si quiera...

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