lunes, 29 de febrero de 2016

Sacando riquezas de una tierra pobre!

Febrero, 2016

Me desperté sobresaltada, y cuando pude lograr que mis ojos enfocaran lo que tenían delante, observé al "Capitán", que se había visto obligado a acercarse, pues pese a lo mucho que me llamara no lograba despertarme...


Nos sentamos a conversar un rato, mientras tomábamos café y comíamos algunas de las galletas que él tenía, hechas por "La Enana del Rifle". Al parecer, se conocen desde hace mucho, incluso me contó cómo fue su primer encuentro. Pero la conversación dio un giro inesperado cuando yo, en mi torpeza, saqué a relucir un tema que le hizo bastante daño, 
El ambiente se volvió algo incómodo, pero al final conseguimos aligerarlo un poco...aún así le pedí que me disculpara, pues su ánimo había cambiado radicalmente por mi metedura de pata. 


Tras un rato allí, decidimos salir a dar una vuelta, y dejando a su caballo en el granero, fuimos con Shei hasta Páramos de Poniente, ya que había un lugar que quería visitar.
Siguiendo sus indicaciones, llegamos a una tranquila playa, con un pequeño cobertizo a un lado que usamos para cambiarnos y ponernos una ropa más adecuada.


Al observar el faro, nadamos hasta él para investigarlo un poco. Aunque de aspecto abandonado, encontramos varias cosas allí...en un pequeño muelle privado, había un extraño armario, y al abrirlo, un murlock obsesionado por el reloj que sostenía nos sorprendió con su presencia.
"El Capitán" observó el objeto más de cerca, y adivinando la causa de la fascinación del animal, con un ágil movimiento se lo arrebató, lanzando al agua el molusco que contenía y observando como el murlock se zambullía en su busca...se ve que el hambre en este sitio no afecta solo a los humanos.




Nos quedamos un rato allí, con el reloj en la mano y disfrutando del tranquilo paisaje. Cuando nos pusimos a investigar un poco más el lugar, para ver si encontrábamos algo interesante, "El Capitán" descubrió un globo atrapado en uno de los árboles; al tener la imagen del león dorado, supusimos que era de Ventormenta, arrancado de las manos de algún niño por una ráfaga de viento.
Amarramos el reloj al globo, y lo dejamos ir...cuando lo veía alejándose ya en el horizonte, caí en la cuenta de que deberíamos habérselo entregado a alguno de los lugareños que tantas penas están pasando...pero no dije nada, por no romper el momento...



Tras secarnos fuimos a Ventormenta, dirigiéndonos al barco. Allí nos separamos unos instantes...él fue a buscar algo y yo aproveché para cambiarme, asegurándome por supuesto de que el dichoso fantasmita no pudiera verme en caso de estar cerca. Lo malo es que solo tenía una muda más...ese extraño vestido que había llegado junto con los guantes.
Al regresar "El Capitán", me enseñó una de esas pociones que planea usar en su fiesta, dándomela a probar para ver qué efectos tenía.
En cuanto la ingerí, mi tamaño aumentó de forma desmesurada, llegando incluso a asustar al pobre hombre. Y así nos despedimos, riéndonos por el extraño efecto...aunque yo por dentro no hacía sino preguntarme cuánto tiempo tendría que permanecer así...

No hay comentarios:

Publicar un comentario