miércoles, 6 de enero de 2016

Disparo a un amigo!

Enero, 2016

Pese a estar tan alejada de allí, no puedo evitar pensar en mi último día pasado en Ventormenta...


Estábamos varios miembros de la tripulación junto con la enana que nos acompañara a Los Humedales, bebiendo y pasando el rato en la taberna, cuando mis compañeros marineros fueron informados, del mismo modo que lo fui yo en su día, acerca del misterioso "Reclutador" del Aserradero de la Vega del Este.
Yo procuré mantenerme en silencio, esperando su respuesta. Como la noche no parecía muy animada, decidieron ir a ver de qué se trataba.
La enana tenía asuntos que atender, por lo que fui yo la encargada de conducirlos hasta allí. El clima no nos sonrió, y tuve que echar mano de mi capucha...debo conseguir otra en negro...con esa azul parecía una loca...


Una vez llegamos al aserradero, se produjo un encuentro similar al que viví hace unos días...aunque con distinto resultado.
La verdad es que en un principio me extrañó que la enana hubiera pensado en mis compañeros para tal empresa...pero teniendo en cuenta que según ella, los conoce de hace apenas un mes, es probable que sepa incluso menos cosas que yo acerca de ellos.
El "Reclutador" les contó el problema existente, y el objetivo de su trabajo. Pero a medida que contaba más cosas, mis compañeros parecían cada vez menos dispuestos a embarcarse en su..."proyecto"...
Y cuanto menos dispuestos se mostraban, más frustrado se volvía el "Reclutador". 


Intervine, tratando de hacer ver al "Señor con Coleta" que en la guerra no solo los soldados son de ayuda...pero no sirvió de mucho, pues según el "Reclutador", a él tan solo le interesaban los soldados.
Mi amigo insistió en que no sabía manejar una espada, que sería un peligro en plena batalla...pero el "Reclutador" tiene demasiadas cargas sobre sus hombros, y lo frustró bastante su negativa...



Al final no hubo nada que pudiera decir para hacer cambiar la decisión tomada...mis compañeros se marcharon, y yo acordé reunirme con ellos en la capital...no quería dejar al "Reclutador" en ese estado. 
Parecía un hombre sin apenas esperanza...creo que esta amenaza en ciernes lo ha trastornado demasiado, aunque no me extraña. La Legión Ardiente no es algo que pueda tomarse a broma, y solo un estúpido no tendría miedo.
Intenté en vano de infundarle ánimos, esperando que no fuera tan pesimista con respecto al futuro, pero dudo que este hombre pueda llegar a albergar esperanza alguna si no se libera de algunas cargas...
Al final tuve que irme, pues no creí poder hacer nada por él, quedándome allí...pero la noche no iba a concluir de forma tranquila...


Cuando regresaba a Ventormenta, me crucé con lo que creía era el "Señor con Coleta" transformado en su totalidad.
No pude verlo bien, pues corría a cuatro patas cual bestia, y era increíblemente veloz.
Tras él llegó "La Rubia", apenas en pie por el esfuerzo y despidiéndome a su paso. Di la vuelta al corcel y fui tras ella, ofreciéndome a ayudar. 
Tan solo me contó que el "Señor con Coleta" estaba herido, y que necesitábamos encontrarlo cuanto antes. 
Revisamos los bosques cercanos, y al cabo de un rato pudimos encontrarlo. Esta tirado en el piso, rodeado por un charco de sangre...y cuando estás sobre tierra, un charco de sangre es algo bastante grave...
Por suerte, el "Reclutador" estaba en el camino, cuando nos vio correr desesperados. Ignoro si planeaba ir a la ciudad para seguir insistiendo, pero el hecho es que gracias a él mi compañero ganó unos valiosos minutos de vida. 
Pudo curarlo un poco, aunque no lo suficiente. 


Subimos al inconsciente huargen a mi caballo y lo llevé, todo lo rápido pude, hasta las puertas de la Catedral, esperando que alguien nos ayudara...
No tardó en aparecer un hombre dispuesto a ofrecernos ayuda, justo cuando el resto de mis compañeros conseguían llegar hasta nosotros.
Haciéndolo levitar, pude entrarlo en la Catedral...me tuve que quitar los guantes, por supuesto, ya que los que llevo me resultan incómodos para el uso de la magia, por obvias razones. Aunque nadie parece pensar que el resplandor es causado por otra cosa que no sea el uso inmediato de mi magia.


Gracias a la ayuda del misterioso desconocido, y del Hermano Cassius, la herida pudo cerrarse lo suficiente como para que recuperáramos la esperanza.
No fue un proceso sencillo, y jamás podría saber cuánto duró...pues los agónicos minutos se me hicieron eternos...
Pero finalmente, se dictaminó que el huargen estaba lo suficientemente bien como para ser trasladado.
En un principio, lo llevamos hasta la posada en la que se hospeda la pareja.


Allí "La Rubia" nos contó lo sucedido. Por lo visto un conocido suyo se había puesto más cariñoso de lo debido, atreviéndose incluso a besarla. El "Señor con Coleta", que parece volverse loco con todo lo referente a su pareja, trató de atacar al infeliz atrevido...a causa de su aterrador aspecto, el hombre se puso nervioso y terminó disparando su arma, logrando que el huargen terminara con una bala en pleno pecho...
Nadie sabía dónde encontrar al agresor, así que pospusimos la posible venganza, y de todos modos, al enterarnos que el disparo se había producido en esa misma posada, todos decidimos que lo mejor era trasladar al "Señor con Coleta" cuando antes al barco de la tripulación, que seguía en Ventormenta a causa del estafador del goblin.



Siguiendo el mismo procedimiento anterior, llevamos al "Señor con Coleta" hasta el camarote de la Capitana.
Allí lo dejamos con "La Rubia", ya que tras salir de su inconsciencia, parecían tener ciertos temas que discutir...
La Capitana y yo disfrutamos de unos rones mientras tanto (bueno, en realidad ella, pues yo prefiero no beber alcohol por el momento).
Hablamos un poco de todo, y terminé proponiendo mi mudanza al barco...llevo demasiado tiempo gorroneando a mi amiga. Pero tras volver a casa, cambie de parecer, por lo que supongo, tendrá que aguantar mi gorroneo un poco más.
"La Rubia" salió por fin del camarote...y diciéndonos que la cosa no había ido bien, se marchó de allí. 


La Capitana no tardó en seguirla, y encontrándome sola en ese barco, decidí marcharme a casa, a prepararlo todo para mi viaje.
Esa misma tarde un amigo de Chispancio había entrado en la taberna con un mensaje para mi...si al final emprendía camino hacia Draenor, me daría toda la información necesaria para partir.
Opté por entregarle a él la nota dirigida a Chispancio que planeaba mandarle por correo. Pareció entender lo que significaba, y me dio el grueso sobre...
No lo pude examinar bien hasta llegar a casa...en él se me informaba de mi cometido en el viaje.
Debo conseguir muestras de esas "Alteraciones Arcanas", para que de ese modo los magos que acudan después tengan material por el que empezar. Es decir, que mi objetivo, si viajaba esa misma noche, era el de adelantarles el trabajo.
Si por el contrario me decidía a ir la semana que viene, trabajaría con ellos.
No lo dudé, y metiendo mis pertenencias en mi falquitrera, fui tan rápido como pude al tranvía subterráneo.
Llegué a Forjaz justo a tiempo para atravesar el portal a Draenor...

1 comentario:

  1. :O ese chispancio es un picarón... Piensa siempre en Acoremi xD ...Chispaciolibers presentes jajajajajajajaja

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