Volví a Bosque del Ocaso, cuando la mañana recién empezaba, y pude dormir un par de horas. Aunque no demasiadas...mi cabeza parecía no querer dejar de darle vueltas a mil cosas a la vez, así que tomé la ruta más larga para salir del bosque, por Páramos de Poniente.
El paseo ( o más bien, viaje) me sentó bien, ayudándome a aclarar la mente...y cuanto entraba ya en Bosque de Elwynn, opté por hacer un alto en el Cuartel Arroyoeste, para descansar. Aunque la cosa no salió como planeaba, como es costumbre...
Me disponía a entrar cuando "Compradora Compulsiva" se me acercó. Al parecer se le habían acabado las flechas y quería reabastecerse. Entramos juntas en el cuartel, y para mi sorpresa, escuché la voz del reclutador...bueno, que en realidad es "Capitán", pero supongo que dadas las circunstancias en que nos conocimos en mi cabeza quedó grabada esa palabra.
Estaba discutiendo con un hombre...por lo visto en Elwynn están teniendo serios problemas con los gnolls, y le encargaron a él la tarea de exterminar algunos, supongo que los más peligrosos.
No quisimos interrumpir, y estábamos marchándonos ya cuando "El Capitán" dijo mi nombre. Nos acercamos, y tras presentarle a "Compradora Compulsiva", explicando nuestra presencia allí, nos comentó el problema, preguntándonos si podíamos ayudarlo. Ambas aceptamos, y tras una breve pausa para prepararnos (yo aproveché para comprar agua y lavarme un poco la cara con ella) nos dirigimos al lugar indicado, muy cerca del propio cuartel.
Luego de una breve caminata por el bosque, vadeamos un río de débil corriente...y fue entonces cuando la tranquilidad se esfumó.
Un gnoll desquiciado saltó desde unos arbustos, atacándonos con saña. Pero no sería el único, pues cuando creíamos haber hecho huir a ese despreciable ser, un grupo pareció salir de la nada. A la cabeza del mismo, el que parecía su jefe, nos miraba con esos ojitos desquiciados tan característicos de su raza.
La lucha continuó, con mayor o menor gloria, pero demostrando que subestimamos a nuestros contrincantes. O al menos yo, que pensaba que esos jabalíes humanoides no serían capaces de tocarnos.
En medio de la pelea, escuché un movimiento a mis espaldas, y me giré dispuesta a enfrentar a otra de esas endemoniadas criaturas...pero sorprendentemente, tras de mi se encontraba "La Rubia"...aún no se qué hacía allí, pero debió escuchar la pelea y acercarse a mirar.
No dudó en unirse a la batalla...aunque admito que sus impresionantes lanzamientos de piedra no le salieron como de costumbre, llegando a recibir incluso un mazazo en pleno estómago.
Los demás tuvimos suerte..."El Capitán" se cayó un par de veces, pero devolvió los golpes con ferocidad. Yo conseguí levantar una barrera de hielo a modo de escudo, salvándome de otro golpe más; y "Compradora Compulsiva" aunque acabó estampada contra un árbol, creo que lo que más le molestó fue que uno de los gnolls mordiera (y por consiguiente babeara) su arco.
Al final, cuando estábamos algo cansados por la lucha, y apenas quedaban un par de odiosas criaturas, la pelea pareció llegar a su desenlace de forma apresurada.
Tumbamos a los secuaces del "Jefe Gnoll" y éste, al verse solo, terminó huyendo de forma cobarde. No nos quedamos a averiguar si volvía con refuerzos...
"La Rubia" no parecía estar tan mal, así que nos apresuramos a salir de allí, de vuelta al cuartel. No tardamos mucho en llegar, y mientras "Compradora Compulsiva" pagaba porque limpiaran su arco de babas, los demás fuimos a sentarnos para descansar un poco. Ella no tardó en unirse.
Aprovechando que estábamos reunidos, les hablé sobre el viaje a Uldum. Se mostraron interesados, aunque no terminamos de concretar nada, y temo que al final terminarán por no ir. Quizás "El Capitán" si vaya, pero "Compradora Compulsiva" y "La Rubia"...no estoy muy segura.
No me quedé mucho rato allí, y tras salir del cuartel partí rumbo a Ventormenta. Allí, tras dejar a Shei en el granero, me senté junto al lago y comí lo que preparara en Bosque del Ocaso...bueno, y también me he puesto a escribir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario