lunes, 18 de enero de 2016

Hallazgo inútil!

Enero, 2016

Desde luego, no esperaba avanzar de este modo...



Tras salir de tan agobiante túnel, me encontré al principio de un largo pasillo. Sabía que este sitio sería grande, pero no esperaba que tanto...
A medida que avanzaba el tenue sonido que hacían las ratas sobre el frío suelo se hacía cada vez más escaso. Giré en un recoveco, solo para encontrar un grupo de ataúdes amontonados y vacíos...cerca de una puerta.
Por fortuna, no estaba cerrada, así que pude traspasarla sin dificultades. Al otro lado de ésta, estaba el laboratorio de mi Abuela...


No era demasiado grande, y lo reconocí como suyo al instante. Altas estanterías cubrían toda una pared, llenas de polvorientas botellas...reconocí su letra en las etiquetas que llevaban. Había de todo...venenos, pociones curativas, potenciadores...
En otro rincón, una mesa de alquimia estaba lista para ser usada...salvo por el polvo y las telarañas, claro. En el suelo habían frascos sin etiquetar, algunos derramados. Habían también dos...camillas, o eso parecían, inclinadas hacia delante.
Y lo más importante, empotrada en la pared se podía ver una caja fuerte. A sus pies había un cuadro, otrora colgado para ocultarla, supongo yo.
Me acerqué, con el corazón acelerado por la anticipación de un nuevo hallazgo...solo para sumirme en la decepción. Estaba abierta...y vacía. No había absolutamente nada en su interior, aunque estoy segura de que no siempre fue así. Algo guardaba aquí mi Abuela, algo realmente importante...la pregunta es ¿Vació ella la caja, o fue otra persona?
Seguí dando vueltas por la estancia, algo más desanimada...hasta que me topé con una puerta oculta tras un inmenso tapiz que reflejaba un campo santo en una noche estrellada.
Hice a un lado la pesada tela y traspasé la puerta, que también se encontraba abierta.



Fui a parar a otro túnel, muy similar al anterior...y al final del mismo, saliendo por un agujero bastante oculto, había un largo pasillo.
Esta nueva zona estaba mucho más calmada que la del principio, y pude recorrerla sin problemas. Tardé bastante, eso si. Varios habitáculos se situaban a ambos lados del pasillo, y aunque aparentemente vacíos, creí conveniente investigarlos, por si acaso. No encontré nada en ninguno de ellos, y cuando el pasillo giró en dos direcciones, paré para volver a comer. Además, por mucho mejor que me encuentre, sigo estando herida.
Tras descansar un poco seguí uno de los caminos...y tiempo después el aire pareció volverse menos opresivo, indicándome que la salida estaba cerca. Y así era, tras el cambio en el ambiente llegué a unas escaleras que subían hasta la superficie.
Estaba cerca de la Loma Inhóspita...y de echo terminé yendo en dirección a esa casa, pues quería vadear el río en cuanto fuera posible y marcharme a Elwynn.



Tras cruzar el patio de la abandonada vivienda, me topé con una tumba abandonada...me resultó extraño que estuviera tan apartada del resto. Me preguntó si es la tumba de ese hombre, el de la historia...de todos modos, no perdí mucho tiempo allí y me fui rápidamente hacia el río.
La noche ha caído, y me encuentro sentada en Bosque de Elwynn, un lugar muy distinto al que he dejado atrás.


Al calor de una improvisada hoguera me he puesto a escribir, disfrutando del fresco aire, tan distinto al de esas profundidades...
Hoy he hecho verdaderos progresos...he encontrado el laboratorio de mi Abuela, algo que nunca pensé conseguir. Y me ha llevado apenas un día.
Me pregunto qué habría en esa caja fuerte...¿Otro diario? ¿Más dibujos?¿Estarían allí la carta y el collar que hallara junto conmigo?
Creo que si hay alguien que pueda responder mis preguntas, es Milbus. No tenía ganas de encontrarme de nuevo con él, pero tengo demasiadas preguntas a las que estoy segura el podría dar respuesta...otra cosa es que quiera...
Sea como sea, no pienso apresurarme...de todas formas mi Abuela ya está muerta, y aunque no sepa lo que pretendían conseguir, está claro que me necesitaban a mi...si fuera tan simple como convencer a un mago, no se habrían tomado tantas molestias en instruirme. Quizás la clave esté en sus enseñanzas...o en algo más...¡Maldita sea! Mis dudas no hacen sino aumentar, y estoy harta de hacer suposiciones.

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