sábado, 16 de enero de 2016

Sueños muy reales!

Enero, 2016

Hoy he tenido un sueño de lo más extraño...


Luego de que Shei se durmiera, y tras estar a punto de romperme el cuello de una cabezada, decidí que lo mejor sería regresar a la casa. Preparé mi viejo jergón junto al fuego, y tras tomar otra dosis de poción, me dormí ante el arrullo del crepitar del fuego...

Me encontraba en un hermoso bosque, rodeada de vegetación...árboles, flores y la fresca hierba llenaban cuando mi vista abarcaba.


Aunque no veía a nadie a mi alrededor, de algún modo sabía que no estaba sola...
No se durante cuánto tiempo vagué por esos bosques, pero no parecía capaz de parar. Llegué a un arrollo cercano y vi mi reflejo...en mi rostro no había señal alguna de las heridas que tanto me han atormentado...ninguna marca alteraba mis rasgos...pero aún así, no permanecí mucho tiempo admirando mi reflejo, pues esa imperiosa necesidad de seguir recorriendo el frondoso paisaje me carcomía por dentro.
Llegué a una zona igual de hermosa que las pasadas, pero de algún modo, diferente.



Una de las flores llamó mi atención. Era del más puro tono de rosa que habría visto nunca, con los pétalos de perfecto tamaño, y con un tallo y hojas que le otorgaban un aspecto irreal. No parecía salvaje. Era como una de esas flores que venden en Ventormenta, perfectamente cortada y con las hojas justas, lista para ser regalada.
Sin poder evitarlo, me agaché y traté de tomar la flor...lo conseguí, pero cuando la tenía ya en mi mano, el rosado se había teñido de rojo, y el perfecto tallo estaba lleno de espinas...clavándose en mi carne de tal modo que diferenciar qué era sangre, y qué pétalos carmesíes se volvía una tarea difícil.
Sentí que las fuerzas me abandonaban, y caí en la hierba, con suavidad...no parecía que hubiera aterrizado sobre el duro suelo, sino en una mullida cama.


Cerré los ojos, y mientras notaba como todo a mi alrededor se desvanecía, escuché una suave voz que parecía susurrar a escasos centímetros...

- Todas las rosas tienen espinas, corderito...no puedes tomar lo bueno, sin aceptar lo malo...

Entonces fue cuando desperté, confusa por haber sido arrebatada del sueño...miré alrededor, fijando la mirada en el fuego, y al apoyarme en el piso, noté como algo puntiagudo intentaba traspasar mi guante.
Era la rosa...la misma rosa del sueño, solo que esta vez sus afiladas espinas no consiguieron atravesar el resistente cuero.


Llevo una hora dándole vueltas al asunto...girando la hermosa flor entre mis dedos, y pensando en lo que debo hacer...
¿Busco ayuda?¿ O por el contrario, trato de resolverlo por mi misma, dado que no parezco ser capaz de confiar en nadie?

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