El paseo hasta la aldea ha sido tranquilo, observando la belleza del bosque sin sufrir contratiempo alguno...
Lo que me ha sorprendido es no ver a muchas personas por la zona...en Elwynn ha esta hora ya ves a bastante gente en los caminos. En fin, supongo que los elfos son gentes más tranquilas..si comparamos esto con Villadorada, casi que lo prefiero.
Lo bueno de permanecer durante días en Darnassus, es que he podido dedicarle tiempo a conocer su entorno. En la mayoría de mis viajes me conformaba con llevarme un atisbo del lugar, pero de aquí creo que voy a marcharme conociendo el lote entero.
Los árboles, siendo tan inmensos, te hacen sentir muy pequeña. No puedo evitar compararlos con los de Bosque del Ocaso...allí son más bajos, y aunque densos, la sensación que me transmiten es de...estar arropada, protegida...lo se, suena absurdo teniendo en cuenta que no es un lugar lo que se dice seguro, pero es lo que me transmite, y los sentimientos rara vez son lógicos. Aquí, entre la altura de los árboles y lo solitario del camino...no se, me siento más desprotegida...en fin, supongo que pese a todo, me crié en ese bosque, tiene sentido que lo sienta más reconfortante...o eso quiero pensar.
La aldea no tardó en aparecer delante, y me arriesgué a trepar por un tronco caído para obtener una mejor visión de ella. Después de haber hecho la tonta un rato, bajé y seguí caminando hasta llegar. No estuve mucho, lo justo para almorzar. Comí en la taberna, junto a un elfo cazador que acababa de llegar después de una dura mañana cazando arañas. Me advirtió que tuviera cuidado si me desviaba del camino, pues esos animales abundan por la zona. Tras agradecerle la advertencia y asegurarle que era capaz de defenderme, la charla se volvió más distendida. Me contó que la situación no estaba tan bien en Darnassus como yo pensaba...y al parecer, los rumores de un inminente peligro han llegado también hasta la capital de los elfos. Uno de sus mejores clientes le había afirmado saber, con total certeza, de una expedición en ciernes con el objetivo de viajar a un nuevo lugar de Azeroth, inexplorado.
No se cómo serán de ciertas sus palabras, aunque desde luego, él parecía creérselas. Entre esto y lo que me ha dicho "El Capitán", parece ya un hecho que la precaria paz reinante no durará mucho...
Tras despedirme del elfo, fui en busca del lago que me había recomendado visitar, muy cerca de allí.
No tardé mucho en encontrarlo, y después de un corto paseo divisé las cristalinas aguas. Estuve sentada un rato en el muelle, disfrutando de la tarde y finalizando al fin uno de los tomos que trajera conmigo desde Ventormenta. Pero en cuanto me di cuenta de que al sol no le quedaban muchas horas de vida, emprendí el camino de vuelta a Dolanaar. Ahora estoy recostada en una de las camas de la posada, descansando...espero dormir un par de horas antes de regresar a Darnassus, pues quiero estar fresca para el troneo.
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