sábado, 9 de enero de 2016

Salida apurada!

Enero, 2016

Escribo esto mientras estoy postrada en cama...
Recuperé la consciencia hace apenas unas horas, y tras frustrar los intentos de Chispancio por hacerme comer algo, he decidido escribir un poco para intentar distraerme...escribir siempre me ha relajado mucho, aunque ahora mismo las letras parecen bailar un tanto y no se cuánto aguante...

Supongo que debería empezar por mi viaje a Draenor...bueno, en realidad, por el último día de mi viaje.
Tras leer la misteriosa nota del draenei que me recibiera en el planeta, informándome de unas anomalías arcanas vistas en las inmediaciones de una peligrosa zona, partí prontamente junto con Shei, dispuesta a investigar.
Antes de marchar hacia mi destino, me aseguré dejar en la taberna una misiva, con la misma nota adjunta, por si los magos preguntaban por mi.
Estaba previsto que llegaran al amanecer, aproximadamente, y yo no sabía cuánto tiempo me llevaría encontrar las anomalías arcanas.


Como pensaba que tardaría un tiempo en localizar la zona indicada, dejé a Shei en un lugar relativamente seguro. Él también había sido sacado de su sueño bruscamente, y si alguno de nosotros podía descansar un poco más, me pareció que era lo correcto.
Así pues, me dispuse a explorar las zonas aledañas a tan peligroso lugar.


Bastante alejada de donde dejara al dragón descansando, noté una afluencia de energía arcana...la más poderosa que hubiera notado desde que llegara a Valle Sombraluna, con diferencia...
En lo alto de una colina, cerca de unos bosques, una extraña figura se recortaba contra el horizonte.
Tuve que acercarme...no podía simplemente dar la vuelta y marcharme, el poder era palpable entorno a ese ser.
Tras quitarme los guantes y la capucha, rodeé la pequeña colina, encontrando un camino más o menos seguro por el que subir. Una vez arriba, el misterioso hombre se encontraba de espaldas a mi, pero de algún modo, supe que sabía de mi presencia.
Lentamente, me fui acercando. Me encontraba a escasos metros de él cuando se dio la vuelta...
Tenía la cara oculta, un sombrero picudo con pañuelo la ocultaba casi en su totalidad. Lo único que se veía eran sus ojos...dos rendijas de luz que parecían atravesarme.
Sus orejas picudas evidenciaban su raza, así como su alto y esbelto cuerpo, cubierto por una oscura toga, del mismo color que el sombrero.

- ¿Solo esto? -me dijo
- ¿Qué? -mi agilidad mental parecía mermar con su presencia.
- Pregunto si solo esto es lo que envía el consejo contra mi -sus labios esbozaron una sonrisa macabra- esperaba que a estas alturas su estupidez hubiese disminuido un poco...
- ¿Quién es usted? ¿ Y de qué consejo está hablando? - quizás no fuera muy sabio ir directa al grano, pero en ese momento fue lo que dije. Intenté adoptar una postura más firme, con las piernas ligeramente separadas, los brazos a ambos lados y las manos abiertas.
- Vaya -su risa retumbó en la ya moribunda noche- así que eres solo un corderito inocente -la extraña sonrisa se amplió- bien, veamos cuanto aguantas, corderito...

Jamás me había enfrentado a un poder semejante...ni siquiera durante mi entrenamiento con Milbus, pues aunque poderoso, parecía un simple aprendiz en comparación.
Resistí sus ataques cuanto pude, e incluso conseguí hacerle daño. Uno de mis orbes arcanos impactó de lleno en su pecho, haciéndolo recular y lanzar un tenue quejido. Pero tras recibir el golpe, simplemente volvió a sonreír...y entonces fue cuando me tomó en serio.
Pese a mis esfuerzos, mi energía se agotaba demasiado rápido y apenas conseguía lanzar algún ataque, concentrando mi poder en defenderme.

- Ya está bien de jugar, corderito. Tengo asuntos más apremiantes que atender


Una fuerza demoledora pareció rodearme. Su magia era demasiado poderosa para mi, y aunque traté de contrarrestar su poder con todas mis fuerzas, terminé por ceder.
La energía a mi alrededor se sentía como un millar de dagas, clavándose por todo mi cuerpo, destrozando cada centímetro a su paso.
Cuando pensé que todo iba a terminar, de repente la fuerza cesó...solo para dar paso al más intenso de los dolores. Fue como si tuviera un millar de heridas abiertas y sangrantes, aunque mientras miraba mi cuerpo inerte, no podía ver nada fuera de lo normal.

-  Es una lástima,realmente tienes talento... -se acercó a mi cuerpo con los andares de alguien que pasea por un plácido lugar, y yo no pude hacer otra cosa más que mirarlo impotente desde el suelo- quizás podrías considerar la posibilidad de unirte a mi causa...conmigo llegarías lejos...

No se qué vio en mis ojos, pues no pude hacer salir de mi garganta sonido alguno a excepción de mis jadeos, los cuales trataba de contener, pero sea lo que sea le dejó claro que no iba a ponerme de su lado. Jamás podría unirme a alguien que me hubiese humillado como él lo hizo.

- Si...una verdadera lástima -chasqueó levemente la lengua, como en señal de desaprobación, y alejándose unos pasos se dispuso a rematarme.

Lo primero que sentí fue el impacto, duro y contundente en mi torso.
Lo segundo, fue la brisa a mi alrededor.
Lo tercero, el arañazo de los arbustos, la rasposa tierra y las duras rocas que atravesé en mi caída hasta los pies de la colina.


Yací desmadejada, con el rostro mirando al cielo, y fue entonces cuando vi algo que nunca podré olvidar.


El elfo me miraba dese arriba...no podía ver su expresión, pero sabía que no tardaría en bajar a terminar el trabajo. No obstante, su silueta desapareció de mi campo de visión, y en su lugar, vi a un valiente dragón hada que volaba en lo alto.
Shei había ido a por mi.
Dejé de verlo, yéndose junto con él lo que me quedaba de esperanza. Pero tras sentir un temblor en la tierra, cerca de mi, noté como me sujetaba con la boca, tratando de no herirme en el proceso.
Pese a sus intentos, no hubo forma de que no me clavara los colmillos al emprender el vuelo, y gemí en señal de protesta ante el nuevo dolor en mi magullado cuerpo.
Ahí fue cuando me desmayé...



Según me contaron, Shei me llevó hasta la Aldea Embaari. Allí, el médico de la zona me atendió en la posada. Tuve mucha suerte, el draenei estaba de paso y tan solo lo había retenido la torcedura de tobillo de un comerciante local.
Me curaron las heridas visibles, vendándolas y aplicando cataplasmas que cortaron la hemorragia. Aún así, había perdido mucha sangre, no solo por los daños que me hice con la caída, sino por los colmillos de Shei al llevarme.
El pobre animal había intentado entrar en la taberna, pero consiguieron impedírselo, y se quedó fuera, esperando.
La noche había dado pleno protagonismo al día, cuando el guardián feérico del Dracorium, el mismo que me entregara a Shei hace tantos días, llegó a la posada. Había sido el mismo dragón quien lo fuera a buscar. El "Guardián" y yo habíamos entablado amistad, pues todos los días paraba en el Dracorium antes de ir a Bosque Fulgurante y después de salir de allí. Compartíamos viandas y bebidas mientras charlábamos animadamente sobre el planeta respectivo de cada uno.
Tras enterarse de mi estado, dictaminó que lo mejor sería trasladarme a Escudo de Tormenta cuanto antes, para intentar llegar a tiempo al portal que abrirían los magos.
Pese a las negativas del doctor, cargó mi cuerpo sobre Shei y montó detrás. Por suerte, pasé inconsciente todo el viaje, pero según Chispancio el hombre afirma que no hubo apenas un instante en el que no me quejara.
Conseguimos llegar a tiempo, y justo cuando apenas quedaban dos magos por cruzar, el "Guardián"
explicó mi evidente estado y la necesidad de trasladarme a mi tierra.
Cruzamos el portal...hacia Forjaz.


No hubo tiempo de desmontar, simplemente atravesamos el portal, los tres...
Una vez allí, y bajo la atónita mirada de los magos amigos de Chispancio, que mantenían el portal abierto, el "Guardián" me bajó de Shei y me entregó a ellos, pidiendo que me ayudasen.


Descubrieron que mis heridas no eran solo físicas...ese elfo me había hecho un daño bastante grabe. Hicieron lo que pudieron, junto a un paladín enano, que mandaron a buscar.
Según Chispancio, me recuperaré...pero pasará bastante tiempo hasta que sane por completo. Y en cuanto a mis heridas físicas, esas que se ven a simple vista, no hay modo de cerrarlas por medio de la magia, deberé esperar a que sanen de forma natural.
Ahora mismo me encuentro descansando en la casa de un amigo de Chispancio. Afirma que puedo quedarme el tiempo que desee...


Pero mi objetivo no es otro que el de partir hoy mismo a Ventormenta, o como muy tarde, mañana.. Descansaré aquí hasta que me sienta con las fuerzas necesarias para ir por mi propio pie.
Al principio, Chispancio no estaba de acuerdo, pero tras mi insistencia terminó accediendo.
Me creará un portal hasta la capital...y no iré sola, Shei vendrá conmigo.
Según el mago, se encuentra paseando por Forjaz. Después de varios intentos de entrar a la casa por la estrecha puerta, el "Guardián" se lo ha llevado a dar una vuelta...y de paso, visita él mismo la ciudad, pues es la primera vez que está aquí.


Espera quedarse unos días, y a consentido en que Shei se quede conmigo hasta su marcha.
En la casa de mi amiga no puede estar, no hay espacio para él, por lo que espero llegar a un acuerdo con el granjero Wollerton. En su granja tiene una cuadra amplia, y completamente vacía, no creo que ponga pegas en darle un uso remunerado...
Mi única preocupación ahora, es la negativa de Chispancio a contarme nada acerca del misterioso elfo de la colina. Me ha dicho que debo concentrarme en recuperarme, y que más adelante él mismo me buscará para explicármelo todo.
También se ha disculpado, diciendo que jamás se habría imaginado que corriera peligro alguno. En eso le creo, parecía realmente consternado cuando en mi relato mencioné al elfo.
Se que lo mejor sería permanecer en cama durante un par de días, pero creo que estas paredes acabarán por desquiciarme si no parto en cuanto pueda. Pienso que volver a la taberna "El Cerdo Borracho", hablar con la gente y beber una jarra de delicioso zumo de melón harán mucho más por mi que estas dichosas cataplasmas y las horribles pociones que debo tomar. Además, he sido muy bien atendida, tanto por usuarios de la magia y la luz como por simples sanadores; creo que estaré medianamente bien cuando despierte.
Lo que si tengo claro, es que este ha sido con diferencia, el viaje más largo y difícil que he realizado hasta ahora...

1 comentario:

  1. Like!! #SheiParaAcoremi #ChispancioSospechoso #GuardianLoveAcoremi xD jaja muy buena historia :)

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