Hoy he ido a Forjaz en busca de respuestas...
Conseguí que un mago me creara un portal, para poder ir así con Shei. Honestamente, debería cobrar por la creación de portales, viendo lo que me costó ese, me haría rica en un par de semanas...
Nada más llegar a la Sala Mística Shei pareció volverse medio loco con la fuente, incluso conmigo encima se dedicó a chapotear, dando saltitos por toda el agua. No hubo forma de que parara, y lo máximo que conseguí fue que se quedara en el borde quieto durante el tiempo suficiente para bajarme...en cuanto se vio libre de mi peso los saltitos dieron paso a "la croqueta", empapándonos a mi y aun guardia que pasaba por la zona.
Lo convencí a duras penas de que nos dejara tranquilos...
Con Shei entretenido, fui en busca de Chispancio...soportando las miradas molestas de los magos ante el empapado rastro que dejaba mi toga mientras caminaba.
Lo encontré como siempre en la segunda planta. Nada más nombrarle al "Misterioso Mago" me cortó por lo sano con una sonrisa, diciéndome que no se podía tener ninguna conversación que valiera la pena a no se que fuera en una taberna.
Me contuve a duras penas, pero preferí seguirle el juego y juntos fuimos hasta la taberna más conocida de Forjaz...o al menos, la que yo más conozco.
No pude sacar mucho, me temo, pues se mostró muy reticente...pregunté también por el "Guardián", pero me dijo que había salido en una especie de excursión por Dun Morogh con unos nuevos conocidos.
En lo referente al asunto principal, lo único que se es que el grupo de magos que está en Draenor, ha ido allí con el objetivo de localizar al "Misterioso Mago"...creen que pueda tener algo que ver con la proliferación de las anomalías arcanas...o eso pensaban hasta analizar las muestras que yo dejé para estudio en la Aldea Embaari...tras varios días de investigación han dictaminado que no tienen relación alguna con él.
Al parecer hace ya tiempo que están tras su pista, y uno de los mercenarios que contrataron les había informado de su viaje a Draenor. Allí había seguido mandando información, y en su último informe aseguraba que el susodicho había regresado a Azeroth...por eso Chispancio, al enterarse de las anomalías reinantes en la zona, me había mandado a mi en primer lugar, seguro de que el "Misterioso Mago" no estaba por allí.
De este sujeto no ha querido revelarme nada, solo que es muy peligroso y que si vuelvo a verlo, cosa que duda, debo poner todo mi empeño en teletransportarme al lugar más alejado...obviamente no estaba contenta con esa escasa información, pero por mucho que insistí no logré que me contara más...él dice que quizás pronto me confíe la historia completa, pero que por ahora es mejor para mi que no sepa más...
Me pidió que le enseñara las heridas del cuello, y pudo comprobar que al igual que el resto, no parecen estar mejor...es como si me las acabara de hacer. Asegurándome que no tenía de qué preocuparme, que era un simple efecto residual por la magia, me llevó hasta una pequeña tienda de pociones, donde encargó a la dueña entre susurros que me mandara unas cuantas a la capital.
Ahora escribo desde casa...bueno, desde la casa que tengo alquilada...tengo los frascos sobre la mesa y no se si tomarlos o no...ahora tampoco me fío de Chispancio. ¿Cómo puedo fiarme de alguien que no es capaz de ser sincero conmigo?. Siento que ya no puedo confiar en nadie...
Pero las heridas me duelen, y los frascos me calman...quizás en esto si pueda confiar...
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