lunes, 25 de enero de 2016

Segundo día del torneo!

Enero, 2016

Si los combates de ayer me parecieron buenos, los de hoy me resultaron emocionantes...


Tras encontrarme con "El Capitán" en Darnassus, juntos nos encaminamos hacia el lugar en el cual se lucharía. No hablamos demasiado, pero me alegra que lo destinaran aquí para controlar la zona, creo que le ha sentado bien el cambio...se lo ve más relajado.
Con la misma esperanza que tuviera ayer de suplir a un combatiente ausente, me equipé con uno de los bastones que trajera conmigo y una cómoda túnica. Siempre eh preferido luchar con pantalones, pero dado que la mayoría de magos que veo lo hacen con toga, creo que es buena idea tratar de acostumbrarme...de todos modos, mis esperanzas de luchar habían mermado bastante.
Sin embargo ese tema desapareció de mi mente en cuanto nos acercamos a la zona de lucha.



Mientras veía a "La Rubia" marcharse acompañada, traté de enterarme de lo ocurrido. Por lo visto, el "Señor con Coleta" sigue metiéndose en problemas...se le vio corriendo tras una mujer, presuntamente con la intención de agredirla, terminando la persecución con él metido en un barco camino a Ventormenta acompañado por dos enanos ( creo que "La enana del Rifle" era uno de ellos).
Discutimos largo y tendido acerca de la inocencia del huargen, pues el día anterior también había sido visto en una situación comprometida, de la cual no parecía tener culpa alguna.
"La Capitana" demostró su lealtad, alegando la inocencia del acusado siempre que podía...y "La Rubia" cuando volvió, dejó en claro que sin pruebas concluyentes no se deben sacar conclusiones.
Sinceramente, creo que la gente da demasiadas cosas por sentado...ven a un hombre persiguiendo a una mujer y ya es ella la víctima, sin pararse a pensar que quizás ella le halla hecho algo a él...me pregunto si pensarían lo mismo de ser dos hombres o dos mujeres...


Al final aceptamos que hasta que el "Señor con Coleta" apareciera, discutir no serviría de nada, y optamos por ir a ver los combates.
"La Rubia" luchó contra el hombre que afirmaba haber intentado detener al "Señor con Coleta"...y no se si esto hizo que no estuviera concentrada, pero finalmente terminó por perder el combate. De todos modos, el sujeto se veía con bastante preparación, y mi compañera no pudo hacerse con ninguna piedra, así que creo que pese a todo, "La Rubia" lo hizo genial.
El torneo siguió su curso, y en un momento dado, el desaparecido hizo acto de presencia.



Iba acompañado de un enano al que ya conocía, y nos informó su intención de convertirlo en una especie de...guardián, creo...y la verdad, con la cantidad de problemas en los que se ha metido este hombre últimamente, creo que es la mejor decisión que ha tomado.
El resto de la noche transcurrió tranquila, disfrutando de las peleas y de los deliciosos fideos que un comerciante pandaren vendía en el puesto ambulante que había situado en las cercanías.
Ese cuenco de fideos a fortalecido mis ganas de ir a Pandaria...
Pero mi calmada visualización de los combates no tardó en esfumarse, ya que el elfo que dirige el torneo...¡Dijo mi nombre! En cuanto lo escuché, mi corazón se saltó un latido, y medio sin creérmelo, avancé hasta el centro de la zona de lucha.


Entre vítores de los presentes, comenzó la pelea. Debo decir que mi contrincante sabía defenderse lo suyo. Portaba al igual que yo, un bastón...que no dudó en estampar contra mi mejilla derecha a la menor oportunidad; todavía la tengo morada...
Pero yo no me achanté, y pese a mi nerviosismo inicial, conseguí asestarle unos cuantos golpes. Aún así, lo pasé bastante mal...no solo por que mi adversaria sabía lo que se hacía, sino por la ausencia de magia. Se que en el torneo está permitida (usándola de un modo "suave", claro), pero nunca me ha parecido justo enfrentar la fuerza bruta contra la magia...simplemente son cosas distintas, no se...además, como decía mi primer maestro "Aquellos que se acostumbran a depender de la magia, se sienten ciegos al verse privados de ella". Y estoy de acuerdo...
Así pues, puse todo mi empeño en recordar sus lecciones con el bastón (aunque el que portaba en ese momento era mucho más ligero que el de los entrenamientos) y para mi sorpresa...¡Gané! No se me dio tan mal como pensaba, y me hice con la victoria.


Volví a mi lugar, aceptando alegremente los cumplidos...Milbus nunca me había elogiado durante nuestras prácticas, y me resultó una experiencia nueva y agradable.
Otros combates se dieron, al cual más interesante. Recuerdo estar sorprendida al ver a una norteña, enorme como ninguna, luchando contra otra mujer mucho más pequeña.


Pese a la altura, la pequeña demostró que sabía defenderse de maravilla. Fue uno de los combates más interesantes que he presenciado nunca, la poderosa norteña con su enorme escudo contra la agilidad de la otra...y yo no tardaría mucho en entender completamente la situación de esta última...
Cuando me quise dar cuenta, mi nombre volvió a sonar...¡junto con el de la enorme mujer!.
Me acerqué con una sonrisa irónica, pues casi podía verme en el suelo hecha papilla. Tenía miedo, si, pero después de enfrentarme a la magia del elfo en Draenor, y sentirme tan impotente...no se, me han pasado cosas malas, pero ese suceso de algún modo se ha vuelto importante en mi forma de ver las cosas...es como si nada pudiera compararse con lo que sentí entonces...aunque al mirar el inmenso escudo, cuya parte inferior me llegaba al pecho, estuve a punto de salir corriendo.


No obstante, me gustaría pensar que aguanté el tipo y que mi miedo no fue muy evidente...ayudó que me tomara mi inminente mutilación con humor.
El elfo nos dio aviso para que comenzáramos, y la imponente mujer no tardó ni un segundo en abalanzarse contra mi con ese enorme escudo...realmente solo veía el escudo, ella estaba casi oculta.
Me lo estampó con fuerza, pero tras soltar un quejido aproveché mi oportunidad y golpeé su muslo descubierto. Tanto escudo, y luego llevaba esa zona al aire, con lo dolorosos que son los golpes ahí...



El combate fue intenso y la adrenalina corría veloz por mis venas...no se cuanto duró, pero para mi bien podrían haber pasado horas.
Entre golpes, ella agarró mi bastón y me lanzó por los aires...dolió, y mucho, pero ya tendría tiempo de quejarme luego. Con un gruñido me levanté y seguí combatiendo. La norteña trató de atacarme por la espalda, pero no lo consiguió, y pude esquivarla por poco. Entre golpe y golpe, en algún momento de la lucha, le di un fuerte bastonazo que daría el combate por finalizado.
Cuando me anunciaron ganadora seguía sin creérmelo...tengo que admitir que tirar a esa impresionante guerrera me ha subido mucho el autoestima...casi tanto como la hinchazón de mi brazo por su primer escudazo.


Tras aceptar las felicitaciones por mi victoria, me senté a observar el resto de combates. Estaba algo magullada, pero supongo que la emoción del momento ayudaba a mitigar el dolor.
Las dos mujeres con las que había combatido, lucharon entre ellas, proveyéndonos de un buen espectáculo, pues a ambas se las notaba expertas en la lucha.



La norteña en un momento dado dijo estar harta de los...p***s bastones, palabras suyas. Y no me extraña, la pobre recibió bastantes bastonazos ese día.
Mientras las mujeres peleaban, el "Señor con Coleta" se acercó a "La Capitana" y a mi, preguntándonos acerca de incluir a los dos elfos que intervinieron en la pelea de ayer, en los bosques, como nuevos miembros de la tripulación. No pude estar más de acuerdo, el druida parece saber pelear y la elfa conoce artes curativas que siempre vienen bien en alta mar.
Pero una vez más, mi tranquilidad se vio interrumpida ante la mención de mi nombre.


Al menos esta vez mi contrincante tenía un tamaño similar al mío...pero como descubrí más adelante, eso no significaba nada...recibí una buena tunda de puñetazos nada más empezar. Jamás había visto a nadie golpear a semejante velocidad, ni si quiera lo vi venir.
Hice lo que pude por defenderme, pero parecía ser incapaz de devolverle sus veloces golpes...conseguí darle alguno, pero no fueron suficientes. La mujer luchó de un modo impresionante, golpeándome con fuerza y pateándome en cuando podía...no tardé en divisar cual sería el final del combate, y tras haberle dado un bastonazo que la hizo sangrar, hábilmente se quitó la sangre con la mano y me la lanzó a la cara, buscando cegarme para poder así patearme a gusto, ganando de ese modo la victoria.
La felicité por la pelea, pues fue increíble, y regresé a mi lugar, esta vez para recibir palabras de consuelo.
Aún así no estaba para nada apenada, pues me contentaba con haber tenido la oportunidad de luchar...pero cual fue mi sorpresa, cuando el elfo me dictaminó campeona del grupo C.
Las felicitaciones volvieron, así que supongo que después de todo, mi paso por el torneo no ha terminado...lo que no se es cuándo me tocará luchar otra vez...


Y para alegría de todos, el colofón final fue el delicioso banquete preparado por los organizadores del torneo. No comí nada por los dos cuencos de fideos que había tomado ya, pero la comida se veía increíble, y la cerveza estaba deliciosa...eso si que lo pude comprobar.
Charlamos un rato, felicitándonos los unos a los otros, y cuando creía que acabaríamos festejando durante toda la noche, el "Señor del Parche en el Ojo" se me acercó, proponiéndome un "combate amistoso". Acepté, pese a estar algo cansada...tenía muchas ganas de ver cómo peleaba...se puede decir mucho de alguien por como pelea.



Sentía las miradas de mis compañeros mientras aceptaba, pero indicándoles con un gesto que volvería pronto, me dispuse a seguir al hombre hasta el exterior de la ciudad.
Curiosamente, se detuvo en el mismo claro en el que descubriéramos la noche anterior al huargen sobre la misteriosa mujer. Allí me percaté de que algunos nos habían seguido, para ver cómo se desarrollaban los acontecimientos...pero me temo que ahora el sueño me vence, así que esa pelea, la relataré mañana...

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