He vuelto a intentar practicar por mi cuenta, pero no me sirve de mucho...
Tras hacer un rato el tonto con el dichoso muñequito de prácticas, me he puesto a escribir hasta que el hambre fue demasiado grande. Sigo con las raciones de comida fría para llevar...no se, prefiero comer sola junto a un árbol a hacerlo en una taberna.
Tras devorar el pan con queso continué con la escritura...aunque no aguanté mucho. Estaba ya cerrando el librito cuando se me acercó el mismo mensajero de anoche. Al parecer se había despistado y tenía otra carta para mi. Suerte que no partía hasta tarde, que si no me hubiera quedado sin ella.
Abrí el sobre lacrado y leí el contenido de la nota. Era de la mujer que vive con mi amiga, en la casa que compartí durante mis primeros días en Ventormenta. Las primeras líneas las dedicaba a quejarse del transporte de agua...en serio, esta mujer está obsesionada. Miré esa parte solo por encima hasta llegar casi al final. La mujer mencionaba el huevo que encontré hace ya tanto tiempo en Tuercespina. Dice que ha estado moviéndose desde hace unos días, así que sea lo que sea el ser que alberga, es ya seguro que se encuentra con vida.
Cuando terminé de leer la nota, como no quería ni seguir con el muñeco ni quedarme quieta, me dediqué a una de mis actividades favoritas...buscar otros puntos de vista desde los que admirar la ciudad. Trepé hasta una colina y caminé por un tronco de aspecto peligroso...cuando puedes controlar la velocidad a la que caes al vacío, se pierde un poco el miedo a las alturas.
Tengo mucha curiosidad por ver lo que saldrá del huevo...creo que a mi regreso a Ventormenta, me lo llevaré a la casa que tengo alquilada. Me gustaría estar presente en el momento en que eclosione.
Hablando de eso, sigo dudando si volver o no a vivir en Bosque del Ocaso. El alquiler del cuarto me vencerá pronto, y estoy cansada de pagar por dormir bajo techo teniendo una casa propia...y gratuita. Por ahora estoy subsistiendo con los ahorros y la herencia dejados por mi Abuela, pero no durarán para siempre. Espero encontrar pronto algo de valor que pueda vender...he pensado en hablar con el goblin amigo de "La Capitana"...o al menos visitar el callejón en el que lo conocí, para ver si encuentro a alguien interesado en comprar mercancías. Aún no tengo nada que ofrecer, pero guardo la esperanza de conseguir objetos valiosos en mi viaje a Uldum. Nunca he estado de acuerdo en expoliar tumbas, pero con todos los planes que tengo en mente...voy a necesitar oro, y si gasto una gran cantidad de mi tiempo en conseguirlo, temo no poder avanzar nada en mis investigaciones.
En fin, ya se vera...por ahora, planeo pasar la tarde bastante ocupada. Tengo que concretar lo que me hace falta para el viaje, son mucha cosas. También debo redactar un par de cartas, entre ellas una dirigida a mi queridísimo amigo Chispancio...al cual necesito sonsacar información acerca del elfo.
He pensado en decirle que averigüé ciertas cosas sobre el puzzle de mi conocido...algo que podría tener relación con el elfo...no me gusta mentir, de echo lo odio bastante, pero no me ha dejado alternativa. Se ha negado a contarme nada del tema, aún sabiendo que estuve a punto de morir en esa colina. Si no hubiera sido por Shei, ahora mismo estaría criando estelarias en algún cementerio de Valle Sombraluna. Podría amenazarlo con no contarle nada del puzzle hasta que no hable...si, eso podría funcionar...decidido, le enviaré la carta y ya haré las pases con mi conciencia por usar un truco tan sucio.
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